Capítulo XXXIV "Everybody lies"

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Como siempre me encuentro sola aunque en realidad no lo estoy porque Grace está conmigo al igual que Scarlett en esta gran mansión que me sofoca, que me hace sentir prisionera de alguna manera.

Debería estar acostumbrada a estar en soledad los fines de semana, no es de extrañar que mi "esposo" trabaje siempre.

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Ya no sé a quien recurrir, Carlos y Cassie dicen que me creen sobre mis problemas con Kendall pero en el fondo sé que no es así y ¿cómo iban a creerme? Si hablamos del dulce y amable Kendall que conocemos de toda la vida, el perfecto esposo y padre ante los medios de comunicación, sobre todo el perfecto "ídolo musical" para sus fanáticos ¿quién de ellos creería cómo es en realidad conmigo? ¡Nadie! Ni yo lo haría.

Si hace más de cuatro años hubiera sabido que él cambiaría quizá no existiría Scarlett.

Esto se supone que le pasa a los matrimonios viejos, a las personas que están cansadas de la rutina, que por más que han intentado arreglar las cosas para que su vida de casados funcione simplemente no funciona, entonces ¿Por qué nos pasa a nosotros?

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Podría quejarme toda la vida pero eso jamás resolverá nada y ni se diga el tomar "terapia de pareja" lo primero que haría Kendall si se lo sugiero sería reírse de mí, luego diría que exagero, que lo irrito y me dejaría hablando sola.

Scarlett juega en el jardín mientras la observo. Grace debe estar en la cocina preparando la comida.

─Señora Schmidt​─ la voz de Grace interrumpe mis pensamientos. ─El señor Maslow y su hijo están aquí.

─Ahora voy, gracias Grace. ─camino hasta la estancia y me encuentro con James y su pequeño hijo.

─Hola señora Schmidt​​─ bromea.

─¡Jamessy! Hace mucho que no me visitas ─lo abrazo.

─Hola Ethan ─ me saluda con una sonrisa. ─¡Grace! ─aparece enseguida ─Lleva a Ethan con Scarlett seguramente está ansioso por jugar con ella ─ el pequeño asiente con la cabeza y camina con Grace al jardín. 

─Se un buen niño ─le dice James.

─¿Y Chelsea?

─No pudo venir, ella está con su madre, fueron de compras, quería distraerme así que aquí me tienes.

─Me alegra que vinieras. ─sonrío.

─Siempre es un placer visitarte pero cuéntame ¿Cómo están tú y tu hija? ¿Y Kendall? Es fin de semana, pensé que estaría contigo ─la sonrisa de mis labios se desvanece.

─Él tuvo que ir a trabajar, se le presentaron unos inconvenientes con la disquera y... ─balbuceo ─Pero no.es nada serio, no te preocupes, ya sabes es la vida de una celebridad.

─¿Está todo bien con él? ─analiza mis movimientos.

─Sí ─miento ─Todo está perfecto ─ le sonrío para cubrir mi mentira. 

─¿Estás completamente segura? ─ está mirándome fijamente y me pone nerviosa.

─Por supuesto ─ intento sonar convincente. ─¿Por qué no vamos con los niños? Estar aquí es sofocante ─cambio el tema porque sé que va a seguir preguntando hasta que diga la verdad.

Caminamos hasta el jardín en  donde los niños corren y ríen.

─Míralos correr ─sigo esquivando el tema. ─Chelsea me contó que te enteraste sobre la empresa.

ATY (Suspendida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora