The heart knows, the mind don't

James

Tiene un oscuro cabello alborotado, unos hermosos ojos avellana con miopía, una nariz recta y un rostro con facciones ni muy duras ni muy suaves, con una sonrisa puede parecer adorable y al segundo tenebroso, siempre tiene esa deslumbrante sonrisa optimista en su rostro, tomando todo a la ligera como cuando dice ¡Padfoof, Wormtail, vamos a robar el gramófono de Dumbledore!, Remus se espanta y les ruega que no lo hagan diciendo ya tenemos un gramófono, ¿para qué lo quieren?, Sirius se molesta y tomándolo de los hombros le dice ¿dónde está tu espíritu merodeador, Lupin?, Peter está de acuerdo, Remus, aunque comienza a ceder sigue en negativa y después dice, Es una estupidez, Gwyllion, tengo razón o no? Y Gwyllion que iba entrando sólo le da la razón y se mete entre las cobijas de la cama de su hermano.

James es el que deja todo de lado, su plan de robo, su entrenamiento de Quidditch, sus estudios con Lily que sólo son una excusa para pasar tiempo con ella, James es el primero en dejar todo de lado cuando ve a uno de sus amigos mal.

Entonces es Sirius quien propone cervezas de mantequilla, ranas de chocolate y bolillos calientes robados de la cocina, Remus es quien busca en su lista unas buenas canciones y un hechizo para proyectar una película muggle, es Peter quien se acurruca a su lado y la abraza y es James quien ofrece su capa de invisibilidad, quien va a cancelar su "cita" con Lily y el entrenamiento de Quidditch.

James es el núcleo de los merodeadores, todos se quieren como familia, se tratan como hermanos bromistas, pero es James quien los unió, de no ser por James Sirius nunca se habría acercado a Peter, de no ser por James, Gwyllion jamás habría aceptado el proceso del merodeador, jamás se habría rebelado por completo a su madre y por consecuente jamás habría sido amiga de Remus Lupin, de no ser por James, los merodeadores no estarían todos juntos después de una terrible y supuesta "broma" en quinto año, en el sauce boxeador, con Severus Snape.

James Potter es responsable de muchas cosas que ni él mismo sabe, es responsable de cosas tanto buenas como malas. No es consciente de muchas otras cosas, de nuevo, tanto buenas como malas. James Potter tardó en saber algunas cosas, y no sabía muchas otras cosas

Como tampoco sabía que su gran amigo sería quien lo llevaría a su muerte.

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Ese era un día increíble.

Por la mañana, en clase de Pociones, la poción de Severus explotó "por accidente" en su cara, en clase de Transformaciones el pergamino de la profesora McGonagall que debía convertirse en una parvada de colibrís se transformó en dos enormes aves extrañas que emitían un ruido ensordecedor, de nuevo "por accidente", y en clase de Adivinación, la taza de un Slytherin le mostró una figura incomprensible que parecía una mano pero que James y otros reconocían como un insulto en el mundo muggle —un gesto vulgar según Remus y Lily—

Nadie lo había descubierto, Sirius y él intentaban contener sus risas al ver sus rostros confundidos cuando no obtenían el resultado deseado, Peter se alababa en su mente y sonreía con orgullo, Remus contenía una sonrisa manteniendo su expresión inalterable, Gwyllion fingía pena por sus compañeros Slytherin cuando en el fondo sí le había causado gracia.

James caminaba por los pasillos con la espalda recta, la cabeza en alto con una sonrisa de par en par, prácticamente bailando por los pasillos resbalosos y relucientes.

Se dirigía a la biblioteca a encontrarse con Lily a una sesión de estudio, desde inicios de sexto año le pidió ayuda a Lily con Estudios Muggles, clase a la que por cierto había ingresado por ella, durante las asesorías se perdía en sus rizos pelirrojos cayendo por sus delgados hombros hasta su pecho, sus ojos verdes como dos esmeraldas mirándolo severamente, sus pestañas revoloteando en cada pestañeo y su mano derecha, pálida, delgada, moviéndose mientras le explicaba, delicada y hermosa como una flor, pero resistiendo los deseos de golpearlo. Cuando llegó a la biblioteca divisó a Evans cerca de la entrada, leyendo un libro del que no alcanzaba a leer la tapa.

Si fuera un día cualquiera se sentaría a su lado dejando sus cosas en la mesa, saludaría "Hola, Lily" y dedicaría toda la tarde a admirarla, pero hoy no era cualquier día, además de que a cierta hora tendría que ir a cumplir con un castigo junto a ella y sus amigos, hoy estaba dispuesto a hablarle de la fiesta, porque esa fiesta, esa fiesta fue especial, hubo besos, abrazos, y muchas cosas más, desde entones ella no le había hablado, pero se había comprometido a las asesorías y ahí estaba.

Cuando se preparó mentalmente para acercarse e iba a avanzar más allá de la puerta algo lo empujó, se dio la vuelta molesto pero no fue necesario, no fue necesario ya que el responsable pasó a su lado, pasó de largo, iba a exigirle una disculpa pero reconoció los ligeramente rizados cabellos rubios platinados, la dura y tonificada espalda ancha, y una pequeña, apenas visible marca rojiza casi cubierta por el cuello de su camisa, soltó un suspiro sin querer.

—Lo siento —. Murmuró y siguió, sin mirarlo, con él, con Lucius, no sólo habían sido besos, abrazos y caricias, fue mucho más. Sobrios.

En la fiesta, con toda su confusión y todo ese alcohol en su cabeza no pudo resistirse a iniciar una pelea cuando Lucius abrazó a Narcissa y la hizo girar en el aire, se pusieron a bailar pésimamente con unas copas en sus manos, rieron y compartieron un cigarrillo que Narcissa le había quitado a Gwyllion, no pudo evitarlo, no puedo evitar sentir su sangre hervir, un sentimiento terrible en la boca del estómago, sintió una punzada en su pecho y por primera vez en toda su vida, había sentido envidia de un/a Slytherin, no somos nada, pensó en ese momento, ¿qué derecho tengo a estar celoso? aunque Lucius le había dicho mil y un veces que ellos no eran más allá de amigos que fueron comprometidos desde niños, James no pensó en eso, James no pensó en nada más, James no pensó sus acciones, sólo actuó.

Y era por eso, por haber sido tan idiota, tan impulsivo, por no haber pensado en las consecuencias de sus acciones que ahora no sabía que hacer con Lucius con libros entre sus brazos yendo a sentarse a una parte más al fondo de la biblioteca, Lily aún no notaba su presencia y por primera vez pensó que ella no era la prioridad en ese momento.

Pero, ¿qué iba a decirle? Se encontró ahí estancado

Quería acercarse, y como cualquier día abrazarlo, sentarse a su lado, quitarle uno de sus libros para descubrir que estaba leyendo un libro muggle, y después de un rato salieran del castillo y pasearon por los campos de Hogwarts. Y no sabía como hacerlo, se sentía como la primera vez.

Mientras tanto Lucius se sentía igual o más perdido, después de todo no podía echarse para atrás y decirle que no quería nada, por que se estaría mintiendo y le estaría mintiendo a él, por primera vez en su vida sentía un profundo miedo, se sentía nervioso al punto en que no podía dejar de tocar su cabello.

Ambos querían acercarse y abrir sus corazones, pero ninguno sabía como.

Mientras que Lily, que sí había notado su presencia, se mantuvo al margen con solo ver como esos dos se miraban disimuladamente.

James no se acercó a ninguno, sólo dio media vuelta y salió de la biblioteca.

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Creo que es el que más largo escribí, pero quería expresar lo difícil que fue para James el ámbito amoroso.