41. Hormonas

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Zoe:
Ha pasado casi una semana desde que tuve el accidente y ya mañana podré volver a la universidad

Debería poder decir que han sido días tranquilos, pero mis amigos están extremadamente sobreprotectores y para qué hablar del señor Eduard; uff... realmente agradezco que se haya tenido que ir nuevamente de viaje, ya que insistía en sus disparatadas ideas de contratar a alguien que me ayudara con los quehaceres de mi apartamento, luego sugirió una enfermera e incluso, un guardaespaldas. Por supuesto y gracias a la intervención de Milo, pude rechazar cada una de sus locuras

Por otro lado, Julieta dejó de lado el comité y traía para mí todos los días los apuntes de la universidad, además de tratar mis moretones y ronchas con pomadas naturales que me enviaba su padre y de las que ya se habían asegurado de no tener efectos adversos para el embarazo. Algunos días mi amiga se quedó a dormir aquí para cuidarme; Milo también lo hizo e incluso anteayer, alojaron aquí, en una especie de campamento, Milo, Matt y Julieta, quienes se acomodaron con sacos y mantas en el piso mientras comíamos, charlábamos y veíamos películas. Al principio me sentía muy dolorida, pero a los pocos días y gracias a sus cuidados me empecé a sentir mucho mejor, incluso ya prácticamente no quedan marcas ni rastros en mi cuerpo del accidente, sin embargo, ellos parecen no querer notarlo y me siguen tratando como un cristal

Creo que lo más difícil ha sido tener que poner la alarma para tomarme los suplementos que me recetó el Doctor Evans. No estoy acostumbrada a las píldoras, pero sé que es por el bien de este pequeño frijol que crece en mi interior. Sé que tendrá un carácter fuerte, ya que es muy específico con las cosas que quiere comer; y es que solo se me antojan cosas dulces, sin embargo, también he seguido rigurosamente la dieta que me dejó la nutrióloga

Por otro lado, el Señor González me notificó haber recibido los documentos y ahora oficialmente soy su ayudante. He tenido muchos papeles que leer, tanto de mi nuevo trabajo como ayudante, como los míos propios de la universidad, así que estos días pasaron volando

Respecto a Duncan, no he sabido nada de él desde el día en que vino a mi apartamento y me he mentalizado toda la semana en que me lo toparé en la universidad, pero que nada ha cambiado entre nosotros. Dejamos todo claro estando en el hospital; él es mi profesor, yo su alumna, solo eso. Y estoy segura de que así será

Suena la alarma y la corto. Al contrario de como lo hacía antes, ya no me levanto de un solo brinco; ahora me cuesta más despertar y mantenerme activa. Creo que debo de empezar a dormir más temprano

Con pesadez logro levantarme, me ducho, me visto, tomo el desayuno junto con los suplementos y agarro el bolso para irme a la universidad

Cuando salgo del edificio, Julieta y Milo me están esperando, pero no me sorprende, ya que me habían mencionado que lo harían

Nos saludamos y caminamos charlando de cosas banales. Al entrar al campus, nos despedimos de Milo y con Ju nos adentramos en nuestra facultad

Subimos al segundo piso y al poner un pie en la escalera, Julieta me toma del brazo y yo la miro con reproche porque ya le dije a ella y a los chicos que no quiero que me sobreprotejan. Ella me sonríe y eleva sus manos en señal de rendición

Llegamos al segundo nivel y comenzamos a caminar por el pasillo

- Oh, Zoe, me podrías esperar un momento? -preguntó Ju de pronto- Debo ir a dejar unos informes a la sala del comité

- miré mi reloj notando que teníamos tiempo de sobra- Sí, claro, ve con calma -respondí-

Julieta besó mi mejilla y la vi bajar nuevamente por las escaleras

Me apoyé en la pared mientras frotaba mis manos. Los días habían estado particularmente helados. Miraba a la gente pasar por el pasillo y saludaba a alguno que otro conocido

Fruto del DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora