39. Latidos (parte II)

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Zoe:
Cuando sentí la mano de Noah sobre la mía, quise apartarla de inmediato, pero el monitor se encendió y mil emociones me embargaron. Cuando escuché los latidos de su palpitante corazón bajé la guardia e incluso entrelacé mis manos con las de Duncan

Realmente las hormonas pueden jugarme una mala pasada. No debo solo cuidar mi salud, también tengo que cuidar mis emociones y para eso, tengo que mantenerme alejada de este hombre

Además, quién diablos se él para acceder por mí tan fácilmente a que me tome esta semana de descanso? Yo podía haberle explicado al doctor Evans que vivía cruzando la calle y que si iba con cuidado todo estaría bien

En fin, simplemente esa situación me dio el motivo y el ímpetu que necesitaba para trazar nuevamente la raya entre él y yo

Paso por la recepción y me encuentro a mis tres amigos esperándome. Al verme, los tres se levantan y vienen hacia mí

- Cómo estás?

- Qué ocurrió?

- Cómo te sientes?

Las preguntas de los tres me invadían y sonreí

- Es muy pequeñito -hice un gesto con mis dedos indicando un diminuto y casi inexistente tamaño- Dijo que medía diecisiete milímetros

Los tres me abrazaron y Milo se hincó a la altura de mi vientre

- Pero luego serás más grande, pequeño -le dijo a mi plano estómago-

- Pequeña -le corrigió Julieta mientras se secaba las lágrimas- Y dónde está su primera fotografía? Quiero conocerla

- Sí, haremos copias y mandaremos a enmarcar esta y todas las fotografías de tus ecografías. Así mi sobrino sabrá que sus tíos estaban locos por él incluso antes de que naciera -agregó Matt-

- reí ante sus comentarios- Seguramente me las entregarán en la recepción. Ahora debo subir a la habitación a buscar mis cosas, porque ya me dieron el alta y puedo irme a casa

- En recepción? -inquirió Julieta extrañada y yo asentí-

- Matt sonrió y me mostró un bolso y mi mochila- Ya sabíamos que te habían dado de alta; Julieta no paraba de preguntar y la recepcionista se lo informó en cuanto el médico llamó, así que trajimos tus cosas

- Muchas gracias -comencé a caminar a paso lento hacia el mesón de admisión- Ahora solo debo firmar mi salida y me entregarán los documentos

Ellos caminaron junto a mí a paso de tortuga y cuando llegamos, le dije mi nombre a la recepcionista. Me hizo firmar los papeles que acreditaban mi salida del hospital. La cuenta ya estaba pagada y sé perfectamente que Julieta y su familia interfirieron, pero esa deuda la pagaré y es algo que hablaré más adelante con la familia Dubois. Finalmente, me entregó una ficha con la próxima cita agendada, los resultados de los análisis que me tomaron y el certificado médico

- Esto es todo, espero que te encuentres mucho mejor y puedas descansar ahora en tu hogar -me dijo la recepcionista con amabilidad-

- la miré extrañada y nuevamente revisé los papeles que me había entregado- Falta la ecografía y el video de mi bebé -mencioné-

- ahora era ella quien me miraba con extrañeza- Esos archivos se los entregaron en la consulta

- Pues no, no los tengo -respondí-

- Debieron habérselos pasado en una carpeta -mencionó mientras tomaba el teléfono- Deme un momento

Yo afirmé con la cabeza y la escuché hablando con el Doctor Evans.

Fruto del DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora