Quédate con él [Adaptación Minayeon/ 2na]

22

—No puedo creer que convivas todo el tiempo con personas como ella. Ahora entiendo porque eres tan prejuiciosa, no me puedo esperar menos— despotriqué furiosa mientras Mina manejaba, sabía que estaba siendo infantil, pero simplemente ver a esa mujer me había puesto de mal humor—. Es que, si hubieras visto como se comportó antes de que llegaras, me veía con esos ojos llenos de superioridad, como si yo fuera menos que basura.

Mina dejó ver una sonrisa burlona que no sabía si estaba dirigida a mí o a ella.

—No tienes que molestarte tanto.

— ¡No la defiendas Mina! —Dije un poco exaltada pero sin llegar a gritarle—. Que uno sea humilde, no le da el derecho de tratarnos así. Miró mis tatuajes con repulsión, cuando son preciosos.

Mina sonrió más burlona que antes, sin despegar la mirada del camino.

—Pareces una mujer incomprendida Sana, no te preocupes eres mucho mejor que ella.

Me relajé un poco, Mina no tenía la culpa de lo que había pasado, y no tenía por qué escuchar mis palabras, basadas en mi mal humor.

—Bueno fue divertido cuando la retaste, espero que no tengas problemas por eso.

—Probablemente los tendré, pero dudo que me despida, estoy preparada para demandar, tengo firmado un contrato por lo que resta del año. Nayeon podrá perder los estribos a veces, pero cuando se tranquiliza analiza todo y acepta sus errores.

—Me cayó mal, ¿Todos tus compañeros de trabajo son así?, visten cómo princesas mientras te miran con superioridad.

—No visten como princesas Sana. Y no, no todos son así, hay peores —Mina sonrió burlona, parecía de buen humor a pesar del ambiente problemático del que acabamos de salir.

—Pero tú no eres así, no niego que eres prejuiciosa. La primera vez que nos encontramos me rehuiste como si fuera una criminal, pero no me miraste como si fueras mejor que yo.

—Me tienes en un alta estima Sana, cuando te conocí creí que eras una criminal. Ya me disculpé por eso, no era muy diferente a mis compañeros, pero traté de comprenderte porque no deseaba que mi hermano fuera mirado de esa misma manera. Y odio que él tenga que ocultar quien es, porque los tatuajes son parte de su vida, como estoy segura, lo son para ti.

—Al menos te disculpaste —dije con un puchero. Me di cuenta de que Mina era más parecida a esa tipa de lo que había pensado y sólo lo estaba excusando porque la conocía.

—Lo hice, pero para ser sincera. Si no fuera por mi hermano, nunca me hubiera acercado a una chica como tú. Nunca te hubiera conocido y visto detrás del caparazón, porqué al final sigo siendo prejuiciosa.

—Ya no sé qué decir, eres demasiado sincera y has aplastado todos mis argumentos.

Mina volvió a reír, parecía que no me tomaba enserio.

—Eres linda, me alegra haberte conocido.

Sonrió de nuevo pero esta vez, no hubo ningún toque burlón, lo decía enserio. Y la declaración me dejó en shock.

—Me agradas también.

Seguimos platicando el resto de la noche, Mina sólo hablaba del trabajo, pero aun así me gustaba escucharla, tenía un tono de voz agradable. Se expresaba bien y usaba muchas palabras que no conocía, no decía groserías. Era el tipo de persona a la que siempre quieres tener a tu lado.

Me llevó de regresó a casa alrededor de las once de la noche, se negó a pasar diciendo que era tarde y que tenía sueño, pero me dijo que pasaría mañana por la noche a dejar mi ropa. Así que la despedí y entré a casa, se sentía completamente vacío.