ATY (Suspendida)

Capítulo XXXVII "The Last Time"

Las lágrimas están cayendo sin que pueda hacer algo para detenerlas, mis manos permanecen inmóviles, estoy mordiendo mi labio en un débil intento para terminar el llanto, miro a la nada porque estoy a punto de derrumbarme, Scarlett sigue con la cena a mi lado y yo ni siquiera he probado bocado. Kendall se ha encerrado en su estudio como siempre, después de discutir es lo único que hace.

─Mamá ─escucho la voz de Scarlett, la cual me hace reaccionar de golpe ─Mami ¿Por qué lloras? ─ ¡Rayos! Se ha dado cuenta, limpio mis lágrimas rápidamente aunque es inútil.

─ ¿Es por mi culpa? ─me mira esperando una respuesta impaciente.

─No, por supuesto que no pequeña.

─Entonces ¿por qué lloras? Y ¿por qué papi no está cenando con nosotras? ─es tan inocente, mi pequeña vive en su burbuja y simplemente no sé cómo una niña podría procesar toda esta basura. ─Son cosas de adultos preciosa, cosas que no son fáciles de explicar, es complicado pero algún día lo entenderás. No tienes la culpa de nada ─le hablo con un tono de voz suave. ─Te amo pequeña ─deposito un beso en su frente ─Te voy a amar toda la vida y aún después de ella. Te prometo que estaremos bien, todo esto va a solucionarse ─una sonrisita aparece en sus labios.

─Ahora termina tu cena y luego al baño porque mañana hay escuela. ─continúa comiendo sin protestar.

Después de la cena y de un baño se queda profundamente dormida, le doy un beso de buenas noches y cierro la puerta de su habitación.

La casa se siente tan vacía y fría, me abrazo a mí misma de un frío inexistente, no hay ruido alguno, ni siquiera sé si Kendall sigue aquí o se ha ido. Camino hasta nuestra habitación y cierro la puerta, para entonces comenzar a derrumbarme.

...

..

.

El medallón en mi cuello está quemándome la piel, quiero quitármelo, tirarlo y no volverlo a ver pero no puedo, significa mucho para mí.

He estado caminando por toda la habitación sin dejar de llorar y con muchos deseos de romper las fotografías de la pared porque son todo lo que tengo, a lo único que mi corazón se aferra: recuerdos.Lo único que Kendall no ha logrado destruir, lo que no se ha llevado el viento como las promesas y palabras de amor.

Estoy tan frustrada, tan desesperada que quiero gritar y golpear algo.

Me siento en el borde de la cama luego de haber llorado por más de una hora, lo que dijo me ha herido demasiado y ya no creo estar dispuesta a soportar más de él, sigo mirando a la nada tratando de pensar en qué debo hacer ¿cuál es la solución? Si tan sólo demostrara que aún me quiere lo intentaría sin importar nada.

Las lágrimas siguen corriendo por mis mejillas y el dolor no cesa al contrario éste aumenta.

Los viejos Tn y Kendall nunca hubieran imaginado que así sería su matrimonio. Uno tan frustrante, tan lleno de malos sentimientos. Ellos habían imaginado algo bueno, algo que tal vez duraría toda la vida, una hermosa familia en dónde sólo hubiera lugar para el amor con altos y bajos como todo pero no así, no como este infierno del que no puedo escapar, no con este sentimiento de angustia y frustración al ver como todo lo que construyeron se desmorona lentamente sin poder hacer algo para detenerlo. La puerta se abre lentamente sacándome de mi trance, veo al rubio entrar con un ramo de flores rojas y una caja de chocolates, me mira por unos instantes antes de abrir la boca.

─He venido a disculparme ─no digo nada sólo lo sigo con la mirada, camina hasta mi lado y se arrodilla frente a mí, intenta tomar mi rostro entre sus manos pero me alejo, mis ojos deben estar rojos e hinchados porque no deja de mirarme. ─Lo que dije hace un rato en la cocina fue una tontería, yo no quería herirte...