Seguía teniendo la expresión de angustia en el rostro, puedo ver gotas de sudor en su frente.
— Por favor— suplica en medio del pasillo. Miro a mis espaldas, Scarlett sigue dormida como un pequeño ángel, salgo de la habitación con cautela y cierro la puerta.
—¿Qué sucede? — lo miro extrañada —Logan son las dos de la mañana— murmuro.
—Lo sé, lo siento pero tenemos que hablar.— dice nervioso.
—¿Hablar?— sigo confundida —¿Sobre qué?
— Nosotros— dice sin dudarlo — Hablar sobre tú y yo— no entiendo nada, creí que ya habíamos acordado no hacerlo —Sé que te dije que no debíamos hablarlo— es como si leyera mis pensamientos —Ya estoy listo para hacerlo— sigue antes de que pueda interrumpirlo — Ya es hora.
— Creí que...
—Lo sé— corta mis palabras abruptamente.— Tú ya has hablado — creo que este es su momento —Así que es mi turno ahora— dice nervioso.
Observo como coloca su mano en su nuca e intenta ordenar sus pensamientos.
—Estaba equivocado— el corazón me late deprisa. —Siempre lo estuve— se queda en silencio sopesando sus palabras —Lo que trato de decir es que no quiero que tú y Scarlett se vayan...— me mira fijamente a los ojos— No lo soportaría, no quiero que te alejes de mi vida de nuevo— no sé cómo sentirme al respecto, es todo lo que he querido oír por este tiempo.
—Logan...— toma mi mano.
— Dejáme terminar— me quedo en silencio— Tengo todos estos sentimientos atascados en mi interior, quiero decirte que no te vayas, que olvides todo lo que he dicho, he estado asustado — besa mi mano— El miedo ha hablado por mí, me ha controlado y me ha llevado al borde de perderte — en medio de la luz tenue del pasillo puedo ver sus ojos rojos e hinchados, ha llorado también.
—No quería escucharte, no quería tomar el riesgo...—suspira con pesar —Me ha tomado más tiempo del que esperaba, no podía ir a dormir con esa idea de volver a perderte. No lo hubiera soportado— hemos pasado por tanto y me hiere verlo así.
—Me arrepentí una vez, y esta vez no puedo vivir con eso sí lo hago de nuevo, no me lo perdonaría.
—Estoy confundida— me aparto de su agarre —Todo esto... Es demasiado— es demasiado para procesar, mi cabeza está dando vueltas. —Tú dijiste que no debemos.
—Sé lo que dije— da unos cuantos pasos adelante de mí —Pero quererte ha sido la mejor parte de esta vida— los recuerdos vuelven a mí.—Ya te perdí hace años, no pienso dejarte ir otra vez— mi cuerpo tiembla, mi corazón palpita con fuerza, siento que el aire me falta—Te amo— no puedo moverme, mis piernas no me responden, esos ojos cafés no dejan de mirarme — Te amé y te amaré siempre— dice en un murmullo, se acerca a mí decidido, toma mi rostro y me planta un beso en los labios.
En automático le respondo, me siento ansiosa, nerviosa, es como volver a ser adolescente de nuevo, sus labios me regalan la sensación más increíble del planeta, rodeo con mis brazos su cuello y él me atrae más a su cuerpo, no pienso irme a ninguna parte.
En cuanto comienza a faltarle el aire se separa de mi boca, su respiración es agitada y sonríe complacido.
—Te amo— respondo y besa mis labios fugazmente.
—Lo recuerdo todo también, el brazalete, las promesas, el baile, nuestros veranos juntos, todo, tú en mi hombro, yo sintiéndome increíble...
— Éramos jóvenes— mi voz se rompe —Demasiado tontos— las lágrimas vuelven a mí.
—Lo siento tanto— llora conmigo —Somos un desastre— intento reír —Perdón por todo lo malo.
—También fue bueno— en medio de nuestro lamento sonreímos. —Fue bueno.— junta su frente a la mía —Yo volvería ahí— está tan cerca de mí que no se puede ser real.
— Yo también— cierra los ojos —Te amo— y está vez yo lo beso, esta vez tomo el control de la situación y él no tarda en responderme, sus labios son cálidos, hay un fuego en mi interior que crece, me siento ansiosa, hambrienta de él.
Hay pequeños intervalos en los que tomo aire pero aún así no puedo soltarlo, no quiero que se despegue de mí, me toma por las mejillas y yo juego con su cabello enredando mis dedos en él.
Quiero que nunca se vaya, que acabe con esta sensación que quema en mi interior, esta hambre voraz que no había sentido, su calidez me está quemando de adentro hacia afuera, su lengua se abre paso en mi boca y es el sabor más exquisito que puedo experimentar.
Amarlo era intenso, era rojo, ponía mi mundo de cabeza y yo le dejaba hacerlo, ahora es diferente la intensidad, solía ser inocente, pero en este momento no puedo pensar en nada más que en este fuego interno, nubla mis sentidos y mi razón.
—Te amo— susurra jadeando, lo beso de nuevo, él intenta separarse un poco —Tn...— no le permito hablar, me sigue el juego un poco, sus manos se posicionan en mi cintura, caminamos un poco sin despegarnos el uno del otro.
—Shhh— siseo cuando chocamos con la pared, él ríe nervioso— Scarlett puede despertar— se aparta de mí y toma mi mano sin decir palabra alguna.
—Tenemos que ser más cuidadosos— dice en voz baja.
—Lo sé— estampa sus labios con los míos, seguimos tropezando un poco como adolescentes inexpertos.
—Silencio— murmuro, no puedo evitar pensar en lo torpes que nos vemos.
—Ven— me lleva por el pasillo hasta su habitación—Entra— me deja entrar primero y luego él lo hace, cierra la puerta con cuidado.
—No podemos dejar que se despierte— juego con el cuello de su playera blanca, no había notado que realmente va al gimnasio, sus brazos son más fuertes y masculinos.
—Sí, debemos hacer el menor ruido posible— asiento y lo atraigo a mis labios sin dejarlo hablar.
—Silencio— me besa hambriento y sus manos juegan con mi cintura.
—Deberíamos cerrar— me cuesta mucho separarme de sus labios—Podría oírnos — se aleja para poner el pestillo a la puerta y cuando termina me acerca a su cuerpo de nuevo con un beso apasionado.
Me guía con torpeza y choco con la base de la cama, se separa de mis labios y sonríe, no puedo evitar sonreír también.
Me acuesto en la cama lentamente y él coloca su peso encima de mí sin lastimarme, lo atraigo de nuevo a mi boca y seguimos besándonos con desespero, mis piernas tiemblan y pierdo el control de mi cuerpo.
Mis manos buscan su playera y en unos segundos yace en el suelo, por fin puedo admirar su torso desnudo, me deja sin aliento, acaricio sus brazos y me besa en el cuello, me siento indefensa, él sabe cómo jugar su juego.
Mis manos juegan con el resorte de su pantalón y lo deja caer junto con las demás prendas.
Sonríe un poco como un niño travieso al ver la ropa en el suelo, yo solo quiero que me bese y me acaricie sin detenerse.
—Tn...— jadea —¿Estás segura de esto?— me mira expectante.
—Nunca he estado tan segura en mi vida como ahora — me cuesta respirar al igual que él. —Quiero estar contigo— me levanto y beso sus labios atrayendo su cuerpo al mío. Soy yo la que tiene el control ahora, él me sigue el paso, en un movimiento rápido él está sobre la cama y yo encima de él, sonrío con picardía y busco sus labios con desesperación, el acaricia mi espalda, puedo sentir sus dedos recorriendola, le ayudo a quitarme el camisón y éste cae a un lado junto con las demás prendas, ya no hay marcha atrás, la inocencia de un beso puro se ha ido en medio de la oscuridad, ha sido reemplazada por esta necesidad que me quema cada parte del cuerpo.
—Eres hermosa— murmura y me sonríe admirando cada parte de mí, me siento especial, me siento hermosa por primera vez en mucho tiempo, hace tanto que nadie me lo dice de esa forma, hace tanto que había olvidado lo que era el verdadero calor humano.
Él me gira sobre la cama y se posiciona sobre mí, yo suelto una risa cuando busca torpemente algo en el cajón del pequeño mueble de a lado, y ahí encuentra el preservativo, se baja de la cama para colocarselo ante todo siempre protección.
Me volteo a observar su habitación, yo casi no entro aquí y menos he estado en su cama, siempre dormíamos en la estancia, a fuera en el sofá o en nuestra pequeña cama improvisada en el suelo. Me levanto a admirar la foto sobre la mesita de noche, somos él y yo, él aún la tiene —Tú y yo— lo escucho por detrás cerca de mí oído. —Te amo— sus palabras son sinceras. Me giro a mirarlo y me besa en los labios, está vez es un poco más lento, disfruta cada parte del beso, quiero guardarlo en mi memoria por siempre, me lanzo a sus brazos y me aferro como un mono, él me regala la sonrisa más linda del mundo.
—Te amo más— me lleva a la cama de nuevo y me deja con sumo cuidado en ella. Una corriente eléctrica recorre mi cuerpo cuando nos deshacemos del resto de nuestras ropas.
Sus ojos se vuelven más oscuros, hay sudor por todas partes, nuestra respiración es más pesada y entonces lo sé, estoy lista para lo que sigue, ambos lo sabemos. Toma mis manos y entrelaza nuestros dedos, él recorre mi cuello hasta mi abdomen con sus besos húmedos que me erizan la piel. Lo sé porque nos volvemos uno por completo, su cuerpo se funde al mío.
Solos somos él y yo y la tenue luz sobre su mesita, con la cuál puedo ver parte de su rostro mientras nos entregamos el uno al otro. Intentamos ser lo más silenciosos que podemos y en ocasiones fallamos, yo aprieto su mano con fuerza cuando siento que mi cuerpo llega al límite, segundos después él termina.
Cuando acaba él se acuesta a mí lado con la respiración agitada y gotas de sudor en su cuerpo, me sonríe y deposita un dulce y suave beso en mis labios. Yo me acurruco en su pecho y me duermo con el sonido de nuestras respiraciones.
....
..
.
No sé cuánto tiempo ha pasado cuando despierto, miro el reloj a mi lado y marca las 6 de la mañana.
Sus brazos siguen alrededor mío, abrazándome, mi pierna está sobre la de él, puedo sentir sus vellos rozando mi piel.
Una delgada sábana envuelve nuestros cuerpos, creo que está dormido hasta que besa mi hombro.
—Buenos días, amor— en mi foro interno estoy gritando de emoción, se escucha tan bonito cuando lo dice.
—Buenos días, amor— me siento un poco torpe. Sus manos acarician mi espalda, mi cuerpo reacciona ante su toque, me aferro aún más a él. Estar así juntos me hace cuestionarme si vamos a poder con lo que viene.
—¿Estás seguro de esto?— suspiro—No va a ser fácil.
—Nunca lo es — besa mi hombro —No voy a dejarte princesa, no voy a dejar a Scarlett. No permitiré que te haga daño — aunque ha pasado tiempo desde que lo vi aún temo por lo que pueda llegar a hacer, solo de pensar en que pueda quitarme a Scarlett me hace temblar como un pequeño cachorro asustado.
—Él tiene poder Log, tengo miedo de que me quité a mi hija— me levanto a mirarlo fijamente —No va a ser fácil, ¿Estás dispuesto?, ¿Vas a luchar conmigo para lo que venga?
—Voy a pelar por ti hasta el final de los tiempos si es necesario, no puede quitarte a Scarlett, no lo dejaré — asegura y aunque me tranquiliza un poco hay algo que no deja que lo haga por completo.
