The heart knows, the mind don't

18 | Familia

—¿No te parece extraño esto?

—Sé más específico —. Sirius y James estaban sentados fuera de la enfermería, esperando que les dijeran cómo estaba Remus

—Esto, nosotros, hace unas semanas estarían Gwyllion y Peter con nosotros, y ahora sólo somos tú y yo

—Bueno, es cuestión de la ocasión, Gwyllion se tuvo que ir, y Peter... Peter siempre desaparece, ya volverá

—Sirius, creo que no estás entendiendo —. Se giró en la banca para mirar al azabache, que también se giró .— Últimamente nos estamos distanciando, no lo sé, creo que... ya no somos los mismos de antes, a simple vista sí, pero algo no está bien, Gwyllion ha estado rara, Pete desaparece y se va a quién sabe dónde

—Tal vez Al sólo esté pasando por un momento difícil, no tienes que preocuparte, siempre seremos los cinco, con todo y las rarezas de Peter, tranquilo —. Lo pensó un momento y luego dijo .— Aunque tal vez debamos preguntarle que le pasa, pero Gwyllion me dirá si tiene algún problema, y si no, se lo preguntaré yo mismo, pero no hagas una tormenta en un vaso de agua, todo va a estar bien

—Me preocupa, sinceramente, hemos pasado tantos años juntos para que de repente todo se joda —. Suspira, se frota el rostro y cuando Sirius está apunto de decir algo, Madame Pomfrey abre la puerta y los interrumpe, indicándoles que pueden pasar, al entrar, Remus está recostado, está lleno de vendajes, pero los mira con una sonrisa

—Son demasiado ruidosos —. Murmura apenas los vé, Sirius se sienta en la silla junto a la camilla y le acaricia el rostro, nuevamente James se siente como un mal tercio entre esos dos .— No tienes que preocuparte de nada, James, Peter debe estar en las  cocinas pidiéndole comida a los elfos, y sé de la misma Gwyllion que todo está bien, sólo está algo confundida consigo misma... eso es todo

—Si lo dices tú debe ser cierto —. Sirius lo mira ofendido, pero no dice nada, Potter sonríe de par en par y se sienta en la orilla de la camilla .— Siempre seremos los cinco, a pesar de todo, somos una familia, ¿no?

—Aww, Jamie se pone sentimental —. El azabache se levanta de su silla y lo rodea con su brazos, revolviendo su cabello, Remus sólo mira la escena sonriendo débilmente estar con ellos es como estar en casa, y nada puede ser mejor que sentirse en casa.

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—Bien, todo está listo

—¿Tienes listas tus maletas? No entiendo para que trajiste tanto, sólo nos quedamos 1 día

—¿Qué? No, Lucius me pasará la tarea de DCAO —. Gwyllion se tira a su cama con los brazos abiertos

—¿Hiciste qué una lechuza volara hasta Hogwarts sólo para pedirle a Lucius que te pasara la tarea en cuánto llegáramos?

—Claro que no

Se miraron en silencio unos segundos, Regulus seguía guardando su ropa después de haberla doblado, lo hacía tranquilamente pues no tenía mucho por guardar

—También para decirle a Severus que intentaron ligarte

—¿Qué! —. Dejó lo que estaba haciendo y se sentó junto a ella .— ¿Por qué lo hiciste?

—Oh, por favor... sólo quería ver si eso servía para que por fin diera el paso...

—¿Qué paso? Sólo somos amigos —. Se levantó para volver a guardar sus cosas, sólo quedaban un par de cosas nuevas por guardar

—Ni siquiera tú mismo te crees eso, Reggie, ustedes dos se comen con la mirada, no entiendo como es que aún no son pareja

—Ambos decidimos que lo mejor era ser solo amigos, y así será —. Ella bufó y no siguió hablando del tema, se dispuso a dormir, después de 30 minutos fue interrumpida por Kreacher, advirtiéndoles que se irían en 15 minutos, y una malhumorada Gwyllion comenzó a guardar sus cosas, sin tomarse el tiempo de doblarlas o acomodarlas de alguna manera

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—¿Sabes qué deberíamos hacer? Cobrar por hacer tareas, te volverías millonario —. Severus rodó los ojos, no dijo nada pues le parecía una idea estúpida, Lucius comienzó a murmurar cosas, como que no tenía mente para negocios, que tenía que pensar más allá, y bla bla bla

—Oigan, ¿han visto a Sirius? —. Lucius se tensó en cuanto la vió, Lily Evans, en todo su esplendor, no llevaba el uniforme, sino una blusa de manga larga color blanco, y encima de esta un cardigan beige y con pantalones cafés, ciertamente hermosa; Severus, al notar la reacción de su amigo, decidió responder él

—Lo ví por la enfermería hace una hora —. Ella asintió y le agradeció en un murmullo, parecía bastante apurada, tal vez por eso no notó la extraña reacción de Lucius al verla

—Trata de disimular mejor, si no, ella se dará cuenta

—¿Y qué me importa a mí si ella se da cuenta? —. Tomó la taza de té que llevaba esperando un rato se enfriara un poco y le dió un gran sorbo, ignorando el ardor de su lengua al instante, después, casi tiró dos cubos de azúcar en el mismo té, el pelinegro negó en silencio, sacó una carta de su bolsillo, la cual había recibido esa mañana, de Gwyllion.

No podía explicar lo que sintió pero agradable no era.