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Las luces fluorescentes del K-Seoul Hospital brillaban con una intensidad fría, bañando los pasillos en un blanco impoluto que reflejaba el ajetreo constante del personal médico. En la sala de descanso, un oasis de calma en medio del caos hospitalario, Taehyung luchaba por concentrarse en el expediente médico que tenía frente a él. La imagen de Jeon, con su sonrisa arrogante y su mirada penetrante, se interponía en sus pensamientos, como un fantasma seductor que lo perseguía desde la noche anterior.
La cena en el restaurante italiano había llegado a su fin, pero la tensión entre ambos estaba lejos de disiparse. Al contrario, parecía crecer con cada paso que daban hacia el estacionamiento. El aire nocturno, fresco y cargado de anticipación, acariciaba sus rostros mientras caminaban lado a lado, sus brazos rozándose con cada movimiento.
—Debo admitir que sí fue divertido —rompió el silencio mirándolo de reojo—. Salir a explorar nuevos horizontes, ya sabes.
El castaño sintió un escalofrío bajar por su espalda ante aquello.
—¿Explorar? ¿Y qué exactamente te gustaría explorar, Jeon?
Sus miradas se encontraron, cargadas de deseo apenas contenido. El cirujano se acercó un poco más, sus labios casi rozando contra el oído contrario.
—Se me ocurren un par de cosas. Empezando por esa boquita tan blasfema que tienes.
El menor contuvo la respiración, su corazón latiendo desbocado.
—Estamos en público —rió nervioso.
—¿Y eso te detiene? No me lo parece por cómo me estás mirando.
Continuaron caminando, el juego de miradas y roces "accidentales" intensificándose con cada paso. Jeon, sintiéndose audaz, deslizó su mano por la espalda baja del chicl, provocando un jadeo ahogado en el otro.
—Tienes manos inquietas, ¿lo sabias...?
—No veo que te molesten.
Finalmente llegaron al auto del mayor, oculto en una esquina oscura del estacionamiento. En un movimiento rápido, el antes mencionado lo acorraló contra el Mercedes, sus cuerpos presionados el uno contra el otro.
La mano tatuada del hombre se deslizó a lo largo de la mejilla derecha del residente, este echando suspiros pesados por el toque sutil y ardiente a su vez.
Sus ojos conectados en un mar de deseo y excitación.
El pulgar subió a los labios carnosos, acariciando el bello inferior, Kim abriendo la boca levemente de donde salió un suave jadeo, secundado por su rosada lengua tocando la yema del dedo.
Soltando un gruñido, pegó sus labios en una fuerte unión, encontrándose en un beso apasionado y hambriento. Las manos del moreno se enredaron en el cabello del azabache, hundiendo sus dedos entre las hebras oscuras, mientras este agarraba las caderas del otro, acercándolo aún más. Sus lenguas danzando en una batalla por el dominio, gemidos ahogados escapando de sus gargantas.
Jungkook deslizó sus manos en una caricia arrasadora, bajando hacia el inicio de los glúteos de Taehyung, apretando los mismos, sintiendo cómo el menor daba un respingo ante el toqueteo inapropiado.
Se separaron levemente, Taehyung lamiendo sus labios, quitando el resto del labial brilloso que había quedado en los contrarios.
La mirada del doctor era prácticamente indescifrable sobre él.
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Heal me | KookTae
Teen FictionLa frenética sala de urgencias del K-Seoul Hospital recibía sin descanso una ola de pacientes con dolencias de todo tipo, desde el más insignificante hasta el más grave. Jeon Jungkook, un ascendente cirujano general, formaba parte de la vorágine dia...