8. Calidez

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1 de mayo de 2020

Volvió a ver a Jonathan tiempo después y ya no estaba tan nervioso. También conoció a Max, quien también le sacaba bastante altura a Raoul y tenía el pelo moreno, con un tupe ondulado y las mismas cejas que sus dos hermanos. Ver a los tres juntos le dio cierta envidia a Agoney. Max y Raoul se abrazaban cada poco, haciéndose bromas y cosquillas, y Jonathan parecía siempre protector y cuidadoso, regañándoles cuando hacían demasiado ruido o iban a romper algo. A Agoney le habría gustado tener un hermano mayor, alguien con quien contar y que le diera seguridad. Al no estar su padre, él debía asumir ese papel, además del de hermano mayor, y no sentía que su madre le cuidara. No había nadie más grande que él, aparte de Harry, que le aconsejara o le ayudara después del accidente.

- ¿Estás seguro de que quieres ser amigo de mi hermano? – Jonathan se sentó a su lado en uno de los sofás. En el otro, Raoul y Max se peleaban por el mando de la play, el rubio estaba boca abajo, y Max le hacía cosquillas en el pie, ambos chillando, riendo y respirando agitados.

Agoney sonrió. Se encontró pensando que era lo que le gustaba de Raoul, que tenía ese chico de ojos brillantes aparte de ser encantador. Y no pudo elegir algo concreto, pues Raoul era tantas cosas que no podría elegir nunca. Era divertido y natural, vivía la vida con energía y positividad, aunque era realista y honesto. Tocaba la guitarra y hablaba de la música de forma única, sentía sus palabras y te hipnotizaba con ellas para que te metieras en su mundo y no quisieses salir. Era embaucador, agradable, sensible y bonito. Sin duda era hermoso, innegablemente, y no podía luchar contra ese pensamiento. No quería tampoco.

- Sí. – Contesto cuando recordó que le habían hecho una pregunta.

- Entonces bienvenido a la familia. – Jonathan le puso una mano sobre el hombro, y le sonrió con cariño. El hermano de Raoul parecía duro por fuera, como esos chicos de bandas peligrosas que salen en las películas y van con chaquetas de cuero a juego, pero luego te hablaba con voz suave y te sonreía sincero. La sonrisa de los Vázquez era algo increíble. – Pareces buen chaval, la otra vez casi no hablaste pero me caes bien y a lo último me asusté con lo que pasó. Pero a Raoul se le ve contento cuando está contigo. Es muy intenso pero solo con la gente que le gusta, y tú realmente le gustas, chaval.

Agoney se sonrojó. Le gustaba a Raoul. Y aunque él pudiera verlo también, que lo dijera alguien externo le hacía sentir mejor, más seguro y más real.

- ¡Ago! ¡Ayuda Ago!

- Jonathan tu ayúdame a mí, sé buen hermano.

Raoul se arrastraba por el suelo, con las piernas cogidas a la cadera de Max, quien se agarraba a la tela del sofá para no caerse. Jonathan le miró divertido, y sin decir una palabra, negó con la cabeza y se levantó de nuevo del sofá.

- Vamos a por algo de comer. – Dijo el más mayor y Agoney alzó la cabeza con sorpresa, para después levantarse y seguirle con una sonrisa nerviosa, Antes de entrar a la cocina, observó la cara traicionada que puso el rubio.

Mientras Jonathan preparaba unas palomitas para la peli que habían decidido ver, Agoney pensó en cómo se sentía. Lo hacía a veces, cuando empezaba a sentir que todo era demasiado, y que estaba acelerándose. Solo unos minutos, resumiendo todo lo que había pasado por si había hecho algo mal, por si tenía que cambiar algún comportamiento, por si estaba causando buena impresión. Para tranquilizarse un poco y no estar en tensión.

Ver a Max jugar con Raoul, se sintió como algo cómodo. La familia de Raoul era cálida y le hacía sentir a gusto todo el tiempo. Él había jugado de la misma forma con Raoul, riéndose mientras peleaban sobre la cama, o rodando en la hierba cuando quedaban para jugar a las cartas y uno acusaba al otro de hacer trampas. Pero al principio pensó que aquel no era su sitio, les veía unidos y tan dentro de su propia burbuja que no creyó poder entrar en ella. Le asustaba de sobremanera intentarlo, también, pues significaba un esfuerzo para el que no tenía fuerzas.

Seis meses (Ragoney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora