The heart knows, the mind don't

28 | Alegría intermitente

El extremo contrario de la punta golpea el escritorio en un ritmo constante, idéntico, ni un milisegundo de diferencia, no diferentes magnitudes de fuerza aplicada.

El pergamino ligeramente amarillento permanece bajo su nariz, las esquinas parecen estar haciendo un gran esfuerzo por no enrrollarse. Y es que James lleva 20 minutos desde que había terminado de leer aquella carta y aún no sabía que debería escribir como respuesta en el pergamino aún enrrollado junto a su brazo.

━Llevas ahí un buen rato, ¿qué tanto lees ━. Escuchó los pasos de Sirius acercarse y por puro instinto puso su brazo sobre el pergamino en una intención de ocultarlo, le avergonzaba un poco que su mejor amigo viera la manera en que él y Lucius se hablaban, pero después de reaccionar movió el brazo para dejarlo ver .━ Aww, que tierno, se nota que te extraña.

━Sí...━. Murmuró un tanto distraído, ¿eso era bueno o era malo?

━¿Qué le dirás?

━No lo sé...

Sirius analizó la carta una vez más, hizo una mueca y le dió una palmada en el hombro antes de alejarse, no mucho, sólo se fue hacia la cama y se tiró boca arriba.

Suspiró y dobló la hoja para devolverla a su sobre, deslizó la hoja que iba a usar hacia él y escribió el saludo primero, después de eso...

Nada.

No se le ocurría nada.

Y es que, ¿qué le dices a alguien que te extraña? Alguien con quién tienes algo, pero no sabes exactamente qué es; alguien con quién hablas muy cariñosamente, pero con un límite silencioso impuesto, así que no sabe que debería decir, ¿también te extraño?, ¿ya quiero verte?, ¿o solo ignorar aquello y contarle su día?

No lo sabe, sólo sabe que lo que escribe lo escribe por impulso, y cuando termina ni siquiera le da una hojeada antes de guardarla y enviarla.

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━Entonces... ¿qué te parece?

Le da la vuelta hacia el espejo, puede sentir sus piernas temblando, tal vez por la emoción, o tal vez por el miedo, trata de descubrir las emociones detrás de la mirada plana de su hermano.

━Me gusta

Suelta el aire que estaba conteniendo y sonríe, sonrisa que cae enseguida.

━Está un poco más corto de lo que esperaba, pero no está mal

━Enserio, ¿nunca puedes decir un halago sin más? ━. Regulus deja escapar una risita y se levanta de la silla

━De acuerdo, te quedó perfecto

Gwyllion vuelve a sonreír y deja las tijeras en el primer cajón derecho del mueble a su izquierda.

━¿Le vamos a mostrar a Sev? ━. El más alto asintió y se sacudió la ropa antes de dar los primeros pasos hacia la puerta, con su hermana detrás de él.

Al bajar las escaleras Cissy es la primera que los ve, o más específicamente, al cabello de Regulus.

━¡Gwyllion, te quedó genial! ━. Celebró la rubia, aplaudiendo ligeramente para halagar a la menor.

━Lo sé, ¿verdad? ━. La chica sonrió alabandose a sí misma y se fue a sentar junto a Narcissa en el sofá de dos plazas.

Severus todavía no decía nada, de hecho, seguía mirando embobado a Regulus.

Desde el día anterior entre ambos había un ambiente distinto, no tenso, sólo distinto, Regulus aún no le dice nada a Gwyllion, ni Severus a Lucius. Ambos saben que algo está pasando pero hicieron un acuerdo silencioso de no preguntar hasta que ellos decidan hablar.

Aunque no era un completo misterio, es decir, bastaba con mirarlos un poco para adivinar qué pasaba.

Regulus de un mejor humor que de costumbre al igual que Severus, ambos poniéndose ligeramente nerviosos en la presencia del otro, sus escapadas repentinas para estar a solas, etc.

Estaban en su propia nube de felicidad.

Pero claro, no podía ser eterno.

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━¿Estás seguro qué te tienes que ir?

James estaba recargado en el marco de la puerta viendo como Sirius empacaba sus cosas.

━Sí... aparentemente surgió algo y tenemos que estar todos allí, ya le habrá llegado la noticia a Gwyn y Regulus ━. Estaba claramente desanimado, además de que Remus y él no habían hablado desde que salieron del tren, ahora tenía que enfrentar la realidad e ir a casa, con sus padres, por lo general a ellos les importaba poco o nada donde Sirius estuviera durante las vacaciones, pero ahora le exigieron que se presentara allí, y quería evitar conflictos en este momento.

Así que ahí estaba, terminando de empacar sus cosas luego de haberle enviado una carta a sus hermanos para asegurar su compañía allá.

━Cualquier cosa puedes venir, sabes que siempre eres bien recibido aquí, como otro hijo para mis padres ━. Sirius sonrió, se sentía como si aquella fuera su verdadera familia
.━ Y habla ya con Remus, por favor.

Si sonrisa cayó, puso los ojos en blanco y golpeó el hombro de su amigo que lo veía con una risita burlona, aún se debatía su había sido buena idea comentarle sobre el problema que había tenido con Remus.

Iba a quejarse, pero vió por el rabillo del ojo que en su ventana estaba, tranquilamente posada, un intimidantemente enorme ave.

Finalmente tenía palabras de sus hermanos. Pero no sabía si eran buenas o malas noticias.

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