128. búsqueda

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Cuando el rubio sintió su corazón palpitar de manera profunda, lo supo, recordó su oración a la madre luna antes de morir, las promesas hace años, cada palabra volvió a su ser, y todo lo que no recordaba volvió.

Cuando eso suceda, significara que algo grande va a pasar Hoshi.

—Hmm, ¿y cómo estás tan seguro de eso, Isao?

—Hablas conmigo, yo nunca me equivoco.

-Nunca te equivocas- pensando ello, giro su vista para ver como Hoseok estaba totalmente concentrado leyendo todos los papeles apilados en su escritorio -Si me escabullo es poco probable que se dé cuenta- moviéndose un centímetro, el beta alzo la vista hasta los sillones, donde se encontraba Taeyoung

—¿A dónde vas?

—¡¿En serio?! —grito molesto y levantándose de un golpe cruzo sus brazos—. Me moví un centímetro, ¡un maldito centímetro!

—¿Por qué te molestas? —pregunto totalmente confundido

—Debo ir a un lugar.

—¿Al baño?

—Sí.

—No sabes mentir, ¿te lo han dicho?

—¿Ah? —ofendido llego enfrento del beta y le gruño—. Solo dije "sí".

—Ese , sonó poco convencional —quiero golpearlo—. ¿Entonces? ¿A dónde vas?

—Es complicado —dijo jugando con sus dedos—. Mi instinto dice que debo ir a «ese» lugar.

—¿Cuál es «ese» lugar?

—No lo sé —encogió sus hombros—. Simplemente debo caminar.

—Bien —parándose y tomando su saco del perchero, tomo las llaves, su celular, se puso su casco, y aventó el otro al rubio—. Vamos.














—¡¿Qué es lo que has recordado?! —grito, ya que el uso del casco le impedía hablar con normalidad

—¡Todo! —asintió feliz—. ¡Quiero creer que Albus, bueno, Jin, también lo ha recordado!

—¡¿Y qué es eso que debían recordar?!

—¡La fuente del origen de Albus, y el lugar donde se guarda nuestra carta de victoria contra Shin!

—¡¿Esa cosa de verdad acabara con Shin?!

—No lo sé —murmuro—. ¡Umbra nunca fue alguien que perdiera contra sus adversarios! ¡Ni el propio Nox logro hacerle daño!

—¡¿Nox?!

—¡Es el alfa destinado de Albus! ¡Te lo dije hace tiempo!

—Ah, lo olvidé.

—¡Hoseok, ese auto, viene en dirección contraria! —señalo al vehículo que iba hacia ellos—. ¡Se ha equivocado!

—No lo creo —observo como alguien salía del techo del auto

—¡Uh, uh! ¡Shin nunca falla! —la mujer soltó con felicidad y disparo su bazuca

—¡Hoseok!

—¡Sostente! —acelerando, soltó la manija y abrazando al gamma salto de la moto y rodó por el cemento

¡Feliz cumpleaños! —lo atrajo hacia él y lo abrazo

Eh, viejo, no hagas eso —empujándole gruño

Ja, ja —negó—. Te he traído un regalo —tronando sus dedos, sus guardaespaldas arrastraron el vehículo, el alfa acercándose a esta, quito la manta y añadió con alegría—: Cuando seas mayor, la podrás usar.

oblivion [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora