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Durante el receso del almuerzo, Taehyung decidió aprovechar el tiempo libre para explorar las dependencias del hospital y despejar su mente tras la breve discusión que había sostenido previamente con Jeon, y el caso que fue atendido con anterioridad.

El personal se movía con diligencia y premura por los pasillos, atendiendo y supervisando a pacientes de diversa índole. Sus pasos se detuvieron al llegar a urgencias, donde divisó a lo lejos una silueta conocida que no había visto en mucho tiempo.

Con una sonrisa de alegría, se acercó y tocó suavemente el hombro del joven que escribía en el mostrador de recepción.

Sorprendido por el contacto, el joven se volvió y se llenó de gratas sorpresas al encontrarse con el castaño de ojos avellana.

—No puedo creerlo... ¡Taehyungie! —Exclamó, riendo mientras lo abrazaba con fuerza, contagiando su risa al interpelado.

—Bogumie, tanto tiempo sin verte, querido. —Se separó un poco para mirarlo a los ojos, sin soltarlo por completo de las manos.

—Coincido plenamente —observó al castaño de pies a cabeza—, y veo que estás cumpliendo con tu residencia. Me alegra saber que sigues adelante.

Taehyung dejó escapar otra risa, percatándose de la vestimenta del joven—. ¿Paramédico? Pero si tú y yo estudiamos medicina juntos en la facultad —arrugó ligeramente el ceño, confundido.

—Ah..., es una historia larga —exhaló, esbozando una sonrisa hacia el joven.

—Necesito escucharla, porque tengo muchas preguntas y escasas respuestas -advirtió, señalándolo brevemente.

—Desde luego. ¿Te encuentras libre este fin de semana? —Se dio la vuelta para recoger los documentos que estaba firmando recientemente.

Taehyung parpadeó ante la propuesta, ¿acaso lo estaba invitando a salir...?

—Bueno, francamente no estoy seguro. Mi jefe es un hombre gruñón y no sé si me liberará hasta nuevo aviso —rodó los ojos levemente, mientras escuchaba la risa del paramédico.

—En ese caso, deberíamos coordinar un día para tomar un café o algo por el estilo.

El joven de lentes se ajustó brevemente el cabello antes de hablar, justo cuando el compañero de Bogum se acercó.

—Park, apresúrate. Tenemos otra emergencia que atender —observó al castaño a su lado—. Despídete de tu amigo, tendrán otra oportunidad para conversar —y sin más que decir, se dio media vuelta y se retiró del lugar.

Taehyung se quedó incrédulo ante lo acontecido, soltando una risa socarrona—. Tu compañero tiene un carácter interesante.

Bogum acomodó su radio en el pecho y tomó su mochila de medicamentos antes de dirigirse nuevamente a Kim—. Wooshik es un buen chico, aunque difícil de tratar. En fin, aquí tienes mi número —le entregó un trozo de papel con los dígitos escritos—. Nos vemos, Tae. Es un placer volver a encontrarnos.

Se despidió agitando la mano antes de marcharse por el mismo camino por el que había salido su otro acompañante.

Suspiró con anterioridad tras perderlo de vista. Dando media vuelta, se encontró con la elusiva mirada de Yiren, quien lucía una sutil sonrisa en los labios.

—¿Qué? —Inquirió el castaño deteniéndose para preguntar.

—Oh, vamos. No me digas que no te percataste de lo que acaba de ocurrir —rió acercándose al moreno.

—¿Acabo de tener una conversación con un viejo amigo...? —Dedujo frunciendo el ceño, lleno de desconcierto.

Yiren exhaló antes de encontrarse con sus ojos-. Querido, me resultas tan tierno. Casi diría que eres inocente y no comprendes lo sucedido —sonrió juguetona—. Está claro que ese muchacho siente atracción por ti.

Heal me | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora