39

771 88 4
                                    


Me apresuré a recepción y observé como los guardias de seguridad ya se habían reunido ahí, tratando de separar a ambas mujeres.

Reconocí a Nayeon, pero Sana se veía un poco diferente a la última vez que la había visto.

Me acerqué hasta ellas, con cautela. Los guardias trataban de detenerlas con poco éxito. Me imaginé una situación en donde tal vez hubieran unos empujones y un forcejeo, no algo que implicara puños, patadas y narices rotas, en este caso, la de Sana, Nayeon iba a entrenamientos de defensa cada que podía así que no había forma de que Sana pudiera ganar.

—Basta —pedí sin levantar la voz—, Sana detente.

Sana obedeció apenas me vio y Nayeon aprovechó la oportunidad para encestarle un buen golpe en su bonito rostro.

Lancé un gemido ahogado de pura preocupación y me apresuré a su lado.

—Mierda —se quejó Sana cubriendo su ojo.

—Oh por dios, ¿estás bien? —Miré furiosamente a Nayeon—. Eres una bestia.

Dije molesta, tratando de poder tener una vista del rostro de Sana, en ese momento Nayeon jaló de mi brazo y me acercó a ella.

—Me estoy divorciado por ti —susurró molesta y mirándome como si la hubiera traicionado.

—No Nayeon, no te estás divorciado por mí, te estás divorciando porque tu matrimonio es un fracaso. No me eches la culpa.

Me solté de su agarre y me apresuré a Sana, Momo estaba a su lado ayudando a limpiarle la sangre que salía de su nariz. Tomé a Sana del rostro y junté nuestras frentes.

—Lo siento tanto, es mi culpa. Vamos, te llevaré al hospital.

—Mina si das un paso más, date por despedida.

Nayeon me había amenazado y mi estómago dolió, jamás pensé que llegaría a esto. Jamás pensé que llegaría el día en que mandaría a la mierda algo por lo que tanto había luchado.

—Vendré por mis cosas mañana —dije, mis palabras dolieron pero después de todo, no habría un espacio ahí para mi tarde o temprano.

Jalé a Sana para dirigirnos a la salida, con ayuda de Dahyun y Momo. Miré la motocicleta de Sana estacionada afuera pero definitivamente, ella no iba a montarla esa noche.

Hice que Sana subiera al asiento del copiloto de mi coche, mientras que las pasantes subieron en la parte trasera.

—Las llevaré a casa rápidamente, tengo que llevar a Sana al hospital —les avisé y ambas asintieron, cerca de la casa de Momo había una clínica particular así que podría aprovechar—, pónganse los cinturones por favor.

— ¿Cómo te sientes Sana? —pregunté, tenía varios golpes pero me preocupaba el del ojo.

—Como la mierda —respondió mirando por la ventana.

— ¿Por qué rayos estabas peleando con Im?

—Me hizo enojar.

—A mí me hace enojar todos los días y no por eso me agarro a golpes con ella. Déjame decirte que no es sexy ver a dos mujeres pelear.

—Dijo que volvieron —mencionó y miré a las chicas por el espejo, ellas no sabían la relación entre Nayeon y yo. Y no deseaba que se enteraran, pero tampoco podía cortar la conversación de un momento a otro.

—Y le creíste.

—Terminaste conmigo y ella se está divorciando.

— ¿Y eso qué?, no hay forma de que regrese con ella o siquiera lo intente.

—Porque si lo haces serías una idiota —Sana siguió y me di cuenta que nosotras teníamos que trabajar más en la comunicación de pareja.

—Porque ya no la amo, porque en la única persona en la que puedo pensar todo el tiempo eres tú, estas semanas sin ti han sido un martirio y trato de entender tu perdida pero no entiendo porque me alejas.

—Porque soy una imbécil.

—Lo sé. No entiendo porque amo a una persona como tú.

—Porque soy increíblemente guapa y sexy —dijo de forma descarada y sonreí, luego cambió su expresión a una más seria—. Lo siento, no quise lastimarte o hacerte daño, así que vine a disculparme y a pedir otra oportunidad. Sé que no tengo derecho, pero también sé que te amo y no quiero perderte, y que haría cualquier cosa por ti.

Sus palabras me conmovieron, amaba mucho a Sana, amaba que viniera a disculparse, le había tomado tiempo, pero no era algo fácil la situación por la que pasaba.

—Yo no quiero invadir tu espacio personal, pero si te sientes mal y no sabes que hacer, me gustaría que te apoyaras en mí, no que me apartes. Creo que si vamos a intentarlo de nuevo, es importante dejar algunos puntos en claro, sobre lo que nos gusta y disgusta. En mi primer lugar, odio verte pelear como una animal.

Sana sonrió para sí misma.

—Pega fuerte la desgraciada —dijo quejándose y sobando su costilla.

—Te ha lastimado mucho.

—Sí, pero se me quitará con unos besos tuyos —sonreí y luego miré a Dahyun y Momo, ambas chicas parecían avergonzadas. Entonces yo también me sonrojé y me puse algo incómoda.

Finalmente llegamos a la casa de Dahyun, así que se despidió de nosotras y bajó rápidamente llevando a Momo consigo.

—Pasará la noche en mi casa —aclaró Dahyun—, será mejor que lleves a Sana unnie a atender sus golpes pronto.

Parecía que querían dejarnos solas, así que agradecí, preguntándome si volvería a verlas mañana. Después de todo, le había insinuado a Nayeon que dejaba el trabajo.

No fui a casa esa noche, después de que una doctora atendiera los golpes de Sana y le recetara algunos medicamentos, la llevé a su casa. Estaba limpio y olía a detergente de piso. Sana de verdad estaba haciendo un esfuerzo por cambiar. Había usado la blusa morada que estaba en su armario y que yo utilizaba porque ella nunca lo hacía, se había peinado con una coleta perfecta, sin cabellos sueltos. No era mucho a simple vista pero tratándose de Sana era algo grande.

La acompañé hasta su habitación e hice que se acostara en la cama. Sana estaba algo renuente pero finalmente obedeció, no tenía muchas opciones después de todo.

La desvestí mientras escuchaba sus bromas de acoso sexual y le ayudé a ponerse el pijama, finalmente me quité el molesto traje y me puse una de las playeras de Sana y me acosté a su lado. Pero me levanté y le envié un mensaje a mamá diciendo que no llegaría a casa. Esperaba que no se molestara.

—Dame un beso —Sana pidió cuando volví a acostarme a su lado.

—Tu rostro es un desastre, no voy a besarte así.

—Por favor —usó un tono de voz suplicante y no pude negarme, le di un beso en la mejilla—, otro.

Volví a besarla, pero esta vez en la boca, sus labios parecían hinchados pero correspondió a mi beso sin problema, profundizando y aprovechando para colar su lengua, mientras sus manos se aferraban a mi cadera y me presionaba contra su cuerpo.




Quédate con él [Adaptación Minayeon/ 2na]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora