La 3era Familia Guzmán Madrigal ||♡Mariano X Bruno♡||

Capitulo 10

Los Madrigal estaban exhaustos acostándose para dormir cada uno en su habitación.

Mariano aun no llegaba, Bruno y Camilo lo esperaban en su cuarto cuando el sueño comenzó en Camilo.

- Mamá...

- ¿Mm?

- ¿Puedo dormir en tu regazo?

- No prefieres la...

- No, quiero dormir ahí y... si puedes acariciar mi cabeza.- Dijo algo apenado.- Mi tía Pepa lo hacia, pero quiero intentarlo contigo... ammm... ¿puedo?

Bruno carraspeo un poco.- C-claro.

Camilo acomodo su cabeza en el regazo de Bruno dejándose llevar de las caricias en su cabello.

- Mamá... no estoy molesto solo quiero saber... ¿realmente fue muy necesario que te hayas ido?

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Camilo salio a caminar por Encanto, el día estaba soleado seguro su tía estaba de buen humor.
Su padre había llegado muy tarde por lo que ahora estaba durmiendo. 

- ¡Ahah! No.- Sintió sus tripas rugir.- Debo comer algo.

Se acerco a un puesto de tamales donde pidió unos, una señora le reconoció la cara rápidamente. Casi sin creerlo.

- ¿Camilo? ¿Camilo Guzman?

- Aha... ¿si? A usted no la había visto antes ¿acaba de llegar?

- Te conozco desde que tus papás estaban de novios jajaja fuiste la sensación de pequeño. Soy Flora.

- ¡Oh! Mucho gusto.- Beso la mejilla de la señora.- Camilo Guzmán Madrigal.- Dijo con orgullo sonriendo encantador.

- Jajaja sin duda te pareces a Mariano, también le encantaba presumir su belleza de joven, siempre sonriendo jaja hasta que tu madre lo... bueno... paso lo que paso.- Dijo en susurro lo último.

- ¿Quien qué? ¿se refiere a Bruno Madrigal?

- Si, el, desde que naciste se volvió mas superticioso, preocupado, angustiado, realmente tu madre lo cambio fue peor cuando lo abandono, contigo pequeño y solo. Dime ¿se volvió a casar?

- ¿Que? No.- Exclamo extrañado.

- Lastima, es un buen hombre, pero contigo ya no podía rehacer su vida.

Camilo esas palabras le estaban empezando a molestar. Nadie debía hablar de lo que no sabia.

- Lo siento señora, pero debo retirarme.- Se veía claramente molesto.- Con permiso.

Se retiro rápidamente de ahí hasta el hambre se le quito del enojo.

- Realmente ¿fue mi culpa lo que paso?

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7 años atrás

- ¿Que? ¡No! ¡no tienes la culpa de lo que paso!

- ¿¡Y por que mi mamá no vuelve!? ¡Llevo 2 años sin verlo!

- Camilo, cálmate mijo.- Dijo Felix.- Por favor, preocupas a la abuela.

- ¡No tío! ¡Espere mucho!

Atrás de las paredes una persona de cabello negro miraba al pequeño con preocupación.

- ¡Todos me mienten! ¡Ahahaha!

Camilo estiro sus rizos del coraje haciendo saltar a Bruno en su lugar, Agustín tuvo que agarrarlo para que se soltara.

- ¿¡Acaso no puedo saber de mi mamá!? .-Grito con rabia viendo a los adultos a los ojos.¿¡Que me ocultan!?

Ninguno supo que responder, Camilo se safó y corrió afuera de la casita.
Pepa se preocupo y comenzó a nublarse queriendo llover.

- ¡Camilo vuelve!

El grito de Bruno fue silenciado por un fuerte trueno que aproximaba la lluvia.

Camilo corría lo que podía con sus piernas hasta llegar a una parte del parque donde no caía la lluvia. Se sentó a llorar, no había nadie y el realmente extrañaba a su mamá.

- ¡Ey niño! ¿Que haces aquí?

Alzo la mirada viendo a la señora Guzman que iba hacia el aun con la lluvia encima.

- ¡Se esta empapando! ¡Vaya a su casa!

- ¿¡Y dejarte aquí!? ¡Ven! ¡Te llevare a tu casa!

- ¡No quiero ir a mi casa!

Se levanto con enojo haciendo puños sus manos.

- ¡Me ocultan sobre mi mamá! ¡Y no dudo, también sobre mi papá!

La señora Guzman sintió su corazon partirse. Su propio nieto la veía como desconocida, pero así lo decidieron sus padres.

- ¡Dije vamos! ¡Te llevare a tu casa!

Camilo hizo puchero, pero al final fue llevado a su casa. La señora Guzman se esmero para que no se mojara de la lluvia.

- ¿Donde estará?.- Pregunto Julieta sin calmarse.

La casita abrió las puertas mostrando a la señora con el niño quien venia apenado de lo hace rato.

- ¡Camilo! ¡llegaste!

- ¿Camilo?.- Susurro Bruno viendo a su pequeño con la mirada abajo.- Gracias a Dios.- suspiro aliviado.

Le sorprendió ver quien lo traía. Sabia que no era buena idea, pero la señora se mostró atenta con el niño.

- Vaya, si tiene consideración con su nieto.- Le dijo a la ratita a un lado de el.

- Lo encontré en el parque llorando por su mamá. ¿Acaso no piensan decirle? ¿Quieren que se entere por malas lenguas? 

Los Madrigal quedaron sorprendidos, no querían decirle toda la verdad, pero sino alguien mas lo haría. Llegaría el momento de hablar.

Presente

- No, no fui el culpable... pero tampoco lo suficiente para enfrentarlo.

Quedo con el mal sabor de boca de que no fue una buena razón para que Bruno y Mariano se quedaran y afrontaran todo como familia. Ya hablaría con ellos.