Fruto del Deseo

35. Duele

Noah:
- Por qué? -respondí enseguida ante su negativa- Estoy aquí Zoe, estoy aquí para hacerme responsable

- Y cree que me gusta que esté aquí después de todo lo que ha ocurrido? Que me siento cómoda con su presencia en este lugar? O que en algún momento pensé en usted como un prospecto para padre de mis hijos!? -se altera y luego respira profundo intentando calmarse- Pues la respuesta a todo lo anterior es no. Desde que usted, señor Duncan, señor Noah Duncan apareció en mi vida, todo se ha vuelto cuesta arriba para mí -me lanza una mirada de reproche- Y desde esa noche... todo se fue al tacho de la basura: mis pensamientos, mis emociones, mis planes y el absoluto control que tenía sobre mi vida

Me duele la formalidad con la que se dirige hacia mí, me duelen sus palabras, pero me duele mucho más que tenga razón. Le di los suficientes motivos para quererme fuera de esto. Desde que supe que sería mi ayudante me propuse hacerle las cosas complicadas; pensé que no podría, pensé que renunciaría, que su trabajo sería deficiente, pero no fue así.

Zoe es esa clase de personas y me aterra pensarlo, porque sé perfectamente que si me deja fuera de esto, saldrá adelante sola, porque definitivamente lo hará. Comienzo a desesperarme y cae un enorme peso sobre mi pecho y lo único que puedo decir es

- No los quiero abandonar -niego con la cabeza para corregir lo que acabo de decir- No, definitivamente no los voy a abandonar -escruto con determinación-

- Zoe ríe y se lleva una mano al vientre- Creo que ya lo hizo... O acaso no recuerda lo que me propuso el día viernes en su oficina?

- Demonios Zoe, lo dije sin pensarlo. Lo lamento, sí? -jaló una poco mi cabello en desesperación y me muevo de un lado a otro- No estaba preparado para...

- me interrumpe con una fuerte e irónica carcajada- Y yo sí? Por Dios! Soy todavía una estudiante. No tengo ni el apellido ni los contactos que usted tiene, no tengo la posición que usted tiene y mucho menos la situación económica que usted tiene. Cree que yo sí estaba preparada para esto?

- la habitación se queda en silencio por unos instantes y ella continúa- Me cansé de tener que ponerme en el lugar de otras personas, porque créame que mi vida en este momento es un completo desastre y no tengo ni tiempo ni ánimos de seguir escuchando excusas -comienza a llorar- Si lo que quería era disculparse, pues ya lo ha hecho. Si solo era eso, por favor, ya márchese

Aprieto mis puños por la enorme cantidad de emociones que me embargan. Quiero acercarme y contenerla, pero sé que será peor si lo hago. Probablemente lo mejor sea intentar hablar con ella en otro momento. Me giro y en silencio tomo el pomo de la puerta y mirando a la pared se me cruza una estúpida interrogante por la cabeza

- Volverás a la universidad? -fue prácticamente un murmullo, pero logró escucharme-

- Sí, claro que sí, pero como dije, ya me cansé de esto. Una vez que cruce esa puerta, usted seguirá siendo mi profesor, pero nada más y yo, una simple alumna. Supongo que no será la primera vez que vea a una de sus estudiantes embarazada, así que se resumiría como "una de las tantas estudiantes embarazadas a las que ha visto por los pasillos de la universidad y nada más"

Suelto la manilla de la puerta para girarme e intentar refutarle algo, decirle que es verdad, he tenido estudiantes embarazadas antes, pero no de un hijo mío. Sin embargo, antes de siquiera poder darme vuelta, vuelvo a escuchar su voz

- Gracias nuevamente por su visita, señor Duncan. Puede retirarse

Afirmo con la cabeza y salgo de la habitación con un nudo en la garganta. Camino con la mente en blanco; tomo el elevador y al llegar al primer nivel veo un rostro conocido