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ᵡ. Yang y Jung.

Pov. Yang Woo.


A los 4 años se me dijo: —Woo, serás la nueva generación de los "mellizos" Yang.

Después de ello, la chica de la actual generación de los "mellizos" Yang me entreno, me enseño todo lo que se debe de saber de los Jung, del grupo 89, de los albinos, y, de cómo mi vida es nada comparada al heredero de los Jung.

Un año después conocí a Yang Bao, mi "hermano" o, mejor dicho, mi hermanastro.

Él y yo, todos los días, entrenábamos juntos; él era mayor que yo por dos años y era mejor que yo en muchos aspectos, y, no quería quedarme atrás, así que me esforzaba el doble para alcanzarlo, porque así era, como "mellizos" nuestra fuerza debía ser igualitaria, porque así eran los primeros mellizos Yang, que, bueno, ellos si eran mellizos, de la misma madre y rama.

Mientras pasaban los años, yo desconocía que era un Jung, no obstante, suponía que era una persona común que se le respetaba, sin embargo, cuando cumplí los 11 años, ya estaba conociendo lo que era un Jung.

O mejor conocidos como «dominantes» una raza que vivió mucho antes que los híbridos, incluso que la raza más vieja, la albina, ellos eran pioneros en nuestro mundo, porque lo sabían todo, incluso un Jung estuvo presente observando la creación de los híbridos, el hombre se le conoció como Jung Isao, conoció al primer albino, fundo el grupo 89, un loco de los números, un obsesivo con ellos, si me dejan decir, y el guardián del primer "engendro" albino.

En fin, mientras yo tenía 11 y mi hermano Bao 13, conocimos a Jung Jihu, el Jung heredero de toda la historia, se dice que son "elegidos" por las manadas albinas, sin embargo, Jihu nunca fue nombrado, él se autonombro cuando se le concedió ser parte de la familia Lee, porque, según él, era un llamado, y, fue gracioso, porque antes de conocernos, él ya era parte del grupo 89, así que, al final su autoproclamación se volvió solo una verdad absoluta y tanto mi hermano, como yo, debíamos proteger a un... alfa.

Jihu nos contó todo de él, como nosotros hicimos lo mismo, él tenía derecho a saberlo todo, porque era un Jung, en cambio, los Yang, no teníamos derecho a saber nada, hasta que, él nos dijo que tenía una hija de dos años y una esposa que adoraba como nunca, que eran sus dos motores para vivir.

Conocí a un Jung alfa, conocí a la personificación de la «lealtad» el líder de muchas generaciones extraordinarias que habían cambiado la historia.

Cuando nos conoció, él dijo más que solo cinco palabras, que, a palabras de mi antecesora, que el Jung heredero hablara más de la cuenta significaba que sería mucho mejor que los otros herederos, y así fue.

Él nos llevó a una oficina en una base fuera de la manada «In albis» y nos dijo: —Serán más que solo mis "guardias", son como familia.

Y así, él rompió la cultura de llevar los Yang "eternos" como guardias, nuestros antecesores murieron dos años después, así que, a los 13, seguía a su esposa e hija entre las sombras, y Bao, era su mano derecha en asesinatos y más.

Mi vida como la "melliza" Yang cambio drásticamente cuando un año después el hombre perdió a su familia en un "accidente", cuando, no fue así, porque yo les seguía y lo había visto todo, pero, Jihu no le interesaba que había o no ocurrido, para él, el hecho que estuvieran muertas era suficiente para también morir.

Y por primera vez, un Jung se derrumbaba, porque a muchos herederos Jung sus vidas habían sido así, ellos siempre perdían a alguien importante, no podían salvar a todos, mi familia la llamaba "la maldición Jung", y solo ellos padecían ello.

Aunque, un año después, Jung Jihu llegó sonriente a la base principal del grupo 89, otra vez esa alegría Jung pintaba su cara, él llego a Bao y a mí diciéndonos: —Tengo un nuevo heredero Jung.

Y conocimos a Kang Hoseok, yo le doblaba la edad, y a Bao le caía mal.

—Eh, niño —saludé al chico Kang, ya llevaba cuatro meses dentro de la organización, y todos querían que se largara, él no era más que un chiquillo de 7 años queriendo demostrar que era débil—, deberías de irte.

—¿Cómo? —dejo de lanzar rocas al lago y me miro frunciendo su ceño

—Tú no tienes el encanto Jung.

—Y a mí me importa... ¿Por?

—Se supone que eres el heredero, Jihu te trajo por eso, ¿qué no sabes nada?

—Él dijo que no muriera, que podría tener una muerte placentera, además de sacar un brillo Jung que nadie más ha tenido en siglos, él lo dijo.

—Jihu es estúpido —dije—, pero no está mal de la cabeza como para decir eso.

—Bueno, niña —el chico camino hasta mí, y aunque era chico se puso de puntillas y una llama en sus ojos se abrió paso, sonrió ladino y ladro—: puede que los sorprenda.

Y así fue.

A sus 8 años el chico participaba en una que otra junta con líderes del grupo 89, Jihu creía que era alguien de temer, dos años después, aún le seguía doblando la edad, y Bao, ya protegía a Hoseok de todo.

Con 10 años, se le dio una silla en el "salón rojo", el mayor lugar de cualquier base de la organización.

Ya nadie hablaba mal de él, en cambio, se le proclamaba el hijo de Jihu, y ese alfa, no contradecía ello, es más, él presumía tener a un gran hijo.

—¿Por qué dejas que te diga hijo?

—Me da igual —se encogió de hombros y lanzo una roca que salto tres veces en el lago

—Así que... ¿No te molesta?

—Dije que me da igual.

—Eso quiere decir que te gusta, ¿no?

—¿Eh?

—Vamos, que, no lo niegas.

—Bien, odio que me diga hijo ¿contenta?

—Ja, ja, ya no puedes negar nada, te encantan ¿no?

—Pero que dices —vi cómo se sonrojó y se paró de la cornisa que dejaba ver el lago, comenzó a caminar viendo hacia el piso

—Hoseok —llame antes de que se fuera, escuche como paro de caminar y suspire—, cuando llegaste, solo Jihu te lo dijo, ahora, yo seré la segunda que lo haga, "bienvenido a casa" —escuche un pequeño sollozo

—Bien, ya que eres la segunda, te diré algo como la primera —volvió a caminar hacia donde estaba, desde el suelo alcé mi vista y le vi sonreír diciéndome—: No, no me gusta que me diga hijo, más bien, amo ser su hijo. Amo a Jung Jihu, me gusta que sea mi padre, pero... —sorbió—, tú no digas nada o te aventaré un cuchillo.

—Ja, ja, ja, vale —sonreí mucho, demasiado, porque tenía razón mi antecesora, Jung Jihu sería un heredero diferente, porque él trajo a casa a un atípico, estirado y chocante beta que se le conoce como Jung Hoseok, y, que se había ganado toda mi admiración y respeto, porque por él, daría mi vida.

Actualmente aún le sigo doblando la edad, y para Bao, se convirtió en el mejor sucesor de los Jung.

oblivion [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora