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Suspiró profundamente mientras se apresuraba a tomar su bolso para salir con prisa fuera del recinto. Estaba frustrado, caliente y con ganas de una rica cena preparada especialmente por su hyung.
La noche había caído hace un tiempo atrás, trayendo consigo el paso de las horas alcanzando cerca de la medianoche.
Pasó por la recepción viendo a Yiren leer una revista de moda concentradamente.
Esta, al notar su presencia, alzó la cabeza y le sonrió al castaño: —¿Ya te vas?
Taehyung se detuvo y asintió suavemente: —Mi turno terminó, así que estoy apresurado para largarme de aquí —trató de no sonar tan despectivo debido a su estado casino.
—Bien por ti, yo tengo guardia nocturna hoy —rodó los ojos mientras lo veía.
—Oh, qué mal —dijo en cambio.
La pelinegra le apuntó con la revista: —Te burlas de mí, mocoso idiota.
El menor alzó las manos en son de paz antes de reírse nuevamente y terminar por despedirse de la enfermera.
Debía ir a la estación de trenes a ver si lograba conseguir un pase para el último llamado.
Al salir del hospital y dirigirse hacia la otra calle, una camioneta frenó dando un claxon que lo sobresaltó por el gesto.
Se detuvo a observar cómo la ventanilla se bajaba y revelaba la dulce sonrisa de su amigo castaño.
—¡Hola, Taehyung! —saludó entusiasta. —¿Dónde vas?
—Uhm, tomaré el metro, tal vez alcance el último...
—Nada de eso, sube, te llevaremos a tu casa —sonrió alegremente.
—¿Llevaremos...?
Tras la cabeza del mayor, se asomó la melena oscura de Minseok saludándole con una mueca agradable.
—Vivimos en la misma localidad, así que decidí llevarlo todos los días —informó. —Tu apartamento nos queda de ida, así que sube, te llevamos.
No rechazó la oferta, la verdad es que estaba cansado para caminar un par de cuadras hasta la estación.
Subió al vehículo y se pusieron en marcha por la nocturna y bastante concurrida ciudad de Seúl.
Taehyung se apoyó en el asiento bajando su bolso a un lado para cerrar los ojos y suspirar debido al estrés del día.
Escuchó a los otros dos hablando sobre su día y comentando respecto a sus nuevos pacientes.
—Disculpa, Taehyung —llamó Ethan a través del espejo retrovisor, con voz cargada de preocupación.
El residente médico, aún con los ojos cerrados, respondió somnoliento—: Dime.
—¿Has logrado dar con Jeon? La verdad es que desapareció durante toda la tarde y cuando nos informaron que fuiste en su búsqueda, pensamos que lo habías encontrado.
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Heal me | KookTae
Teen FictionLa frenética sala de urgencias del K-Seoul Hospital recibía sin descanso una ola de pacientes con dolencias de todo tipo, desde el más insignificante hasta el más grave. Jeon Jungkook, un ascendente cirujano general, formaba parte de la vorágine dia...