Fruto del Deseo

45. Intentarlo

Noah
Zoe me masturbó, chupó mi polla y eso ya me tenía sumamente excitado, sin embargo, cuando noté que se tocaba mientras lo hacía... Mierda, pude haberme corrido solo con verla

Estaba más concentrado en la manera en la que ella se tocaba que en las deliciosas atenciones que me ofrecía. Después de unos minutos, su cuerpo se tensó, gimió y supe que se había corrido; tomé su húmeda mano y la ubiqué sobre mi pene. Puse mi mano sobre la suya y comencé a guiarla en una increíble y terriblemente caliente paja

De pronto, Zoe se acercó y lamió la punta de mi caliente polla, que estaba cubierta de líquido preseminal; limpió con su lengua cada secreción y luego se alejó para mirarme a los ojos. Observé cómo lo saboreó una y otra vez y ese gesto me hizo explotar

Cubrí mi miembro e intenté sacar su mano para no mancharla, pero ella se aferró aún más y sin poder siquiera controlarlo, me corrí, teniendo en el proceso un orgasmo intenso y pueril

Yo seguía sentado a orillas de la cama y ella aún estaba de rodillas frente a mí. A pesar de la oscuridad, podía ver que Zoe observaba y tocaba con curiosidad los restos de semen que cayeron en sus manos después de mi corrida

Mi miembro aún seguía erecto y por supuesto que a estas alturas me encantaría penetrarla, sin embargo, las palabras del médico resonaron en mi cabeza  "el sexo debe ser suave y delicado". Y la verdad, no sé si me pueda contener y hacerlo de esa manera, así que decido dejarlo pasar

Me inclino hacia adelante, tomo su muñeca y la acerco con suavidad, atrayéndola hasta mí. Queda congelada ante mi tacto, así que cuando está lo suficientemente cerca, rodeo su cintura con mi brazo, la levanto y me echo hacia atrás, dejando nuestros cuerpos caer sobre la cama

El silencio se hacía presente y podía sentir el nerviosismo de Zoe, que estaba, al igual que yo, completamente desnuda. Su cuerpo yacía recostado levemente sobre el mío y en esa posición, notaba los palpitantes y acelerados latidos de su corazón; esperaba que ella también pudiese sentir los míos

Pero mi corazón se detuvo por microsegundos cuando las palabras de Zoe me sacaron del trance en el que me encontraba

- Yo-yo-yo lo-lo lamento -dijo nerviosa mientras hizo el intento de marcharse-

La apegué a mi cuerpo para no dejar que se fuera... Dijo "Lo lamento?" Realmente lo lamenta? Se arrepiente?

Vuelvo a sentirme como un mocoso quinceañero; estoy ofendido, dolido y me siento, por lo bajo, utilizado

Me giro sobre mi cuerpo y logro hacer que quedemos frente a frente recostados sobre la cama, entonces, con nerviosismo y ansiedad, pero intentando sonar seguro, decido hablarle

- Yo no lo lamento en absoluto -confesé mirándola a los ojos-

Sus cejas se elevaron y tenía los ojos como platos, parecía bastante sorprendida. Su boca cayó en forma de "o" y aproveché ese momento para darle un beso

Ella rió contra mi boca y rozó su nariz con la mía

- Qué quieres de mí, Duncan? -preguntó en un susurro como si la interrogante fuese más para ella que para mí-

Su cuerpo tembló y me percaté de que debía tener frío

- Por ahora, vistámosnos y luego -le di un beso casto en su frente- Quiero que hablemos

Ella asintió y ambos nos incorporamos. Zoe se puso de pie, caminó unos pasos para recoger la toalla que se me había caído. Se limpió la mano y me la extendió

- Lu-luego la lavaré -explicó- P-puedes limpiarte con esto -dijo con tono avergonzado-

Me levanté y la recibí para quitar los fluidos que tenía en mi mano y los restos de mi pubis; ella, en tanto, había comenzado a reunir las prendas de ropa tendidas en el piso y procedió a vestirse; yo avancé hasta la caja que contenía pijamas y tomé lo primero que encontré para hacer lo mismo