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Una nueva mañana se alzaba gloriosa en las calles de Seúl. Para la buena fortuna de Taehyung —casi nada—, hoy pudo prepararse de manera tranquila, sin prisas ni contratiempos. Desayunó placenteramente, esperó pacientemente el autobús y llegó con premura al trabajo.
Caminó hacia los vestidores donde se encontró con sus compañeros, quienes estaban cambiándose de ropa para el trabajo.
Después de que todos estuvieran listos, se reunieron con los demás en un punto de encuentro con Jeon.
El jefe de residencia ya estaba allí, sosteniendo una tableta y leyendo algunos artículos de manera concentrada.
Al ver que todos estaban presentes, los miró brevemente antes de suspirar—. Buenos días, residentes —saludó con la frialdad que siempre le competía, recibiendo el mismo gesto con una venia respetuosa—. A partir de hoy, se les asignará casos a cada uno para evaluar su desempeño.
Tomó un iPad y se lo entregó a Haneul, quien lo miró con curiosidad—. Mujer de treinta años con dolor de cabeza y fiebre desde hace dos días. Analiza su caso —Asintió, examinando rápidamente la información presentada.
Tomó otro dispositivo y se lo pasó a Seoyeon—. Niño de cinco años que se cayó jugando en el parque y ahora presenta un leve dolor e hinchazón en el brazo izquierdo.
Continúo con Miyun, la misma que la observó con algo indescifrable en las facciones—. Mujer de cincuenta y seis años con antecedente de hipertensión arterial que acude por mareos y palpitaciones.
Siguió con Minseok—: Adolescente de quince años que acude por lesión en la rodilla causada en un partido de fútbol.
Pasó junto a Ethan—. Hombre de sesenta y cinco años con tos crónica y problemas para respirar. —Se alejó para verlos mejor—. Ahora que ya empieza sus turnos, quiero que trabajen con diligencia y siempre atentos, estaré monitoreando sus actividades cada cierto tiempo —vió asentir a todos—. Vayan, y no fallen.
Ante las instrucciones del hombre, se esparcieron por los pasillos.
—Uhm, doctor Jeon... falto yo. —Dijo Taehyung acomodándose las gafas.
El azabache observó al menor y asintió ante él—. Lo sé, tú vienes conmigo, andando. —Señaló mientras comenzaba a caminar hacia urgencias.
Taehyung siguió a Jeon mientras pensaba en cómo podría ayudar en el hospital ese día. Al llegar a la sala de urgencias, notó a una joven sentada en una silla, aparentemente agotada y con un gesto de malestar en su rostro.
Curioso como siempre, Taehyung se acercó a ella y comenzó a entablar una conversación casual.
—Hola, ¿cómo estás? —saludó Taehyung con una sonrisa amigable—. Me llamo Taehyung, ¿y tú?
La paciente levantó la mirada sorprendida por la amabilidad del joven médico y respondió con voz débil—. Hola, Taehyung. Me llamo Leena. Estoy bastante cansada últimamente y no me encuentro muy bien.
Taehyung, con su instinto observador, notó algunos indicios que le llamaron la atención. La palidez en el rostro de Leena, el tono de voz apagado y la expresión de agotamiento hicieron que sospechara de una posible enfermedad subyacente.
—¿Has tenido fiebre o dolor de garganta recientemente?
La fémina asintió débilmente—. Sí, he tenido fiebre y un dolor de garganta persistente durante los últimos días.
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Heal me | KookTae
Teen FictionLa frenética sala de urgencias del K-Seoul Hospital recibía sin descanso una ola de pacientes con dolencias de todo tipo, desde el más insignificante hasta el más grave. Jeon Jungkook, un ascendente cirujano general, formaba parte de la vorágine dia...