16. Tregua

221 44 41
                                    

7 de agosto de 2020

Emma estaba apoyada en una pared, cerca de una discoteca con un cartel demasiado luminoso, cuando él llegó. Las luces rosas y moradas alcanzaban la puerta, como fuegos artificiales contra el cielo y la música se podía oír con claridad, alta y retumbante, aun estando fuera. Se imaginó que dentro seria aun peor.

Track: If I lose myself – One Republic

If I lose myself tonight (si me pierdo esta noche)

It'll be by your side (será a tu lado)

I lose myself tonight (me pierdo esta noche)

If I lose myself tonight (si me pierdo esta noche)

It'll be you and I (seremos tu y yo)

I lose myself tonight (me pierdo esta noche)

Sintió alivio al verla sana y salva y aceleró su paso con miedo a que su hermana escapara antes de poder alcanzarla. No tardó en envolverla en sus brazos con protección.

Ella lo había llamado cerca de la una de la mañana, pidiéndole que la viniera a buscar. Emma había desaparecido después de la cena, como muchas veces él solía hacer, solo que él era mayor de edad, y ella una chica de 16 con facilidad por meterse en problemas.

- ¿Mamá lo sabe? – Preguntó Emma en voz baja sobre su cuello.

- Sí. Y estaba a punto de salir ella misma a buscarte. – La separó de su cuerpo y acarició su mejilla. – ¿Puedes siquiera pensar el susto que nos has dado? No puedes irte así, no puedes hacer siempre lo que quieras. Sé que no es fácil, con todo lo que ha pasado, y tampoco estoy en tu cabeza como para saber que te preocupa. Pero Emma, sea lo que sea estamos aquí, tu familia, y si nos tratas mal, vale, seguiremos, pero se hace más complicado confiar.

La separó un poco de él, mirándole severamente pero con preocupación. Emma llevaba la mitad del verano más arisca de lo normal, no toleraba ningún tipo de pregunta porque pensaba que la estaban controlando.

Ya tuvieron una conversación con Maryse en la que tanto Isabelle como ella le dijeron como se sentían respecto a la actitud de su madre, y ella había aceptado parte de la culpa. Entonces Emma se había relajado e incluso estaba más amable. Pero no tardó mucho en volver a estar a la defensiva, y Maryse volvió a pelearse con ella porque, en sus palabras, era insoportable ver su cara amargada todos los días y escuchar sus quejas.

- Lo siento. – Soltó Emma, con los ojos llenos de lágrimas. Agoney supo que estaba un poco borracha.

- Lo sé, pero no entendemos que te pasa y aunque lo sientas no solucionarás nada con mamá. Ella solo quiere saber la razón, está intentándolo pero pon de tu parte.

Quería reírse porque hasta hacía unos meses era el quien necesitaba esas palabras, pero estaba bien, porque ahora podía ayudar a su hermana.

- Es que lo echo de menos. – Emma sollozó. – Él me entendía sabes, llegaba de mal humor y por la noche se colaba en mi habitación, hacia un par de bromas y a mí se me olvidaba todo. – No hizo falta que especificara a quien se refería. Casi no hablaban de su padre, era como un tema tabú. Estaba guardado tan dentro y asegurado con tantas llaves que sacarlo suponía demasiado esfuerzo, y dolía. Pero era necesario, y por primera vez sentía que Emma y él podrían tener algo en común, porque ambos lo echaban de menos y necesitaban hablar de él. – Él era el único que lo sabía. – Murmuró por último y Agoney se puso alerta, esperando por una confesión. – Que me gustaban las chicas.

Seis meses (Ragoney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora