Te amo (Kakashi x TN)

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Narra T/n:
-Qué esta pasando? Por qué están tan serios? Sea lo que sea no debe ser bueno para que esten los dos sentados  hablando de esta manera-. Dije
- Calmate hija, no es precisamente malo, pero es algo importante que ha sucedido, tu madre te explicará-. Dijo mi padre.
-Verás... Fugaku, el padre de Itachi, se ha acercado personalmente a hablar conmigo hoy por la mañana, por supuesto de manera muy respetuosa. Como sabes, el es el lider del Clan Uchiha. El clan al cual yo pertenecía antes de casarme con tu papá. Ellos hace poco se han enterado de que tienes un sharingan. Y por algún motivo quieren que en lo posible el sharingan se conserve en dentro del Clan Uchiha, por eso Fugaku vino a preguntarnos que nos parece si vamos a vivir al distrito Uchiha. Primeramente me negué pero luego lo pensé y no me pareció tan mala idea, no tendriamos que pagar renta, nos quedaría mas cerca el trabajo y tu tendrías acceso a los campos de entrenamiento privados. Por supuesto queremos saber tu opinión pero es un hecho que nos mudaremos-. Dijo mi madre.
-Qué? Aguarda, qué? Esto es demasiado-. Dije
Vivir en el distrito Uchiha no significaba algo malo pero, por qué? Por qué de la nada Fugaku ofreció esto de un día para el otro? Qué tiene que ver el sharingan y una cosa con la otra?
-Sinceramente no me agrada la idea, yo estoy bien aquí, pero sino no me queda otra...iré con ustedes-. Dije apenada.
-Bueno hija, no te apenes, seguro tendrá sus cosas positivas vivir allí, en un lugar tan apartado de la ciudad, a ti que no te gusta el ruido del centro seguro te encantará-. Dijo mi padre.
Sí, pero me quedará aún mas lejos la casa de Kakashi. Pensé.
-Bueno ya da igual, mañana Kakashi vendrá a cenar así que si tienen algo que hacer cancelen sus planes, hace un mes quiero que venga a cenar y ustedes nunca están-. Dije.
Aunque la verdad no me daba igual, no quería mudarme para nada.
Salí de mi casa, muy enfadada, con el paso apurado y conteniendo las lágrimas, tengo un mal presentimiento o será que esta situación me puso muy ansiosa? Cuando todo va bien siempre tiene que pasarme algo. Debería preocuparme? Mi hogar es donde esta  mi familia, no donde quede mi casa. Quizá ese pensamiento podía hacer que me agrade la idea de mudarme, será que a mi me cuestan demasiado los cambios? Como sea, debía contarle a Izumi, si ella fuera mi vecina, podria no estar tan mal el distrito Uchiha.
Fui hasta su casa, el barrio donde también estaría mi futura casa, toqué la puerta de su casa, pero nadie respondió. Triste volví a mi casa, también tenía que contarle lo sucedido con Kakashi, seguro se alegrará.
De camino a mi casa me di cuenta que aún no quería volver, entonces me quedé sentada en la banca de un parque, pensando en todas las cosas que me habían pasado en estos últimos meses......

Narra Kakashi:
Caminando por la aldea vi a lo lejos la figura de T/n, sentada, mirando hacía la nada con la mirada pérdida, muy pensativa. Algo le habrá pasado? Me acerqué a averiguar que era lo que estaba pasando por la cabeza de mi amada.
-En que tanto piensas? Se puede saber?-. Dije tocando su cabeza con mi libro.
Se sobresaltó y me dirigió una mirada de enojo. Aunque luego aparto la mirada de una manera muy triste.
Algo estaba pasando. Me senté a su lado.
-Qué pasa amor?-. Pregunté tomando una de sus manos.
Aunque quiso, no pudo evitar sonreir. Seguía teniendo una mirada muy triste.
-No es tan malo como parece. Solo que me mudaré con mis padres al distrito Uchiha-. Dijo.
-Y? No estas feliz? Estarás cerca de tu amiga-. Dije.
-El padre de Itachi nos ofreció mudarnos gratis, sin pagar renta, solo porque quiere que el sharingan se conserve dentro del distrito-. Dijo
-Y eso te molesta? Te molesta que sea por eso que se mudarán?-. Pregunté.
-Si, además, nunca me he mudado. Pero no te preocupes, estaré bien, ya se me pasará-. Dijo.
-No quiero que estés triste, sabes que cuentas conmigo-. Dije mirando sus ojos.
Sus ojos, dos perlas gigantes que me encantaban, me encontraba ante el ser mas hermoso que existe. Besé su frente y luego la abracé.
-Tienes hambre? Vamos a casa a cenar-. Dije sin despegarme de su cuerpo.
-Eso me gustaría, pero primero quedemonos un rato más así-. Dijo.
-Como diga, mi señora-. Dije riendo.
Ella también se rió y mi corazón se lleno de amor, nunca antes había sido tan feliz...