Capítulo LXV "Run To You"

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"El cielo de la ciudad se siente oscuro esta noche. Estamos de espaldas con nuestras cabezas abajo"

Todo se siente tan vacío últimamente, todo es tan negro, no hay grises intermedios, simplemente un negro que te hace helar la sangre. No sé cómo describir lo que siento, no sé cómo controlarme, siento que todo se me cae a pedazos y mi cabeza parece solo volver a los lugares más significativos; mis recuerdos. Vuelven una y otra vez, en mis sueños y en ocasiones sin necesidad de que me duerma.
Estoy atascada, me siento inútil gran parte del tiempo porque no me es posible retroceder ni avanzar, y tengo este sentimiento que es una mezcla de dolor, tristeza, enfado y todas las emociones negativas que han aparecido a lo largo de mi vida, siento una gran amargura, me lamento por los errores cometidos, me lamento por el dolor que me ha sido causado por otras personas, principalmente porque me culpo más a mí que ellos.
Recuerdo el dolor, recuerdo el nudo en la garganta, el dolor en el pecho, mis manos temblar, mis piernas flaqueando, recuerdo quebrarme...

Todo aquellas acciones las recuerdo, también como he tratado de olvidarlas, como intenté enfocarme en otras cosas, como intenté olvidarle y como sigo fallando en el intento, aunque no quiera aceptarlo, tengo bastante confusión por mi cuenta como para fingir que todo está muy bien conmigo.
He leído historias, menos de las que hubiese querido, ya que me cuesta mucho leer, no puedo concentrarme, quizá solo no tengo remedio y siempre he sido como un juguete roto. Todas esas historias hablan acerca de un amor fascinante, un amor que nunca he entendido, sé que el protagonista siempre rescata a la chica, sé que la chica siempre llora por el amor del chico y éste a su vez también lo hace, ambos se hieren tanto, pero al final lo vale. Una buena historia de amor, es solo eso una historia y nada más, no es como si eso sucediera en el mundo real. Creo que al mirar al pasado te das cuenta de muchas cosas, que no solo te han herido a ti, sino que tú también lo has hecho, aunque no lo creas también has sido ese trago amargo en la vida de alguien, quizá creemos que no es así porque ellos no lo dicen al igual que nosotros lo hacemos, entonces es un ciclo que se repite una y otra vez.
Y es que acaso ¿Nunca has querido regresar en el tiempo y reparar lo que has hecho mal? Yo sí, muchas veces de las que puedo contar con los dedos de las manos. La vida de cierta manera es graciosa, en un momento te sientes invencible y listo para enfrentarte a lo que sea, pelear con uñas y dientes por lo que más amas, y al siguiente simplemente estás boca abajo en el suelo, lleno de cicatrices que en ocasiones se vuelven a abrir.

Tienes salud o al menos mejor que otros, tienes todo lo que necesitas o pareciera que necesitas, solo que ese vacío no se va, y lo intentas una y otra vez para no pensar en ello.

Creo que estoy perdiendo la razón, siento que me esfuerzo por mantenerme cuerda; sin embargo, mis esfuerzos aparentemente son en vano. Pelear conmigo misma es una batalla de todos los días, en cuanto abro los ojos todo comienza molestarme y la sensación de desesperación no se marcha.

"Vamos a dar al amor otra vida porque estarás a salvo en mis brazos. Solo llama mi nombre al final de la noche y yo correré hacia ti. Correría hacia ti si quieres que lo haga, solo dame alguna razón "

Verlo frente a mí no me ayuda en nada, mirarlo a los ojos es ver su dolor y el mío reflejado en ellos, es sentir una enorme angustia por lo que no tuvo un cierre, es sentir que el corazón se me desmorona lenta y dolorosamente, es morderme la lengua para impedir que todas las palabras y emociones que me hace sentir salgan. No puedo permanecer a solas con él mucho tiempo, es incómodo, es doloroso, es inútil, ya ni siquiera me esfuerzo para que todo sea igual que antes.
-Tn- suspiro, el corazón se me acelera al escuchar su voz -¿Terminaste con la mesa?- pregunta mientras él termina de lavar los platos.
-Sí, ya terminé- me cuesta tanto formular una oración cuando hablamos.
-De acuerdo- es lo único que pronuncia, seca sus manos con la pequeña toalla azul que está a su lado.
-Es tarde- murmullo. -Hora de dormir.
Él se da media vuelta y me observa sin decir nada, sus ojos cafés me hacen quebrarme lentamente, el nudo en mi garganta se hace presente, intento contenerme lo mejor que puedo para no soltar todas aquellas palabras.

ATY (Suspendida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora