oblivion [NamJin]

º

ᵡᴵᴵ. diferente III.

Las cosas sucedieron de una manera interesante para aquel chico que finalmente comprendía lo que tenía, de acuerdo con el señor sonriente, tenía una enfermedad incurable, pero después de conocer a los demás, todo su mundo cambio, y con ello, la negatividad contra dicha enfermedad.

Cuando se enamoró, las cosas cambiaron aún más, por ello, él decidió dejar su "enfermedad" como una hermosa herencia a los «siguientes».

Pero, la vida no era fácil, no para alguien diferente, después de creer que su vida estaría llena de calma cuando el amor llego, las cosas empeoraron.

Alguien de pronto llego a su hogar, diciendo que era una estrella mandada por la madre luna, su razón por existir era proteger a los albinos, seres que en su momento se estaban convirtiendo en la raza más fuerte del mundo, y por ello, todos lo querían en su poder.

—No lo entiendo —había dicho el chico—, somos iguales como los demás.

—No —negó la persona—. Realmente eres más de lo que piensas —sus manos tocaron las del chico albino—, y el sol lo sabe, y te quiere ahora; porque así, como la luna lo rechazo, quiere quitarle lo que ama, pero después de vigilarte por tanto tiempo, se ha obsesionado contigo, y ahora la madre luna lo sabe.

Dichas palabras llegaron hasta el sol, desde ese preciso momento su obsesión paso a convertirse en "amor" por el de piel de porcelana y cabellos blancos como la nieve.

El momento en que supo de, toda la negatividad y personalidad destructiva que hace tantos, tantos años desapareció, volvió a su vida actual; al entender que la luna podía crear seres fuertes y bellos, hizo lo mismo, creando una nueva especie de lobos híbridos, donde seguían siendo albinos, pero con el propósito de tener en su vida al albino que necesitaba el sol.

Con el paso del tiempo, varias manadas se alzaban, uno por una, las nuevas se nombraban con el apellido del alfa más fuerte en el lugar, en cambio, con las manadas más fuertes, fue por el nombre de sus fundadores.

—Debes irte —dijo la persona que lo cuidaba—, él no va a cansarse de buscarte.

—No pienso irme, es mi hogar —molesto azoto la puerta en la cara del chico

—Puedo ayudarte —había dicho un hombre sonriente

—¿Quién eres? —pregunto el chico viendo cómo se sentaba a su lado

—Mi nombre es Jung Isao, soy encargado de proteger a ese niño.

—¿Hablas del chico que está siendo buscado por el sol?

—Hmm, luna, también me contó ello, pero creí que era mentira —suspiro—. De verdad nadie me deja estar en paz.

—Oh —vio de arriba abajo al hombre y luego le sonrió—, bien, hagámoslo.

—Si es así... necesito tu nombre.

—Hoshi —se presentó mientras se paraba y daba una reverencia de 90°—. Espero podamos trabajar en armonía para proteger a las criaturas más importantes que pisan la tierra.

• • •

—¡89! —entro gritando al pequeño salón donde el chico Hoshi mordía un lápiz pensando que más escribir

—¿Cómo?

—89, ¿te gusta el nombre?

—¿Qué es... 89?

—Nuestro grupo, el equipo que hemos formado estos tres últimos años —corrió hacia sus cosas y saco un libro—. El grupo 89, son personas, su propósito es del proteger los albinos, sin embargo, no solamente será ello, ese será uno de tantos.

—¿Qué otros propósitos sugieres, Isao?

—Vivir una vida impredecible, sí —asintió y tomo las manos del chico—. Juntos, iniciaremos una revolución, no más injusticias, robos, violaciones, el mal uso de la autoridad; nosotros ayudaremos desde las sombras a aquellos que lo necesiten.

—Eres un idealista —arrebato sus manos frunciendo su ceño—. Nunca podremos impedir que dejen de suceder ese tipo de casos.

—Exacto, porque, solamente debemos tratar, defender a los que no se pueden defender. Ser los fuertes para apoyar al débil.

—Lo último sonó brusco —murmuro

—¿Y bien? —pregunto omitiendo lo último—. ¿Quieres formar parte del grupo 89, Hoshi?

—Yo... no lo sé, Isao. No siempre estaré aquí.

—¿Eh? —al decir aquello, dejo descolocado al hombre sonriente y dio unos pasos hacia atrás—. ¿Qué intentas decir? ¿A dónde iras?

—Cuando mi propósito termine, deberé irme. Si varias personas intentan cuidar de él, yo... ¿Qué haría aquí?

—Quedarte... Vivir una vida como alguien común que ha pisado esta tierra —sus manos acariciaron sus mejillas—, vivir una vida... conmigo.

—¿Con... Contigo?

—Hmm —asintió—. Hagámoslo juntos, intentemos dar un buen inicio a un grupo, además de dejar nuestra herencia y huella en el mundo. Tú y yo, seríamos imparables; la estrella amiga de la luna, y el beta extrañamente dominante de este lugar —el chico se alejó un poco

Su propósito de existir primero fue adorar a la luna por órdenes del sol, consecutivamente se hizo un amigo muy cercano a la luna, creando una amistad fuerte, siendo una de ellas que estaban cerca cuando caía la noche, su propósito cambio a ser alguien de ayuda, hasta que su objetivo de vida era el proteger al chico albino que amaba la luna.

Ahora que existirían más como él, ¿qué seguía?

¿Quedarse con el hombre sonriente que le hacía sentir cosas extrañas?

¿Convivir con gente desconocida?

¿Vivir como una... persona común?

¿Se le tenía permitido pensar por si mismo?

—Quédate, Hoshi.

—Es... Está bien... lo haré, yo... Yo me quedaré, contigo.

• • •

n o t a ! ! ↷

quiero decirles que recuerden mucho esta parte, es importante el personaje que hace de protagonista únicamente en esta parte - si es que se dieron cuenta- ya entenderán después.

comenten, voten, siganme y compartan :)

— lu out, peace.