Dejé escapar un gemido necesitado, había pasado sólo unas semanas desde que había hecho el amor, y aun así me sentía ansiosa por ella: por Sana.
La forma salvaje en la que me besaba me ponía la piel de gallina. A Sana le estaba costando tomar el control, cada que se movía para quedar encima de mí y no aplastarme, se quejaba por el dolor en su costilla. No era el momento adecuado; sin embargo, no había forma de que pudiéramos parar.
Moví mis manos por su cuerpo tonificado, llevándolas desde la espalda hasta el borde de sus pantalones, poco a poco, bajando su ropa interior, me permití tener todo el control, apenas permitiendo a Sana moverse, sólo empujándola contra la cama para ponerme a horcajadas sobre ella, preparándome para complacerla.
Se veía ansiosa y yo lo estaba también, bajé mi rostro para besarla, al mismo tiempo que me frotaba sobre su pelvis, posteriormente, pasé mi pierna derecha por encima de su pierna izquierda, de manera que nuestros genitales estuvieran en contacto, para comenzar con un lento balanceo, poco a poco su pasión se adueñaba de mi cuerpo y mi placer.
Cuando la alarma programada en mi teléfono sonó, me levanté, sólo para apagarla y volví a tirarme en la cama. Sana ni siquiera se había movido, seguía durmiendo como una bebé magullada.
Algunos golpes tardarían para sanar, ayer había estado muy preocupada para regañarla y después del sexo ya no pudimos seguir hablando, pero iba a darle un sermón tarde o temprano, además de que no me había aclarado a que había ido a la oficina, aunque podía adivinar que fue a tratar de arreglar nuestra separación.
Le di un beso en la mejilla por instinto y otro en los labios, ella abrió un ojo y lo volvió a cerrar.
—Me siento como la mierda —susurró y se tapó aun más con las mantas. Sonreí sin dejar salir sonido alguno, y la contemplé mientras dormía.
Cuando mi teléfono volvió a sonar me levanté para contestar, miré la pantalla y era Jihyo.
—Bueno — Dije.
—"Son las diez de la mañana, ¿por qué no te has presentado a trabajar?"
Jihyo parecía molesta pero no era mi culpa, así que no estaba dispuesta a escuchar un sermón de ella.
—Pregúntale a Nayeon, me ha despedido, pasaré al rato por mis cosas.
—"¿Pero de qué rayos estás hablando? , no puede despedirte de un día a otro."
—Lo hizo ayer por la noche, así que espero que cuando me presente tengan lista mi liquidación y de una vez te voy advirtiendo que debe ser muy buena, si no quiere que presente una demanda en la Corte. No pasé dos años trabajando en lo laboral por nada: despido injustificado, discriminación, incumplimiento de contrato, acoso laboral y sexual serán las palabras que adornaran mi escrito.
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Quédate con él [Adaptación Minayeon/ 2na]
FanfictionDejar ir a las personas, es más difícil de lo que parece y sin embargo totalmente necesario. Myoui Mina es una abogada dedicada a su trabajo, mantenía una relación secreta para muchos con Im Nayeon, hija del CEO del despacho jurídico para el que tra...