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Un sonoro jadeo abandonó los labios de Kim cuando su cuerpo fue estampado contra la pared, sus labios siendo asaltados por el mayor en un beso con sabor a desesperación.

Sus lentes se escurrieron del puente cuando el cirujano lo tomó con dureza de la mandíbula para profundizar el movimiento de sus belfos unidos.

Se hundió en la cavidad bucal contraria, apretando su gran fisionomía sobre el menudo cuerpo del residente.

Se separó luego de un fuerte chasquido, viéndole con los ojos cargados de lujuria y desafío.

Lo tomó de las caderas, y como si de una pluma se tratara, lo dejó sobre la mesa, haciendo que algunos utensilios cayeran por el impacto.

No lo dejó decir nada, para volver a besarlo con rudeza, nada sutil.

Jaló de sus piernas para abrirlas y meterse entre las mismas, Taehyung sosteniéndose de sus hombros en un fuerte agarre.

Jeon tomó una respiración, antes de verlo nuevamente, para bajar a su cuello y comenzar a dejar un trazo húmedo por su garganta y parte de sus clavículas.

Sostuvo el extremo de la pijama celeste, antes de alzarla y quitársela en un brusco movimiento, dejando al descubierto su piel trigueña tan impoluta y fuera de desperfectos.

Atacó nuevamente su largo cuello de cisne, sintiendo al menor inquieto por su actuar, escuchando los suaves siceos que soltaba ante los estímulos.

Lo pegó hacia sus propias caderas, antes de friccionar las mismas en un delicado movimiento de pelvis, yendo y viniendo en un contorneo seductivo.

Respiró sobre su mejilla, sonriendo en un gesto socarrón, cuando los ojos del chico se apretaron, al igual que sus labios para evitar salir cualquier sonido vergonzoso.

Alzó la mano, tomando los anteojos, arrebatándoselos y dejarlos en algún lugar al azar.

—¡O-oiga! Tenga cuidado que sin ellos no veo nada —se quejó en un bajo murmullo, mirándole a los ojos algo molesto.

—No lo vas a necesitar ahora mismo —le dijo, antes de volver a unir sus labios y acelerar el movimiento de caderas.

El moreno apretó sus manos en la camisa oscura del doctor Jeon, sintiendo cómo la dureza de su cuerpo se contorneaba junto al suyo, enviándole corrientes eléctricas que iban directo a su pene.

Cuando sus pantalones estaban a punto de ser retirados, el tono de una llamada entrante asustó a ambos, teniendo que el cirujano sostener al muchacho, causando que ambos se vean a los ojos.

Y estuvo a punto de besarlo otra vez, de no ser que el molesto tono se hiciera presente de nuevo.

—Diga —habló algo tosco el azabache, escuchando la información a través de la línea. Kim pudo observar cómo su semblante cambiaba a uno más serio luego de lo que se le estaba explicando—. Está bien, iré en breve, hasta luego.

Colgó y depositó el móvil sobre la mesa, mirando al chico que tenía una interrogante plasmada en el rostro.

—Surgió una reunión de imprevisto y debo estar fuera, probablemente todo el día.

El joven médico simplemente asintió sin mucho más que decir. La verdad es que todavía estaba absorto en el momento que andaban besuqueándose sin un mañana por venir.

Se bajó de la mesa y en silencio se puso nuevamente la camisa y se acomodó los lentes junto al pelo.

El mayor estaba igual, todo bajo un silencio incómodo.

Antes de salir, se acercó, lo tomó del antebrazo para atraer su mirada ante él.

—Esto no ha terminado aquí —susurró Jeon sin desviar la mirada. Tomó su dispositivo móvil y tecleó algo con premura, antes de volver a enfocarse en Taehyung—. A más tardar a las nueve. Hablaba en serio cuando dije que voy a brindarte lecciones sobre obediencia. Nos veremos entonces.

Heal me | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora