The heart knows, the mind don't

7 | Otra forma de empezar

¿Cómo empezabas a disculparte?

Había planeado ese momento por una semana y ahora que la tenía allí, enfrente suya, no sabía que hacer, que decirle, como pedirle disculpas finalmente.

Fui un idiota

Me equivoqué

Perdoname

Las palabras no salían

—Gwyllion, yo-

—¿Quieres pedirme disculpas?

—Sí, es que yo-

—¿Fuiste un idiota y no pensaste lo que decías?

—Sí, sí, lo que pasa es que-

—Quieres disculparte y no sabes como, no encuentras las palabras ni la manera de mostrar que estás verdaderamente arrepentido

—Siempre completas mis oraciones —. Murmuró

—Eres muy predecible, Potter —. Sonríe, esa sonrisa que pones al decir "Sé que soy hermosa, no necesitas decírmelo", esa sonrisa engreída que siempre llevaba consigo .— Creo que ya te he hecho sufrir demasiado

—Sí, tal vez me lo merecía —. Se acomoda los lentes .— Lo siento, sí? estaba molesto, con Severus, con Slytherin, con Minnie un poco, todo se me había juntado, todo me había salido diferente a lo que esperaba y simplemente me desquite contigo, no trato de justificarme, no sé realmente por que dije lo que dije.

—Sé que tu forma de pensar seguirá igual, por más que me gustaría cambiar esa parte de ti, esa parte que insulta y ofende a los Slytherin solo por... básicamente solo por ser Slytherin, sé que eso no cambiará, pero también sé que tú mismo te esforzaras en cambiarlo —. Asiente vigorosamente desacomodando sus lentes, se los vuelve a acomodar y sonríe tímidamente .— Te perdone hace mucho, Prongs, pero no olvidaré esto

—Está bien, tienes derecho a estar molesta —. Se abrazaron, ninguno estaba de acuerdo en como habían decidido resolver las cosas pero al final no se necesitaba decir nada más, Gwyllion sabía perfectamente lo que James estaba pensando y viceversa, no necesitaban muchas palabras, ambos anhelaban volver a ser los de antes de todo este embrollo.

Así que sólo se abrazaron, al tiempo las lágrimas comenzaron a caer y un millón de "lo siento" salieron al aire.

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—Moony

Suspira

—Hey, Moons

Se muerde la parte interna de la mejilla y rueda los ojos

—Remus

Es imposible callarlo

—Rems, Lupin

Seguirá y seguirá

—¡Remus Jhon Lupin!

—¿Qué quieres, Sirius! —. Juraría que vio una peludas orejas caninas agacharse con tristeza, Sirius hace un puchero y baja la mirada, nuevamente suspira, lo tenía a sus pies, o patas .— Lo siento, ¿qué sucede Pads?

—Cancelaron la clase, ¿vamos a pasear? —. Se sienta a su lado en la cama haciéndola crujir y apoya la cabeza en su hombro ocultando el rostro en su cuello, el licántropo se estremece al sentir su aliento cálido golpear su cuello, el lobo en su interior aulla extrañamente feliz al sentirlo acurrucado a su lado, el perro interno de Sirius mueve su cola de un lado a otro, Sirius por su parte retiene ese deseo de rodear su cintura con sus fuertes brazos, de pasar su pierna sobre las suyas y acurrucarse más cerca de su cuerpo que siempre está frío y cubierto de múltiples abrigos y la bufanda con los colores de su casa.

—Tengo que estudiar, Sirius —. Murmuró apenas formulando una frase, ahogándose con sus palabras y el calor corporal del animago, con su mano libre acaricia su larga melena, enlazando sus dedos con las hebras de su cabello negro, disimuladamente ladea la cabeza para olfatear el aroma al campo de Quidditch y perfume caro que emana del Black.

—Estudias día y noche, aprobarás, y aunque no estudiaras aprobarías, esa mente tuya es increíble —. Dice en un susurro permitiéndose más cercanía, Remus suspira con una sonrisa .— Aunque si quieres nos quedaremos aquí

—Quedemonos aquí, Sirius

·

·

—¿Echo las semillas?

—Aún no

Silencio, eso era lo único que había entre Severus y Regulus en esos momentos

Regulus observaba las manos de Severus cortando los ingredientes en pequeños y perfectos trozos, éste se mantenía callado desde que habían entrado al aula, Regulus se había ofrecido para ayudarlo a practicar la poción y el mayor apenas había accedido con un asentimiento de cabeza, y desde entonces sólo le había dicho un par de palabras, "haz esto" "vierte esto" "no hagas esto" "corta esto" era lo único para lo que le había dirigido la palabra.

—Severus —. Musita un uhm aún cortando, esta vez con cortes más erráticos .— Sev, debemos hablar

—Te he dicho que aún no lo eches, Regulus

—No es sobre la maldita poción —. Finalmente recibe una mirada, hasta entonces nota cuan nervioso estaba Severus también
.— Sólo fue un beso

—Somos amigos, Regulus, no fue "sólo un beso", y lo sabes

—Sí, sí, lo sé, pero si ese beso arruinará la relación que llevamos prefiero que sea eso, "sólo un beso", y que lo dejemos atrás, en el pasado —. En su garganta lentamente se va formando un nudo que le dificulta hablar, sus ojos pican y siente pinchazos en el pecho, sabía que eso pasaría, lo sabía y lo hizo, y ahora está ahí, como un estúpido, rogándole que lo olvide y vuelvan a ser los de antes, los que eran hace sólo unas horas, ese no era el plan, tenía un plan con Gwyllion y por un estúpido impulso lo había arruinado .— Si eso es lo que quieres, bien, lo olvidamos y ya está

—Así no son las cosas, Regulus, no puedes decir "lo olvidamos" y se olvida como si me hicieras un obliviate, no es así —. Se siente mal, se siente mal porque lo está viendo resistir las inmensas ganas que tiene de derrumbarse y se siente culpable, quiere mandar todo a la mierda y abrazarle, si llora que llore en su pecho con total libertad, si no lo hace que sólo disfrute de su calor, pero no lo hará, no lo hará por que sería arriesgarlo todo, sería pararse en la orilla de un precipicio, sobre una rama que apenas resiste y esperar un milagro para no caer, sería pararse frente a un hombre lobo fuera de sus cabales y esperar que no te ataque y te despedace

—Fue un impulso, fue algo del momento, olvidalo, Sev, por favor, te ruego que lo olvides

—No puedo olvidarlo

—Severus

—No puedo olvidarlo por que no quiero hacerlo, Reg —. El Black abre la boca como si estuviera apunto de decir algo, pero la cierra de inmediato, baja la mirada, vuelve a subirla, y otra vez abajo, se rasca la nuca, se revuelve el cabello, y después, con las mejillas rojizas, alza la mirada

—¿Qué?

—Dije que no quiero olvidarlo, la verdad que no

Se miran, se acercan, rozan sus manos con miedo y otro dubitativo, acercan sus rostros

Y no pasa nada.

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La disculpa tal vez fue muy vaga pero en algún punto, tanto James como Gwyllion sintieron que era estúpido seguir enojados.

En lo personal, yo no le habría vuelto a hablar en un buen tiempo, pero porque soy demasiado orgullosa.