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Había pasado más de un año en abstinencia, no era difícil teniendo en cuenta que mi vida es aburrida y las personas pensantes y responsables como yo, no follan en la primera cita.

Así que el dolor en mi espalda baja y piernas se extendió por varias horas. En la mañana, antes de ir al trabajo, me vi obligada a ir a una farmacia para pedir un anti-inflamatorio y por la tarde, gracias al cielo, el dolor se redujo bastante.

Fue un día agitado, tuve que ir a la fiscalía y posteriormente al juzgado, de nuevo regresé a la fiscalía y para finalizar el día, visité al médico legista, para solicitarle una revaloración de un dictamen psicofisiológico que había realizado a una víctima dónde había exagerado las lesiones. Tratar con estas personas, siempre terminaba en una lucha verbal, lo peor de todo es que no podía maldecirlos ni faltarles el respeto, al menos no directamente.

No me importó que había pasado todo el fin de semana en casa de Sana, le dejé un mensaje a mi madre y le dije que me quedaría con ella de nuevo.

Estaba ansiosa por tener sexo, una vez que lo tienes, es difícil dejarlo ir. Pero Sana no estaba en casa cuando llegué así que esperé afuera por alrededor de veinte minutos hasta que decidí marcarle.

No contestó y empecé a preocuparme, en mi mente, insegura y con falta de confianza, muchas historias locas se crearon.

Y ninguna de ellas se acercó a la realidad. Por supuesto, Sana tenía una cara cansada y devastada cuando llegó a casa, empujando una motocicleta inservible por la calle y me sentí avergonzada por el drama que me estaba creando. Así que decidí ser más constante en las consultas con Chaeyoung.

Hice que se sentara frente a la mesa y me encargué de hacer la cena, Sana ya estaba lo suficientemente cansada para siquiera mover un dedo.

—La llevaré mañana con un mecánico que conozco, cuando le llamé me dijo que la revisaría y haría lo posible por tenerla en dos días, mientras puedo usar el transporte público.

—Yo puedo llevarte —comenté, el local de Sana me quedaba de paso así que era un desperdicio que usara el transporte público. También podía usar eso de pretexto para quedarme a dormir con ella—. Y puedo recogerte.

—No quiero molestar.

Le di un beso en la mejilla y le puse delante de ella una taza de café con canela, ella lo bebió con gusto porque era su favorito, a mí me gustaba simple pero me gustaba un poco más consentirla.

—Eres mi novia, no hay forma de que me molestes.

Una vez que fuimos a la cama y empezamos a besarnos, no hubo forma de que pudiera parar, sí, Sana estaba cansada pero no lo suficiente para no tener sexo.

Hundí mis manos en las sábanas mientras sentía las fuertes embestidas que me daba con sus dedos, una y otra vez, sus gemidos roncos cerca de mi oído y la piel sudada que se pegaba a la mía. Era tan exquisito que dudaba que me cansara de ella.

Descansé mi rostro en su pecho, aún seguía sudada y no teníamos las fuerzas suficientes para limpiarnos, pero no le importó, con mi dedo tracé las palomas tatuadas en su abdomen, estas apenas y se veían por la falta de luz en la habitación.

Sana solía dormir completamente a oscuras, pero yo era un poco cobarde, así que terminé trayendo una pequeña lámpara en forma de pingüino, que estaba en mi casa y que no tenía ningún uso, Sana la odiaba, pero se aguantó.

A la mañana siguiente, nosotras no debimos haber tenido sexo, menos en el baño, es el peor lugar para tener relaciones; por supuesto en las películas y en los libros lo pintan como una maravilla, en la vida real el agua provoca menos lubricación y un coito más doloroso.

Quédate con él [Adaptación Minayeon/ 2na]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora