29 | Los hermanos Black

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Todavía recordaba aquel día, aquel tormentoso día.

Era diciembre, mediados de diciembre, Sirius iba a llegar en cualquier momento, venía de haber terminado el primer año de clases en Hogwarts, y Gwyllion estaba entusiasmada por preguntarle todo lo que había visto en el colegio, salones, pasadizos secretos, el patio, los cuadros, los alumnos, todo, todo le interesaba.

Pero cuando escuchó la puerta del primer piso cerrarse y quiso bajar a ser la primera en recibir a su hermano, fue cuando todo cambió.

Empezaron tranquilos, sólo eran quejas, Kreacher ni siquiera había tenido tiempo de recoger las maletas de Sirius antes de que Walburga lo atacara con preguntas sobre por qué demonios no entró a Slytherin como dictaba la tradición familiar.

Gwyllion creyó que ahí quedaría, que lo insultaria un poco tal vez, y después lo dejaría al menos subir a descansar en su habitación, pero no fue así.

Orión salió de su oficina en el lugar más recóndito de la casa, y fue a acompañar a su esposa en sus reclamos.

Las voces empezaron a subir de volumen, comenzaron a ser gritos, y fue cuando Sirius empezó a defenderse, hasta entonces no había escuchado ni una sola palabra salir de él, pero ahora él también había empezado a gritar.

Los gritos aumentaban cada vez más, Gwyllion desde lo alto de las escaleras veía todo, y escuchaba todo, y hasta entonces no había notado que un pequeño Regulus también veía todo desde la entrada a el salón, afligido, sintiéndose mal por no hacer nada.

Cuando creyó que todo terminaría, Walburga alzó la varita.

Y ahí empezarían a cruzar la línea.

Aquella línea entre los regaños y la agresión.

Sirius nunca olvidaría ese día, ni tampoco lo olvidarían Gwyllion y Regulus, porque ahí fue cuando se dieron cuenta de hasta donde podían llegar sus padres si los molestaban.

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Respiró profundamente una vez más, estaba a unos pasos de la puerta de su casa.

Le consolaba un poco saber que sus hermanos también estarían aquí, pero no dejaba de darle escalofríos cada que pensaba siquiera en pisar el umbral de la puerta.

Probablemente estuvo ahí demasiado tiempo, porque Regulus y Gwyllion llegaron, decaídos pero llegaron.

━Esperaba poder quedarme más en Hogwarts, Severus estaba apunto de enseñarme su receta para una buena limonada ━. Comentó Gwyn tratando de aligerar el pesado ambiente, pero no funcionó del todo, aunque sirvió para poner una pequeña sonrisa ladina en el rostro de Sirius.

━Bueno, ¿entramos? ━. Reggie dió en primer pasó y golpeó la puerta con los nudillos, inmediatamente Kreacher les abrió y pidió las maletas de Regulus y Gwyllion, a Sirius simplemente lo ignoró, pero después de llevarse las maletas de los mellizos, volvió por las del mayor.

Entonces la bruja salió.

━Bienvenidos, creí que habían olvidado que esta era su casa, y no lo es la de sus amiguitos ━. Dijo tajante, con una sonrisa malévola en el rostro, se acercó a ellos mirándolos de arriba abajo, paró su vista en Gwyllion, y en las medias que llevaba, pero no comentó nada .━ Vayan a sus habitaciones, tengo visitas, hablaremos con ustedes después.

Cuando dijo "ustedes" centró su vista en Sirius.

Subieron a paso rápido a sus respectivas habitaciones, dónde apenas llegar Sirius sacó papel y una pluma para enviarle una carta a James para informarle que ya había llegado.

━Hey ━. Gwyllion entró tímidamente .━ Sé que últimamente no hemos hablado demasiado pero... quiero que sepas que si algo pasa, puedes contarme, hablé con James y... bueno, ya sabes.

Solamente asintió y le regaló una sonrisa, sabía que podía contar con ella para lo que sea

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El verano en el que Sirius llegó después de su segundo año las cosas seguían tensas, pero ya no habían tantas discusiones, hasta que se llegó una reunión entre "amigos" de Walburga y Orión.

━Walburga, deberías de educar mejor a tus hijos ━. Lloriqueó una mujer después de que Sirius le haya mandado a callar cuando ella criticó su largo cabello suelto, sin ningún peinado.

━Están bien educados, pero ya sabes, siempre hay esa manzana podrida ━. Regulus casi podía escuchar la mandíbula apretada de su hermano, que no bajaba la cabeza ni por un momento.

━Hay que tener cuidado con las manzanas podridas, podrían afectar al resto de manzanas ━. Dijo el esposo de la misma mujer, mientras le daba un bocado a su pasta .━ Una buena corrección eliminará a la manzana podrida.

La pequeña Gwyllion aún no lograba comprender como su madre podía permitir que hablarán de su propio hijo así frente a sus narices.

Pero bueno, valían más las buenas apariencias que la unión familiar.

Después de que los adultos se fueran, Walburga mandó a los mellizos a sus habitaciones, cosa que ellos obedecieron hasta que el elfo que los custodió se tuvo que ocupar de otras cosas.

En el salón discutían Walburga y Sirius, en esta ocasión Orión no se metió.

━Ya me enteré de la gente a la que te estás pegando, Sirius, no quiero que esa gente te pegue sus absurdas ideas

━Por favor, madre, ¿qué absurdas ideas? Si no hay nada más absurdo que TUS ideas

━¡Con qué derecho me faltas así al respeto? Debería enseñarte una buena lección para que te quede claro a quien le debes lealtad

━¿Lealtad a ti?

━Insolente, siempre fuiste igual de irrespetuoso, siempre llevándome la contraria y arrastrando a tus hermanos a tu miseria

Llevaban un rato igual, y la mayor ya se estaba hartando, ya había tomado su varita dispuesta a lo que fuera necesario para ella.

Pero el pequeño Regulus había bajado sigilosamente las escaleras para no ser percibido y ahora estaba en el salón llamando la atención de su madre.

━¡Madre! ━. La mencionada miró a su hijo menor

━Regulus, ¿no te dije a ti y tu hermana que fueran a sus habitaciones? ━. Dió un chequeo rápido a la sala para verificar que la niña tampoco estuviera ahí.

━Lo que pasa es que quería pedirte si podíamos continuar las lecciones de piano que dejamos pendientes esta mañana.

La mujer se lo pensó, se lo pensó mucho, pero una parte de ella le hacía sentir orgullosa de que su hijo se mostrara interesado en lo que ella quería enseñarle, así que accedió, y Sirius dejó de apretar la mandíbula cuando su hermano y su madre salieron del salón.

Recibió con gusto el abrazo de su hermanita y se la llevó a dormir.

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⏰ Última actualización: Dec 28, 2023 ⏰

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The heart knows, the mind don'tDonde viven las historias. Descúbrelo ahora