The heart knows, the mind don't

6 | Mil maneras de decir "lo siento"

Días y días pasaron hasta que fueron dos semanas.

—Moony, ¿sabes dónde está James?

—Buenos días, Sirius, también es un gusto verte —. Bufó y rodeó los ojos, le echó dos cubos de azúcar a su café y continuó .— No tengo idea, no lo he visto desde esta mañana

—Ha estado muy extraño estos días, y no me lo vas creer —. Se sentó enfrente suyo haciendo crujir la cama e hizo a un lado su taza, Remus se vio obligado a levantar la mirada .— Ayer, en clase de Transformaciones, cuando llegué estaba sentado con... a que no adivinas quien

—Estoy muy interesado, no tienes ni idea —. Se notaba cansado y hablaba perezosamente, probablemente dormía hasta tarde estudiando por los exámenes cercanos.

—¡Con Malfoy! Charlaban como si fueran amigos de toda la vida, de esos que se comparten hasta los calzoncillos —. El castaño hizo una mueca de asco y tomó su libro de pociones avanzadas.

—Estoy rogando por que ustedes dos no hicieran eso

—¿Y desde cuándo es tan amigo de ese Malfoy? ¡Merlín, hasta se rieron juntos! —. Bramó ignorando por completo a Remus, este largó un suspiro cansado

—Tal vez maduró y decidió dejarse de rivalidades estúpidas

—Y una mierda, madurar es para frutas

—Sirius, ¿no has pensando que tal vez está pidiendo su ayuda para acercarse a Gwyllion? —. El animago se quedó quieto, paralizado, su rostro se suavizó mostrando una genuina preocupación solamente con escuchar el nombre de su hermana .— Ella es Slytherin, siempre está rodeada de otros de su casa, para acercarse y disculparse, ¿que mejor que otro Slytherin que le ayude desde dentro?

—Tienes razón... Carajo, es verdad —. Murmuró más para sí mismo, metió las manos en su cabello y se dejó caer nuevamente a la cama del castaño, sentía una profunda desesperación, por más que lo negaba extrañaba a ese pequeño diablillo, murmuró algo incomprensible y salió sin más de la habitación

Remus suspiró

—Es como vivir con un chihuahua —. Y volvió a meter la nariz en su libro

━═━═━═━═━═━═━═━═━

—¿Hablarás con ella?

—Lo pensaré

—Por favor, habla con ella

—Dije que lo pensaré

—Y yo te escuché, dos segundos es suficiente para pensarlo, ¿hablarás con ella sí o no? —. Se detuvo en seco, sus lentes se tambalearon del puente de su nariz cuando chocó con el rubio platinado, los acomodó con su dedo medio y mostró los dientes con una de sus sonrisas de fingida inocencia, con sus deslumbrantes ojos avellana .— ¿Lo harás?

—¿No dejarás de molestar hasta que diga que sí, cierto? —. Asintió vigorosamente .— De acuerdo

—¡Genial, gracias rubio! —. Se fue corriendo de regreso a la planta principal del colegio, Lucius sonrió negando con la cabeza mientras se frotaba las sienes

—No tiene remedio —. Entró a su sala común

━═━═━═━═━═━═━═━═━

Entró a la habitación, agotado, sudando

—Ya entiendo porque perdemos —. Se dejó caer a su cama murmurando cosas sin sentido, maldiciendo y jurando venganza por las barbas de Merlín.

—¿Ahora qué pasó? —. Escuchó desde la entrada, se dio la vuelta con todo su cuerpo y vio ahí, recargado en el marco de la puerta, al amor de su vida, bien, no pensó eso pero lo era