Heal me | KookTae

02

[...]

—¡Kim Taehyung! ¿¡Qué cojones haces todavía dormido!? —Irrumpió en su habitación con fuerza, viendo al castaño alzar la cabeza adormilado.

—Hmm..., cinco horas más —se acomodó en el colchón, hundiendo sus manos bajo la almohada, al igual que su rostro acurrucándose entre las colchas cálidas y almohadas suaves.

Sintió un impacto en la cabeza, chillando ante ese golpe certero a su cráneo.

–¿Qué mierda te pasa? ¡Déjame dormir, hombre! —Exclamó furibundo tapándose por completo con la frazada.

—¿Estás jodiéndome, verdad? —Jadeó incrédulo ante lo que veía—. ¡Mueve tu maldito culo gordo en este instante!

Tomó las esquinas de la colcha, halando de la misma, destapando así al chico que se había hecho ovillo en la cama.

—Joder, qué molesto eres, ¿acaso eres mi mamá? —gruñó con voz adormilada y ronca. Levantó la cabeza, vislumbrando al chico con las manos puestas en forma de jarra en la cintura, vestido con su uniforme celeste, y el semblante nada agraciado.

—No. Pero soy tu Hyung, y como mayor a ti, tengo más autoridad. Así que, o te levantas ahora, o te juro que voy a traer agua sumamente helada y te la hincaré por el ano, Kim.

Bufando, se acomoda boca arriba viéndole con el entrecejo fruncido.

—¿Por qué tanto escándalo por querer levantarme? Sabes que no despierto temprano, Yoongi. —Bostezó estirando su cuerpo en la cama.

El mayor sintió un tic en el ojo, por lo que antes de cometer asesinato, suspiró y juntó las manos mirando con toda la seriedad y paciencia —que por cierto se le agotaba con él— al menor.

—¿Si estarás bruto, verdad?.... ¡Hoy es tu día para presentarte en el hospital como residente, imbécil! —Vociferó exaltado.

Fue en ese momento exacto, donde toda actividad de pereza que estaba pasando el castaño, dejó de existir.

—Mierda. —Como un resorte, saltó de la cama comenzando a rebuscarse por la habitación sus pertenencias y vestimenta que debía llevar.

—Si Kim, mierda. No entiendo cómo no pusiste una alarma —lo regañó viéndolo ir de aquí para allá desesperadamente—. ¡Ni siquiera preparaste lo que ibas a llevar hoy!

—Min, no estás siendo de ayuda ahora, así que silencio por favor, ¿quieres? —lo vió fastidiado, seguidamente de correr al baño con algunas prendas en mano.

—Oh querido, no me estés echando la culpa por tu irresponsabilidad e impuntualidad. —Se cruzó de brazos viéndolo encerrarse en el baño—. ¡Es mejor que te des prisa, tienes treinta minutos para alistarte y correr a la parada!

Avisó antes de abandonar la habitación exhalando cansado. Ese muchacho iba a sacarle canas verdes.

El castaño tardó solo cinco minutos en asearse, vestirse lo más pronto, optando por unos simples pantalones de pinza de tiro alto gris, un cuello de tortuga negra, y unos mocasines.

Salió corriendo nuevamente hacia su alcoba, recogiendo un bolso donde metió mayoría de sus pertenencias. Roció algo de colonia, y tomando el bolso, salió disparado hacia la pequeña sala del apartamento, donde halló a Yoongi poniendo la mesa para el desayuno.

—Me voy Yoon —avisó tomando un manojo de llaves aproximándose a la puerta para abrirla, de no ser por el llamado del mayor deteniéndose ante ello.

—No tan rápido —llegó hasta su persona y tomando su brazo, colocó en sus manos una bolsa donde supuso que era el desayuno, y en su otra mano una manzana verde—. El desayuno es la comida más importante del día. Necesito que estés saludable y no quiero que descuides tu alimentación.