—Me tienes, y yo las tengo a ustedes. No voy a dejar que lo arruiné— besa mi mejilla.—No temas, podemos hacerlo— sonríe.
—Te amo, ¿Te lo he dicho?— le doy un beso casto en los labios.
—Me haces muy feliz— sonríe cuando me aparto de él —Estoy feliz de haber encontrado mi camino de vuelta a ti— junta su frente a la mía. —Te amo.
—No quiero arruinar este momento pero Scarlett no tardará en despertar para ir al colegio, y debo apagar la alarma.— antes de levantarme aspiro su aroma y cierro los ojos, el acaricia mi rostro.—Vamos— me alejo sin ser brusca y me levanto de la cama, envuelvo mi cuerpo en la sábana, busco mi ropa por el suelo.
—Este es tuyo— me entrega mi camisón, él se termina de poner los pantalones.
Me acomodo el cabello mirándome al espejo, ya que es un desastre y detrás de mí aparece él con su cabello despeinado.
—Soy un desastre— digo audible para mí sola, intentando aplacar mi cabello. Logan me mira sonriente y veo sus manos deslizarse en mi cintura.
—Me gusta tu cabello— dice aspirando mi aroma.
—Me gusta el tuyo también— me volteo a verlo de frente y paso mis manos a su cabello, lo enredo entre mis dedos.
—Te amo— susurra, se acerca lo suficiente para que crea que va a besarme y cierro los ojos esperándolo ansiosa, pero a cambio solo recibo un beso en la comisura de los labios—Es casi hora de que suene la alarma— abro los ojos un poco decepcionada.
—Log...
—¿Qué sucede?
—Sé que todo está bien entre nosotros ahora, pero aún no puedo dejar que Scarlett lo sepa. Necesito tiempo— toma mi mano y entrelaza nuestros dedos.
—Lo sé, voy a esperar lo que sea necesario, no tengo prisa.
— con su mano derecha toma mi mentón — Es difícil ahora, lo entiendo.
—Gracias— me hace sentir bien que lo haga —Ella te adora, sé que se alegrará cuando lo sepa, pero ahora con lo de su padre y eso no quiero aturdirla. Ha pasado por tanto estos últimos meses— pone su dedo en mis labios para que deje de hablar.
—Cuando sea correcto sé que lo harás, no te preocupes. Ahora ve y apaga esa alarma y deja de preocuparte por cosas así que yo entiendo. Recuerda que mis padres se separaron, sé lo que es eso— de algún modo me siento aliviada. Salgo de la habitación y entro a la de Scarlett que sigue durmiendo como ángel.
Apago la alarma y me doy una ducha, el agua me hace sentir renovada, levanto a Scarlett y la dejo preparándose para el colegio. Salgo de la habitación y en la cocina me encuentro a Logan, quién tiene el cabello mojado. Me recibe con una amplia sonrisa y un dulce beso en la mejilla.
—¿En qué te ayudo príncipe?
—¿Te parece bien unos huevos con tocino?— mi estómago ruge hambriento y él ríe.— Lo tomaré como un sí.
—Yo acomodo la mesa— tomo los platos de la alacena, doy media vuelta y me encuentro con él de frente.
—Puedo ayudarte— mira a ambos lados para cerciorarse de que nadie venga, quita los platos de mis manos y me abraza por la cintura, deposita un pequeño beso en mis labios con rapidez.
—Toma— me devuelve los platos y sonríe ampliamente.
El desayuno es tranquilo, Scarlett está emocionada por la obra de teatro, la idea de ser una princesa hace que sus ojos se iluminen de la ilusión.
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ATY (Suspendida)
FanfictionEsta es la tercera parte de un Fanfic llamado You're not alone. Empezó en 2012 en Facebook y ha terminado aquí por cosas del destino. Si quieres leer el principio de la historia aquí está el link --> https://www.facebook.com/media/set/?set=a.424...