oblivion [NamJin]

p r ó l o g o

—¡Vamos Jin!, juguemos en las reservas —dijo emocionado.

—Nam, está prohibido —comentó algo penoso y con miedo—. Mejor volvamos al patio de mi casa y... —fue interrumpido por el otro pequeño

—Yo te protegeré Jin, siempre —le tomó de la mano y le miró con ojos tan honestos.

Pasaron cinco horas y los padres estaban preocupados, ellos intuyeron que Namjoon -por ser el más extrovertido de los dos- había hecho que entrarán a las reservas de la manada, pero la familia no encontró rastros de ellos cercanos a sus casas.

Después de otras dos horas los dos niños habían sido encontrados, Nam se veía sucio por la tierra y con una cara de pocos amigos, pero Jin estaba lastimado y apenas si podía caminar, su cara demostraba miedo y no se alejaba del agarre de NamJoon a pesar de que ya había llegado ante sus padres.

—Pero ¿Qué ha pasado? —preguntó una omega con miedo y preocupación.

—Encontramos a los dos dentro de una pequeña cueva, a palabras del más alto nos dijo que se escondieron de algo o alguien.

Los padres de Jin comenzaron a temer y tuvieron que dar gracias a los oficiales, tomando así la iniciativa de acercarse a su hijo con cuidado.

—¿Jin? Soy papá, ven volvamos a casa —le extendió su mano y con mucha calma se fue acercando a su hijo, poco a poco.

—¿Hmm? —al inicio el niño estaba indeciso de si debía alejarse del moreno, pero poco a poco fue reconociendo al señor al frente de él.

—Ven —le tendió su mano con cuidado—, te llevaré a casa, con nosotros. —los que veían la escena les parecía ¿extraño? Ver como su padre iba con tanta calma y miedo -a la vez- cuando se estaba acercando a su hijo.

—Vale —poco a poco el agarre que tenía con Nam se fue haciendo más débil—. Gracias Nam, por protegerme, intentaré ser más fuerte a la próxima —Jin se acercó y le plantó un tierno beso al de piel morena en su cachete y después tomó la mano de su padre.

Ese día, tanto la familia de NamJoon como los policías sintieron un aura diferente en la familia de Jin, no salían mucho de su casa y cuando lo hacían, iban todos o no iba nadie; como si quisieran tener a Jin siempre cerca de ellos, vigilándolo.

Mientras tanto NamJoon tuvo que ser interrogado -que a palabras de los policías- querían buscar la lógica del porqué hubo un cambio extremo en las acciones de la familia de su mejor amigo.

—Entonces, niño Kim, ¿perdiste a Jin de vista? —preguntó el policía

—Sí —lo dijo con un tono algo leve y después agregó: — Pero, al encontrarme con él, solo gritaba "él vino" o "¿Por qué volvió?"

—Ya veo, bueno, gracias por dejarnos interrogarte, ya puedes irte —antes de salir de la oficina el niño paro en seco— ¿Qué ocurre?

—Él... bueno... Jin, ¿estará bien? —preguntó con miedo y preocupación—. Si yo... si yo fuera... más grande y alto... lo hubiera protegido mejor ¿no? —el policía al escuchar eso rio un poco al ver cómo un niño de 10 años estaba pensando ya a futuro.

—Niño, él estará bien, solo porque no pudiste protegerlo hoy, no significa que no puedas protegerlo mañana ¿no?

—¿Eh? Ah... Sí. —dijo emocionado

—¿Lo quieres? O acaso... ¿Lo amas? —preguntó el policía

NamJoon al ser un niño que casi no comprendía los sentimientos, ya que a pesar de que sus padres no mostraban tantas muestras de cariño, para él, querer y amar era lo mismo, querer a su padre como una figura de admiración, era lo mismo que querer a Jin por ser su amigo.

—Quiero a Jin, es mi mejor amigo —dijo por fin y salió de la oficina con mejor cara; ese día NamJoon se prometió a sí mismo ser mejor para que en un futuro pueda proteger aquello que quiere.

¿Querer?... esta palabra se quedó en su corazón desde ese día y que en un futuro -no tan lejano- no sé daría cuenta que esta palabra mata a cualquiera, pero solo era un niño de 10 años.

• • •

—¿Te vas? —preguntó NamJoon algo afligido y melancólico—. Es... ¿Es por mi culpa?

—¿Eh? Claro que no Nam, yo... bueno, mis padres quieren que vaya a un internado, me vendrá bien —dijo Jin algo tímido

—¿Y tú quieres... ir?

—No sé, tengo miedo, siempre me he relacionado contigo, conocer a nuevas personas, bueno... no se me da. —comenzó a jugar con sus deditos mientras hablaba—. Además, quiero ser mejor cada día; Nam... me haré fuerte, dejaré de ser tímido y me convertiré en un buen beta para poder protegerme —y protegerte, pensándolo y no diciéndolo eso hizo que un pequeño sonrojo apareciera

—Sí... yo también lo seré y protegeré aquello que quiero.

—¿Querer? —lo dijo de manera de pregunta, ya que, nunca creyó escuchar un sentimiento proveniente de Namjoon

—Jin, yo te quiero... como a un hermano o amigo, siempre estaré ahí y te protegeré porque te quiero.

A Jin las palabras "querer" que le había dedicado Nam, se escucharon como una daga en su cuello, querer... pensó que Nam lo veía como más que un amigo, el pequeño lobito que estaba dentro de él, le decía que cuidará del moreno, que sería lo que más "amaría" en el mundo; pero al parecer solo el pequeño Jin vio demás hacia un futuro que nunca pasaría.

El pensar tanto logró crear un silencio incómodo para NamJoon; se estaba preguntando si había dicho algo que no.

Pero, él quería decirle a Jin que lo quería y pensó que Jin también lo quería, aun así el único que veía de por medio una relación, amigo-hermano era él y creía que Jin veía la relación como conocido-vecino.

—Sí —agregó Jin después—. Gracias Nam, ya debería de irme a empacar, nos vemos... dentro de 5 años. —Jin se paró del césped para comenzar a caminar hacia su patio trasero

—¿No crees que es mucho tiempo? —dijo Nam antes de que Jin se alejará y no pudiera escucharlo

—Bueno, si es mucho tiempo, entonces... intentemos encontrarnos con mejores versiones de nosotros mismos —así Jin dejo a Nam solo en su patio

No te olvidaré.

Fue lo que quiso decir Namjoon, pero su parte humana no quería que su lobo dijera algo que al menos el "no quería" decir.

Así, Jin y Nam fueron separados, pero no 5 años como se suponía que serían, si no, 10 años, uno creyendo que esos años pasarían rápido y se podría volver a encontrar con su mejor amigo, que no lo olvidaría y lo llevaría en su memoria, mientras que uno de ellos se fue con el corazón hecho trizas y que olvidaría aquella despedida.

Los años fueron pasando y los dos se olvidaron.