Fruto del Deseo

14. Fiesta de fin de año (parte II)

- Señor Duncan -lo saludo mientras hago una reverencia breve- Lamento haber interrumpido su reunión

Quedamos un momento en silencio los tres. Pero el padre de mi profesor lanza una pregunta

- Ustedes... se conocen?

Lo miro y ahora no tiene un rostro de furia, sino que de incertidumbre, como si estuviera estudiando y analizando la situación. Verlo así me hace recordarlo a la perfección, quizás no lo pude reconocer antes porque jamás lo había visto de esa manera, pero sí, ahora puedo notarlo. Él participó como jurado solemne en más de algún Toreo Interescolar de Historia y Literatura en el que por supuesto, yo salí victoriosa. Esto me dejaba aún más perpleja, ya que lo recordaba como un hombre amable y tierno. Jamás olvidaré que en una oportunidad y cuando se enteró que yo pertenecía a un modesto instituto en el que asistían niñas huérfanas, se me acercó y dando suaves palmaditas en mi cabeza, dijo "cualquiera estaría orgulloso de ser tu padre. Llegarás muy lejos, pequeña". Puede que parezca tonto, pero en ese momento sus palabras me conmovieron enormemente y podía recordarlas hasta el día de hoy. Ese pensamiento hizo que por alguna razón, mi mente y mi corazón entraran en conflicto; cómo un hombre pudo haberme dicho semejantes palabras cuando trataba de esa manera a su hijo?

- Ella es mi alumna en la universidad -dijo articulando de manera extraña y disforme el señor Duncan-

Parece que está borracho

- Tu alumna? -respondió con incertidumbre su padre-

Para ese momento, olvidé que estaba frente a mi profesor, ya que estaba inmersa en mis pensamientos sobre ese hombre al que recordaba de grata manera y que ahora, se mostraba como un vil tirano con su propio hijo. Apreté mis puños y dirigí mi mirada hacia él

- "Cualquiera estaría orgulloso de ser tu padre. Llegarás muy lejos, pequeña" -lo miré con desestimación mientras repetí las palabras que él me manifestó en algún momento-

- Qué? -me pregunto con cara de no entender-

- Fue lo que usted en me dijo en una ocasión al finalizar un Torneo Interescolar, señor Luis -dije con reproche-

Obviamente ya podía recordar su nombre y al principio él frunció el ceño, al parecer, intentando entender a qué me refería. Creo que pudo captarlo, ya que sus ojos comenzaban a abrirse como platos en señal de asombro mientras me veía. Entonces su rostro se suavizó y su voz también

- Oh! Así que eres tú! Estás estudiando en una prestigiosa universidad. Vaya que has llegado lejos!

Sus palabras me cabrean

- Sí! -le respondo con orgullo- Esa "prestigiosa universidad" en la que su hijo es mi honorable profesor... -hice una breve pausa- Porque para que usted sepa, el señor Duncan es aclamado y respetado tanto por el cuerpo estudiantil como por los otros docentes. Tiene increíbles habilidades y, desde que él llegó, me he instruido muchísimo

El señor Luis cierra los ojos y da un breve suspiro. Entonces vuelve a mirarme

- Bueno, señorita... -lo dice con voz de interrogación y haciendo una pausa-

- Zoe Smith -repliqué con certeza-

- Señorita Smith -me da una fingida pero cortés sonrisa- Lamento si mis palabras la ofendie... -lo interrumpí-

- Creo que no debería disculparse conmigo, señor Luis. Creo que debería disculparse con su hijo

Ante mis palabras, el señor Luis pasó su vista hacia Noah. Yo no quería mirarlo, sabía que estaba haciendo algo irrespetuoso y que no debía inmiscuirme en sus asuntos. Pero esto también se había vuelto algo personal. Todo volvió a quedar en silencio y, aunque no quería, posé también mi vista en mi profesor.... Qué es esto? Él tiene fija su mirada en mí y levanta una de las comisuras de sus labios esbozando una pequeña sonrisa. Yo estoy un poco impactada frente a su reacción, pero un ruido me saca de mis pensamientos. Noto que el señor Luis se para de su asiento y sigue mirando a Noah, pero Noah me sigue viendo a mí