Fruto del Deseo

6. Confesión (parte I)

Suena el timbre de mi apartamento y miro por el visor circular de la puerta: es Milo. Tomo aire antes de abrir; sé lo que se viene, pero en el fondo, estoy agradeciendo que sea él quien me visita y no Ju ni Matt. Milo es mucho menos severo y más comprensivo. Entonces giro la manilla y él entra

- Zoe! -me abraza- Por qué no te comunicaste conmigo, por qué no le has respondido ni a Julieta ni a Matt. Qué pasa contigo?

Suelta su agarre para mirarme y espera una respuesta

- No es nada Milo, como puedes ver, estoy perfectamente bien - lo digo sin poder mirarlo, odio mentirle-

- Vamos Zoe, tanto tú como yo sabemos que eso no es cierto -hace una pausa y se da vuelta para cerrar la puerta- Ok Zozo, sentémonos a charlar

Yo asiento y él se mueve para llegar a la pequeña mesita del comedor; lo sigo instintivamente y nos sentamos uno al lado del otro. Milo toma mis manos y comienza a hablar

- Zozo, estos días has tenido actitudes que no son propias de ti -él no despega sus ojos de mi cara, pero mi rostro está mirando en dirección al suelo- Realmente estás bien?

Su tono no desprende reproche o molestia, al contrario, Milo me habla con cariño y puedo sentir real preocupación en sus palabras y en su actuar. Entonces se me aprieta el pecho y mis ojos se llenan de lágrimas

- Milo, yo... yo realmente lo lamento -digo con la voz quebrajada-

- Está bien Zoe, está bien. Entiendo que hay momentos en los que uno necesita estar solo y poder aclararse. Pero te conozco y sé que tú actúas de esa manera cuando te ha ocurrido algo importante o algo que te pone triste -lo dice mientras deja una de sus manos sosteniendo la mía y con la otra frota suavemente mi cabeza-

Este amable gesto desata lo que llevaba conteniendo desde que Milo entró en mi apartamento y sin saber ni cómo ni por qué, las lágrimas empiezan a brotar de mis ojos

- Si no quieres contarme esta vez lo que te sucede -hace una pausa como si estuviera pensando lo siguiente que va a decir- Trataré de entenderlo, aunque no me agrade... Solo te pido que no desaparezcas y que no intentes llevarlo por ti sola. No te alejes de las personas que te quieren y se preocupan por ti Zoe

Siento pena y vergüenza por no contarle todo con naturalidad, porque realmente quiero hacerlo, pero no sé cómo... A veces olvido que Milo y Matt me conocen hace tantos años. A veces realmente no me doy cuenta de lo mucho que me conocen, sobretodo Milo, ya que a medida que íbamos creciendo es quien pasaba más tiempo conmigo

- Zoe, creo que todos tenemos algo que queremos ocultar... todos tenemos secretos -veo que ahora es él quien mira hacia abajo y su rostro se torna melancólico-

Oh no, no quiero que Milo ponga esa cara por mi culpa. Tanto le duele que no comparta mis sentimientos con él? Siento que en esta situación se me hará difícil hablar; tengo abierto el grifo de mis emociones y creo que no se entenderá con facilidad lo que voy a decir, pero haré lo que pueda... Pienso que si es Milo, todo estará bien

- Creo que he metido la pata -dije intentando articular las palabras mientras las lágrimas se hacían presentes en mi rostro-

Milo frunció el ceño y soltó un leve suspiro como si hubiese estado aliviado

- Vamos Zozo, así que de eso se trataba? Crees que pudiste haber metido la pata? -se ríe y soba mi brazo como intentando tranquilizarme- Zozo, siempre te estás exigiendo demasiado. No sé lo que pudo haber ocurrido la noche de la fiesta que te hiciera pensar así, pero vamos, no puede haber sido nada tan grav... -deja de hablar porque mi llanto se intensifica aún más-

Creo que Milo confía demasiado en mí y eso hace que me dé aún más pena. Me hace sentir realmente angustiada que por su cabeza ni siquiera pase la idea de pensar que me acosté con alguien esa noche. Pero ya tomé la decisión de contárselo, así que aquí va mi confesión

- Esa noche yo no volví a la fiesta y no le envié el mensaje a Matt porque yo... Yo esa noche estuve con alguien -dije mientras me cubría la cara con las manos-