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Mis acciones fueron meramente, porque estaba celosa. No había lógica en lo que hacía, pero me negaba a aceptar que Mina me estuviera superando.

Mina llegó rápidamente hasta donde estaba y se paró en medio de la joven, con apariencia de maleante y yo.

— ¿Por qué no la has dejado pasar? —preguntó molesta y se cruzó de brazos, parecía que estaba disfrutando verme hacer un escándalo por ella.

—Este es tu lugar de trabajo, si no tienes suficiente como para que creas que puedes traer amigas aquí, entonces díselo a Jihyo. Te aseguro que ella estará feliz de pasarte trabajo.

Mina retrocedió un poco, parecía que no sabía que decir, pero estaba equivocada, ella era una abogada después de todo.

—En ninguna parte del reglamento de trabajo impide que tengamos visitas. Si no estás conforme deberías cambiar las reglas, y aplicarlas para todos. El esposo de Jihyo y sus hijos vienen a dejarle de comer al menos dos veces a la semana. Tu madre viene a ver a tu padre, he visto al  hermano de Kyungsoo en su oficina más veces de las que mis dedos pueden contar.

—Esposo, madre, hijos, hermanos, entiendes la diferencia.

Mina llevó su mano a su cabeza, parecía que le estaba doliendo así que preocupada puse mi mano en su frente.

—Si te sientes mal, toma una aspirina.

Me apartó de un manotazo que a ella misma le sorprendió.

—Es mi pareja —dijo de la nada, pero me negué a creerle. Mina ya había dicho que era lesbiana, prácticamente todos en la oficina lo sabíamos, así que, la joven no tenía por qué mentir diciendo que era una amiga.

— ¿Por qué mientes?

—Si quieres creer que miento, es tu problema y es mi horario de salida, no tienes por qué molestarte, no tienes ningún derecho.

Recalcó lo último, ahora comprobaba que ella sabía que estaba celosa y lo estaba disfrutando.

—Necesitas cuidar la imagen de la firma, así que deberías pensar bien a quienes invitas.

—Dudo que a la empresa le venga bien una demanda por discriminación, los titulares de la prensa estallarán —la desconocida comentó, mirándome directamente a los ojos, parecía que quería retarme.

— ¿Te crees muy valiente?, Ni siquiera podrías conseguir un abogado dispuesto a demandar a este despacho, aquí se encuentran los mejores.

La joven pasó su mano por la cintura de Mina, acercándola a ella y la miró a los ojos.

—Corazón, ¿Tú qué opinas?

—Opino que estoy harta de esto. Pero tampoco voy a permitir que te juzguen por tu apariencia —Mina habló y me miró seriamente—. Dejemos esto por la paz, pero espero que no vuelva a suceder Nayeon, díselo a la recepcionista. Me conoces y sabes que prefiero terminar las cosas fáciles y del modo fácil. Pero no conoces a Minatozaki Sana y lo que es capaz de hacer, medita en tus acciones y piensa en cómo se verían las portadas con el título de "futura directora del despacho Im, discrimina a su empleada y la pareja por ser lesbiana y tener tatuajes".

—Debes estar bromeando —reí de mala gana, pero Mina seguía terriblemente seria y la otra mujer, aún aferrada a su cintura.

—No bromeo, cuando estabas en la universidad querías que el despacho se volviera la imagen de la justicia, crees que lograrás eso, teniendo empleadas como Hyuna y comportándote como lo acabas de hacer.

—Corazón, es mejor que nos vayamos, ya has dicho todo lo que tienes que decir y por su expresión, ella ha entendido.

Mina miró a la chica y asintió, la tomó del brazo y caminó a su lado y la imagen fue desgarradora. ¿Se habrá sentido así?, cuando Mina me vio caminando al lado de Kyungsoo.

La cabeza empezó a dolerme, subí a mi oficina y le pedí a Kyungsoo que fuera solo a casa. No tenía ni el humor y las ganas de pasar tiempo con él.

Decidí avanzar en mi trabajo y cuando me di cuenta, unas lágrimas mancharon las hojas de papel.

Odiaba mi vida, todos los días fingiendo que amaba a mi esposo, tomando su mano y obligándome a besarlo. Tratando de ser amable para que él no se diera cuenta que no lo amaba, fingiendo estar ocupada para no tener relaciones con él.

Odiaba ver a Mina, y el concepto de tenerla tan cerca y al mismo tiempo no tenerla, quería estar con ella, reír a su lado, tocar su mano, o besarla. Todos los días era una tortura; sobre todo saber que jamás la tendría de regreso, ella había sufrido por mí, la lastimé y la dejé ir.

Ahora me molestaba verla al lado de otra mujer, una mujer que probablemente jamás la amaría como yo, con tantas fuerzas, ni con tantas ganas. Una mujer que ni siquiera se veía capaz de protegerla ni darle todo el apoyo que yo le di.

Ahora, Mina insinuaba que dejaría todo eso, todo por lo que había luchado por alguien como ella.

No me hagas reír.

Quédate con él [Adaptación Minayeon/ 2na]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora