Miré a Sana terminar el tatuaje, que le estaba haciendo a una chica en su seno y sólo verla me hacía querer llorar. Era algo por lo que nunca pasaría y me gustaba mi cuerpo libre de tinta.
Pero no me molestaba la tinta en el cuerpo de Sana, la hacía ver de alguna y otra forma sexy.
—Si sigues mirándome de esa forma me vas a distraer, por qué no vas a casa, tengo la tarjeta llave en el escritorio te alcanzaré en unos minutos.
—Me quedaré a esperarte.
—Por favor no la distraigas, no quiero que arruine mi seno —dijo la joven con una sonrisa.
—Me pondré a leer una revista —dije y sonreí, nunca se había quejado de que la viera trabajar, ella fue la que había dicho que nada tenía que cambiar entre nosotras sólo por volvernos novias, aparte del sexo y los besos, pero parecía que no iba a ser tan literal.
En el transcurso del camino, medité sobre decirle a Sana sobre mi conversación con Nayeon, y me di cuenta que no era el momento. Realmente no sabía cómo iba a reaccionar Sana si le dijera que Im intentaba divorciarse para volver conmigo, me pediría que renuncie, aunque esta misma mañana me hubiera dicho lo contrario. Era ilógico que alguien fuera feliz mientras su pareja está siendo pretendida en su trabajo. Sana sólo trataba de ser comprensible conmigo.
Cuando llegamos a casa, me lancé al sillón y encendí el televisor poniendo un canal de mi gusto. Sana minutos más tarde puso la cena en la mesa de centro y un café con canela con un olor agradable.
Vimos el último drama, Sana se había acostado a lo largo del sillón y recargado su cabeza en mis piernas, a mí me gustaba pasar mi mano por su cabello y acariciar sus orejas, aunque ella se quejara de lo último de forma nerviosa, yo lo hacía más, sólo para molestarla.
—Múdate conmigo, no ahora, sé que primero debemos de tener algunas citas, pero me gusta tenerte cerca. Además trabajas mucho y yo también, será difícil verte diario, y todo el tiempo estoy pensando en ti.
—Es cierto que es difícil vernos diario, pero temo que sea apresurado vivir juntas por ahora, la gente cuando empieza a vivir junta se da cuenta de cómo es realmente una persona, temo ya no gustarte cuando veas que no me gusta bañarme todos los días, mejor esperemos a que estés más enamorada de mí.
Sana sonrió y se alzó para besarme, tomó mi rostro entre las palmas de sus manos y siguió besándome hasta que nos faltó el aire.
—Tienes razón, a veces ronco, entre otros detalles.
Sonreí y la besé de regreso.
En la oficina, corrió el rumor sobre el divorcio de Nayeon como la espuma, me sorprendió que de verdad lo estuviera haciendo, pero me alegraba. Kyungsoo merecía ser feliz, sabía que iba a sufrir, pero con el tiempo él entendería que fue lo mejor.
Las chicas también estaban hablado del tema, en vez de concentrase en el trabajo así que las motivé a trabajar prometiéndoles pizza.
Por la tarde Kyungsoo entró a mi oficina, se veía realmente lamentable.
—Quiero que me digas, ¿Quién es el hombre con el que Nayeon me engaña? —me preguntó seriamente, ni siquiera le importó que las chicas lo escucharan.
—No sé de qué estás hablando, no tengo ni la más mínima idea —respondí, sabiendo que él no se iba a rendir fácilmente.
—Lo sabes, no me mientas, dime quien es, no voy a darle el divorcio a Nayeon.
Lo miré seriamente dejando lo que estaba haciendo de lado. Él tenía que entender, aunque sonara rudo y grosero.
—Si Nayeon te está pidiendo el divorcio es porque no te ama, no seas un hombre lamentable y realiza un acuerdo con ella donde ambos salgan beneficiados.
Él sonrió con descaro.
—Si no me amaba, nunca debió casarse conmigo, me ha humillado. Todos dirán que no fui lo suficientemente hombre para mantener a mi esposa a mi lado. Sabes como es este maldito país Mina.
No sabía que decirle, porque tenía razón. Él iba a ser humillado públicamente, las mujeres lo criticarían, los hombres también, hablarían a sus espaldas y probablemente nunca volvería a casarse.
—Sólo complicarás las cosas, si yo fuera tú, escogería mi paz —comenté, pero él negó.
—No voy a dejar a Nayeon para que sea feliz con otro hombre. Está bien, no me des su nombre, pero sé que lo conoces, así que quiero que le digas, que ni sueñe con tener a Nayeon, y si aún insiste con lo del divorcio. La hundiré.
Él no dijo nada más, se fue, azotando la puerta con molestia y con los ojos rojos y lagrimosos. Kyungsoo era fuerte, lo superará y si su opción es destruir a Nayeon y hundirla, se lo merecía.
Los siguientes días, Jihyo recibió un caso por asesinato a una familia importante, por lo que se concentró en eso y los demás recibimos más trabajo que de costumbre, así que me enfoqué en mis propias labores y me olvidé del tema de moda, que era el supuesto divorcio. También hablé con Chaeyoung, dijo que aceptaría darme consultas con un veinte por ciento de descuento, no fue difícil abrirme con ella y hablarle de las cosas que me afligían, después de todo, era una chica agradable y una amiga, fue como si hablara con mi hermano pero sin los sermones incomodos.
Después de escuchar la entrevista de mi próximo cliente y una vez que salió, me hundí en mi asiento. No era un caso que quisiera tomar.
— ¿No crees su versión verdad? —preguntó Dahyun y asentí—. Fue muy conveniente que las cámaras de vigilancia no estuvieran funcionando ese día.
—Entonces, en el momento en el que los sirvientes se enteraron de eso, se volvió una perfecta cuartada, por lo que usted puede convencer al juez argumentando que la mujer se aprovechó de que no funcionaban las cámaras de seguridad para incriminar a nuestro cliente del delito de violación. El hecho de que no fuera su día de trabajo deja la incógnita de que hacía ella en la mansión, Así que no es difícil argumentar que la mujer lo sedujo.
—Así es —asentí a Momo—, como te darás cuenta, es un caso fácil de ganar y el fiscal no tiene las pruebas suficientes para llevar al cliente a juicio. Los delitos de violación son difíciles de probar y siempre podemos desacreditar al psicólogo, además de que son tardados como el infierno y las victimas se cansan. Jihyo se enojará si no tomo este trabajo, porque es fácil de ganar, pero él lo hizo.
— ¿Entonces no tomará el caso? —Momo bostezó cansada, ya casi eran las 10 de noche y quedé de llevarlas a casa ante de ir con Sana.
—No tengo otra opción —le dije y tomé mis cosas—. Vámonos, las llevaré a casa.
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Quédate con él [Adaptación Minayeon/ 2na]
FanfictionDejar ir a las personas, es más difícil de lo que parece y sin embargo totalmente necesario. Myoui Mina es una abogada dedicada a su trabajo, mantenía una relación secreta para muchos con Im Nayeon, hija del CEO del despacho jurídico para el que tra...