31. Interrupción

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Zoe:
Milo y Julieta han estado todo el día conmigo. La temática de la improvisada junta fue "pijamada de 24 horas". Estaba nublado, en algunos momentos llovía y estar en pijamas comiendo chatarra, charlando, viendo películas y jugando juegos de mesa fue el mejor panorama que pude tener para distraerme y sentirme un poco mejor. De vez en cuando quedaba inmersa en mis pensamientos, pero cuando eso ocurría, Milo rápidamente se disponía a desviar mi atención con alguna broma o actividad para hacer

Como era de esperarse, después de lo que ocurrió ayer, ni mi amigo ni yo volvimos a tocar el tema. Él es extremadamente respetuoso y sé que va a esperar a que yo decida dar el primer paso para tratar el asunto, sin embargo también sé que no puedo esperar mucho tiempo y que debo tomar decisiones

Pasó el día así sin más; durante la tarde ordenamos el desastre que había en mi apartamento, mis amigos fueron a botar la basura y yo me quedé preparando la cena. Después de comer Julieta se despidió y Milo se quedó un rato más. Tardé un poco en convencerlo de que estaría bien y que debía volver a su casa, pero finalmente logró entenderlo y aceptarlo

Una vez sola, me dispongo a revisar los archivos y documentos que tengo pendientes. Tomo mi computadora para chequear la tabla de revisión y veo un mensaje de Noah en la bandeja de entrada. Pretendo ignorarlo, pero recapacito recordando que lo bloqueé y que si me escribe un correo electrónico, debe ser por temas netamente académicos y claro que era así. El día de hoy estuve ausente y ni siquiera me molesté en justificar mi falta. Debe estar hecho una furia al saber que se retrasó la revisión de los ensayos. En otra ocasión, esto me hubiese provocado ansiedad, pero ahora me tranquiliza, ya que al menos sé que para él los asuntos relacionados con la universidad son más importantes que lo que vio el día de ayer. Decido no responder y vuelvo a concentrarme en la pauta de cotejo para avanzar con mi trabajo. Mañana dejaré las carpetas en su despacho, muy temprano como siempre para no topármelo

Me levanté un poco más temprano de lo normal, porque, a quien engaño, con suerte y pude conciliar el sueño. Me ducho, como algo rápido, me abrigo y me dirijo a la universidad.

Subí hasta el tercer piso y me paré frente a su oficina antes de meter la llave y abrir la puerta. Me sentía agitada e intranquila, pero me di fuerzas para hacerlo. Después de todo, él aún no llegaba, dejaría las carpetas sobre el buró y me iría rápido para no verlo. Hoy tampoco tendría clases con él. Me dije a mí misma que todo estaba bien e introduje la llave

La puerta estaba sin seguro, como si... como si alguien ya hubiese entrado allí. Dejé de respirar por unos segundos y pensé en salir huyendo, pero luego miré las carpetas en mis brazos y me mentalicé en lo que estuve pensando anoche "para él los asuntos relacionados con la universidad son más importantes que el hecho de saber que estoy embarazada". Me lo repetí a mi misma unas cuantas veces, respiré hondo y en lugar de entrar, decidí golpear

Esperé y no hubo respuesta inmediata, pero al cabo de unos momentos, escuché su voz del otro lado de la puerta

- Adelante! -voceó-

Apreté los ojos al escuchar su voz y nuevamente dudé en entrar. Me repetí la frase unas cuantas veces más: "para él los asuntos relacionados con la universidad son más importantes que el hecho de saber que estoy embarazada". Me paré firme y abrí la puerta de la oficina para verlo sentado en su escritorio rellenando algunos papeles. Me disponía a avanzar e irme velozmente, tal como lo había planeado, pero de pronto

- La puerta -dice indicándome con la mano que debo cerrarla- Por favor

Y la ansiedad se empezó a apoderar de mí. Se supone que debo entregarle las carpetas e irme. Ni siquiera teníamos que saludarnos. Pero no tuve muchas opciones, ya que me miraba esperando a que hiciera caso a su petición y finalmente lo hice. Cerré la puerta y me dirigí hacia él, quien me miraba en silencio como esperando a que yo dijese algo, eso me ponía aún más ansiosa y decidí intervenir

Fruto del DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora