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Me encontré con Kyungsoo en el elevador. Él estaba muy apuesto, como todos los días, pero tenía una mirada audaz y perturbadora. No había inocencia y delicadeza en ella.

Lo saludé e hice una reverencia, él siguió mis acciones con una sonrisa adornado su rostro y presiono los botones del elevador.

— ¿Cómo has estado Mina?

—Bien, un poco ajetreada con el trabajo —respondí, tratando de no parecer nerviosa o intimidada por él.

—Me alegro por ti, yo he tenido semanas muy difíciles. He estado sacando mis cosas del departamento de Nayeon, son muchas así que me cuesta un poco. Por cierto, ella te visita más seguido, parece que volvieron a ser amigas.

Era verdad lo de las visitas y debí saber que él lo sabría. El tono de su voz no me gustaba, me hacía estremecer, y me ponía la piel de gallina. Sus ataques estaban siendo muy evidentes.

—No tanto, le gusta hacerme perder el tiempo.

—Deberías tener cuidado, tu novia se podría poner celosa y enojarse.

Inmediatamente pensé en Sana, y el corazón se me oprimió, aún recordaba la última vez que la vi, su horrible apariencia y las terribles palabras que le dije. Me sentía como en una encrucijada, quería estar a su lado, pero no podía permitirme volver a destruir mi corazón.

No lo soportaría de nuevo. Aun así esperé por al menos una llamada o un mensaje de su parte y no hubo nada. No podía creer que estaba dejándome ir tan fácilmente. Finalmente recordé a Nayeon y como había desechado mi corazón a pesar de años de relación. Suspiré profundamente.

—Hemos terminado —dije, él me miró y supe que notó mi rostro inexpresivo.

—Lo siento mucho, tal parece que el amor no está de nuestro lado —se burló, tal vez en otro momento me habría causado risa, pero mi corazón era sensible en este momento. Aun así me obligué a sonreír.

—Tal parece que así es. De todos modos no importa, tengo otras cosas más importantes que hacer.

Él volvió a mirarme y pude ver un poco de lástima en sus ojos. Entonces, tallé las lágrimas de mis ojos avergonzada, batiendo mi cara y destruyendo el maquillaje que llevaba.

— ¿Es difícil no?, terminar una relación. Creí que funcionaria con Nayeon, di lo mejor que pude, traté de ser más lindo, de ser comprensible. Le cocinaba todos los jodidos días como si fuera un ama de casa y ni siquiera lo agradecía. En fin, así son las mujeres, ingratas y constantemente insatisfechas. No lo digo por ti claramente.

—Así son —acerté a decir—, y lo sé porque soy una mujer. Eres un hombre increíble Kyungsoo, Nayeon no vale la pena, ni tu esfuerzo.

—Curioso que esté escuchando eso de ti —dijo y sonrió—, se enojará si te escucha decir eso.

—No me importa es la verdad. Sé que lo sabes.

Limpié mi rostro con papel y me miré en la pantalla del celular para comprobar que no tenía restos de maquillaje.

— ¿Qué sé?

—No te hagas el inocente conmigo —estaba cansada de los rodeos y sus indirectas, así que fui un poco ruda con él mientras hablaba, pero sobre todo necesitaba saber si lo usaría en mi contra—, sabes de que hablo.

Él sonrió de forma plana.

—Te pregunté si ella tenía un amante y respondiste que no, pero había algo más, algo que no podías decirme. Pensé que éramos un poco cercanos y que serías sincera conmigo, pero no fue así.

—No es algo que yo deba decirte, era entre Nayeon y tú. No quería tener nada que ver.

—Y aun así lo tienes todo que ver —él se burló, no sabía si de mí o de sí mismo.

— ¿Cómo lo supiste? —pregunté, curiosa, realmente no quería verme involucrada en un divorcio. No estaba mentalmente preparada para eso.

—Por los collares, vi una foto tuya en el álbum escolar de Nayeon, usabas uno de los collares, busqué más fotos y de nuevo tenías el collar, uní algunos puntos aquí, allá y lo supe. No podía ser coincidencia, y aun así, no podía creer que dejaste que me casara con ella. Si me hubieras dicho la verdad desde un principio no estaría pasando por todo esto. Así que quiero aclararte que no eres mi amiga, que te desprecio y que si voy a destruir a Nayeon por haberse burlado de mí, no me importa arrastrarte con ella.

El elevador se abrió y él salió, me quedé ahí quieta, mirándolo mientras él se alejaba. Prácticamente me había aventado encima una sentencia y yo no podía apelarla.

Llegué a mi oficina, cansada y sin ganas de trabajar. Meditando si debía renunciar o seguir aguantando hasta que... Ya no pudiera más, de todos modos, el trabajo era lo único que evitaba que pensara en Sana. Si iba a casa, ya sea con una renuncia o un despido, me hundirá en la tristeza.

Lo peor de todo es que no sólo había perdido a una novia, sino a una amiga.

—De nuevo estás triste, ¿no te has arreglado con Sana unnie?

Negué a Momo y traté de sonreír para no preocupar a las chicas.

—Está bien, pasará.

—No lo hará, debes tomarte unas vacaciones —Dahyun acertó, realmente era lo que quería y necesitaba pero todavía quería ver que hacía Kyungsoo para vengarse y ver si debía o no preocuparme. Lo más probable era que sí.

—Estoy arruinada, creo que debo dejar la firma.

Dahyun y Momo me miraron sorprendidas, ambas con la boca abierta.

—No puedes. Es ridículo dejar tu trabajo sólo porque rompiste con tu novia, eso es decepcionante y la Myoui Mina que conozco, no es así —me avergoncé por las palabras de Dahyun y negué rápidamente.

—No es por Sana, pero se vienen tiempos difíciles y hay que estar preparadas.

Las chicas no parecieron entender, lo que era lógico, justo ahora parecía una loca delirando por sus propios problemas emocionales.

Así que decidí concentrarme en mis deberes.

Estaba a punto de llevar a las chicas a su casa cuando recibí una llamada por parte de la chica de recepción.

Tienes que bajar ahora —dijo la mujer preocupada —la directora está aquí, peleando con una chica que ha venido a verte. Tienes que detener esto antes de que se haga más grande y se enteren los demás.

Mi corazón empezó a latir con fuerza imaginando que se trataba de Sana, tomé mis cosas y me apresuré a bajar con las chicas detrás de mí. 


Que se armen los p*nches chingadazos

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Que se armen los p*nches chingadazos

Quédate con él [Adaptación Minayeon/ 2na]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora