ATY (Suspendida)

Capítulo XLIV "Just Another Song"

Es un buen día, o al menos eso es lo que parece. -Es un buen día- me repito mentalmente una y otra vez para darme fuerza ante Scarlett, para controlar mis emociones y para salir adelante como se supone que lo hago. Un buen día para comenzar de nuevo.
Como los días anteriores, me obligo a levantarme de la cama. Tomo una ducha rápida y salgo de la habitación a preparar el desayuno, Logan despierta un poco después de mí, lo observo caminar en mi dirección adormilado, me da los buenos días con una gran sonrisa y me ayuda con el desayuno, durante ello hablamos sobre cualquier cosa, luego va a tomar un baño y yo me dirijo otra vez a la habitación para ayudar a Scarlett a prepararse para la escuela. Cuando ella está lista, los tres nos sentamos a desayunar, ambos mantienen una animada conversación mientras yo me quedo en silencio mirando la comida en mi plato. Al terminar Logan se ofrece a lavar los platos, Scarlett se lava los dientes y yo recojo la mesa.
―¿Te encuentras bien?―habla de pronto, desconcentrándome por completo. Probablemente mi silencio en el desayuno me ha delatado.
―Sí, lo estoy―le doy mi mejor sonrisa falsa y salgo de la cocina antes de que descubra mi mentira.
Los tres tardamos aproximadamente media hora en salir de la casa, nos despedimos con una sonrisa, yo llevo a Scarlett a la escuela y luego manejo hasta mi oficina, en el transcurso a ésta pongo la radio para relajarme un poco, necesito escuchar música o lo que sea. Pero es entonces cuando escucho al locutor pronunciar su nombre y el de la canción: "Esto es No Idea, disfrútenlo". Es como una daga justo en el corazón, estoy sangrando y no puedo detener la hemorragia... Aunque de hecho nadie puede y como nadie puede hacerlo me suelto a llorar, mientras la escucho lloro tanto como puedo, sollozo porque lo detesto y aunque no lo admita frente a los demás la realidad es que no quiero odiarlo porque aún lo quiero.
Los recuerdos surgen de todos lados, la canción simplemente los ha disparado al igual que un volcán haciendo erupción que destruye todo a su paso. Me aferro al volante con fuerza y entierro la cabeza en el.

Tengo más de quince minutos dentro del auto, necesito salir a tomar aire fresco, siento que estoy ahogándome, Chelsea no puede verme así ni tampoco los demás. Arreglo mi cabello y cubro con maquillaje aquello que se ha estropeado, salgo del auto adoptando una postura natural, me obligo a caminar y a mantener la calma. Evado a todo el mundo y me refugio finalmente en mi oficina, cierro la puerta y las ventanas para después tomar asiento frente a mi escritorio con alguna esperanza de recuperar las fuerzas que me han sido arrebatadas.
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No tengo idea de cuánto tiempo ha transcurrido desde que entré a la oficina, me he mantenido en completo silencio, mirando al vacío. Uno que parece infinito y que me ha absorbido. "Tic tac", escucho las manecillas del reloj en la pared moverse, "tic tac" retumba en mis oídos como si estuviera dentro de mi cabeza, "tic tac" el tiempo sigue avanzando y me siento estancada, "tic tac"
-es un buen día- me repito con insistencia. Sus ojos verdes vienen a mi memoria frustrando mi intento por escapar de él.
―Puedes hacerlo― me aliento... La letra de esa canción viene a mí en forma de burla. ―Es sólo una canción―susurro débilmente. No, no es un buen día y no es cualquier canción, es mi canción, era nuestra, él solía cantármela. Y como en una película, los recuerdos ruedan en blanco y negro. ―Era nuestra canción ― la foto frente a mí en el escritorio no ayuda en nada. La había olvidado, de hecho es la única foto que no destruí aquel trágico día, el cual desearía no recordarlo nunca.
En alguna parte del mundo los viejos Tn y Kendall están juntos porque ellos son inseparables y porque son ellos contra el mundo. En el planeta de los recuerdos ellos son realmente felices como siempre quisieron serlo, en algún lugar esos ojos verdes aún la miran con ternura, sus brazos rodean su cuerpo y la hacen sentir a salvo e invencible, sus labios le comunican sus sentimientos a través de un dulce y cálido beso. En algún lugar él la quiere como a nadie... Sin darme cuenta ya estoy llorando de nuevo. Lloro como una tonta, no puedo detener las lágrimas y en esta ocasión no lo hago en silencio como suelo hacerlo, todo lo contrario. Sollozo por esos dos jóvenes llenos de sueños, por aquella chica que creía en el futuro brillante, por aquel chico con ojos de enamorado que era feliz a su lado, allí están esos dos, frente a mí, congelados en una sola foto con las sonrisas más genuinas del mundo. La realidad me golpea con fuerza, el destino viene a reírse de mí como últimamente lo hace. La verdad es que aquellos dos nunca saldrán de ahí, serán una foto por siempre, ya que eso es lo único que el viento no se lleva, lo único que el fuego ha dejado para mi corazón herido, cenizas de lo que fue y lo que jamás será.
―¿Lo olvidaste de nuevo, no? ― murmuro a la nada como una loca porque no hay nadie conmigo, sólo yo y mi corazón herido, nadie más―Hoy es nuestro aniversario ― ¡Sí, es un aniversario épico! ¿Qué es lo peor de todo? Que todavía llevo el medallón en el cuello, nunca me lo quité y no sé si alguna vez  pueda.
Toda la historia se resume a este momento, todo queda aquí, no hay nada que pueda hacer, excepto por seguir adelante.
Anoche no fue fácil dormir aunque en realidad no lo hice, lloré todo lo que pude e incluso en algún momento creí que no me quedarían más lágrimas. Traté de llorar en silencio y cada vez que comenzaba a detenerse el llanto simplemente esos ojos verdes venían a mí, acechándome en la oscuridad de la noche, recordándome lo que pudo haber sido y lo que nunca será porque ambos lo arruinamos.
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