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Pasé por Sana en la mañana, dijo que no tenía planes para salir y que no necesitaba la motocicleta en ese momento. De todos modos, prefería que estuviera de nuevo en su poder.

Cuando abrió la puerta, dio signos de que todavía estaba durmiendo. Bostezó una y otra vez mientras se cambiaba con ropa deportiva, en realidad, sólo se metió en unos pantalones y se puso una sudadera.

—Estoy lista.

Ni siquiera se había peinado el cabello, sólo se puso una gorra y un cubre bocas para verse presentable.

De camino a la oficina, me habló acerca de un tatuaje que realizaría, para un hombre molesto y machista que había hecho cita para ese día. Se quejó diciendo que si no fuera porque la comida no caía del cielo, hubiera rechazado el trabajo.

—Es un buen diseño, es un desnudo femenino, rodeado de flores y espadas. Si tan sólo fuera otra persona, lo haría feliz de la vida. Debiste verlo Mina, es el tipo de persona que con solo verla cae mal.

—Te entiendo, incluso yo recibo clientes con los que no quiero lidiar. Pero tengo que atenderlos porque no me mando sola. Además hay personas que no merecen ser defendidas.

Recalqué, tuve algunos casos así, resolverlos fue una tortura. Por supuesto Im se aseguraba de que los casos estuvieran inclinados a nuestro favor antes de aceptarlos. Pero hubo casos que no quise tomar por mis propios juicios morales, Jihyo se ocupó de sermonearme. Aun así aceptó mi decisión advirtiéndome, de ante mano, que no siempre se haría mi voluntad y que no tendría futuro, si seguía por ese camino.

Saludé al guardia de seguridad del estacionamiento y subí a mi oficina cuando Sana, se fue.

Sería otro día largo de trabajo. Estaba meditando en pedir unas vacaciones, pero dudaba que me las otorgaran, al menos no durante los próximos meses, ni siquiera llevaba un año en el departamento de penal.

Me encontré con Kyungsoo en el elevador. Era la primera vez que lo veía llegar solo desde su boda con Nayeon. Verlo me hacía sentir mal, incluso cuando él no tenía la culpa de nada.

— ¿Cómo has estado Mina? —Preguntó, mientras se arreglaba el cabello—. Desde que te mudaste con Jihyo, ya casi no te veo.

—He tenido mucho trabajo, no lo hago adrede.

—Lo sé, aun así, te extrañamos, no es lo mismo sin ti, claro que Baekhyun es un buen chico, pero es muy serio la mayor parte del tiempo. Casi no habla y no nos deja poner música porque se distrae.

Reí un poco con él, hasta que llegamos a su piso, antes de que las puertas del elevador se cerraran me palmeó la espalda en señal de apoyo.

—Lo estás haciendo bien Mina, Papá e Im están muy contentos contigo, pero deberías salir más, vayamos a tomar el próximo viernes.

—No creo que deba salir a beber con un hombre casado.

—No seas tontita, iremos con Nayeon y los demás.

Parecía que no aceptaría un no por respuesta, por lo que no me dejó opción que asentir y despedirme. Fue un día más relajado de lo normal, tomé algunas entrevistas y realicé escritos; Dahyun y Momo eran muy útiles cuando se trataba de buscar información por lo que hacía que todo fuera más fácil.

El viernes llegó rápidamente, me vestí de forma casual. Sabía que me sentiría incómoda bebiendo con Kyungsoo y Nayeon y lo que menos quería, era sentirme que me asfixiaba con una pañoleta en el cuello.

La mayoría de mis compañeros estaban ahí, pero decidí sentarme a lado de Sehun, lo extrañaba mucho así que sería bueno hablar con él. Hicimos algunos brindis y platicamos de cosas que no fueran del trabajo. No me uní mucho a su plática, me limitaba a beber y conversar con Sehun sobre cosas triviales.

Eso fue hasta que cierta conversación empezó, Hyuna iba a casarse en tres meses, por lo que empezaron a hablar de sus relaciones amorosas. No tenía nada que decir a eso, seguía amando a Nayeon como si el tiempo entre nosotras no hubiera pasado. A pesar de haber estado concentrada en ignorarla, aún podía sentir su mirada en mí y todavía me dolía verla tomar la mano de su esposo.

—Mina cuando piensas tener un novio, no todo es trabajo, ahora tal vez así lo parezca, pero en unos años más, si sigues así, te darás cuenta que estás sola, sin pareja y sin hijos.

Sonreí, el consejo de Doyeon fue dado desde su perspectiva, no lo hizo para lastimarme, pero yo estaba cansada de asentir cuando me pedían que consiguiera un hombre.

Dejé mi vaso en la mesa, miré a Doyeon seriamente y me armé de valor. Me negaba a seguir mintiéndoles, no sabría cuáles serían las consecuencias de mi revelación y para ser sincera ya no me importaba lo que pensaran de mí. Todavía tenía una madre cariñosa y un hermano dedicado que siempre estarían para mí.

—Soy lesbiana —dije de forma tranquila, como era de esperarse, mis compañeros de trabajo se exaltaron. Todavía era un tema tabú y hablar sobre ello incomodaba a muchas personas.

Estaba segura que para quedar bien ante la sociedad actual, fingían que no había problema en ser lesbiana, pero dentro de sus casas, hablaban sobre lo anormal que era. Hubo un silencio incómodo por un buen rato. Podía sentir la mirada sorprendida de Nayeon, ella, menos que nadie podía creer que lo había dicho así, sin más.

—Vaya, no lo sabía —mencionó Doyeon con una sonrisa incomoda.

—No es algo de lo que vaya hablando así como así, quiero aclarar que no estaba en el closet, simplemente, nadie de ustedes preguntó sobre mi orientación sexual.

—Bueno, pero quiten esas caras, no es como que se acabara el mundo —Sehun tomó la palabra y empezó a beber. Los demás lo siguieron queriendo abandonar el tema, la única que no parecía conforme era Doyeon.

— ¿Acaso tu sabías Nayeon? —preguntó, pude ver como Im apretaba su puño de forma incómoda—. Después de todo ustedes eran buenas amigas, siempre estaban juntas. Aunque todos sabemos que pelearon porque apenas y se dirigen la palabra.

Doyeon parecía que no dejaría el tema, no quería rumores sobre Im y yo. A veces la imaginación volaba, por lo que era mejor que Nayeon lo negara, aun así, ella asintió.

—No es un tema de importancia mientras Mina siga trabajando como lo hace. Ustedes deberían aprender de ella.

Sonreí hacia ella. Sus palabras me conmovieron un poco, al menos valoraba mi esfuerzo.

—Vaya, ¿entonces por qué ustedes no se llevan bien? —Preguntó de nuevo Doyeon—. ¡No me jodas!, no me digas que fue por lo de su orientación sexual, amiga, ser homofóbica ya no está de moda.

No necesitábamos una futura directora con rumores de ser homofóbica en la firma, por lo que tuve que intervenir. Sonreí, fingí las mejores sonrisas de mi vida, que fueron dignas de un Oscar, miré a Nayeon directamente a los ojos.

—Nosotras no hemos peleado —dije mirando a mis demás compañeros—. Hemos perdido un poco más de contacto, por el cambio de oficinas, y porque ahora es una mujer casada, pero seguimos llevándonos igual que antes, ¿no es así Nayeon?

Volví a mirarla, nuestros ojos se cruzaba con dolor, aunque nuestros labios se curvearan en sonrisas, ella asintió y fue Doyeon quien está vez cambió de conversación, dejando el tema de mi sexualidad olvidado. 

Quédate con él [Adaptación Minayeon/ 2na]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora