47. Locura

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Zoe
Julieta quería ir al comedor de la universidad por unas donas. Decidí no acompañarla e irme directamente al aula, ya que venía la clase con Noah y quería verlo, realmente estaba ansiosa por ello

Estaba indecisa sobre si esperarlo afuera del salón o simplemente entrar; opté por la última, ya que no quería parecer desesperada

Veía mi reloj y aún faltaban quince minutos para que la clase comenzara. Movía mi pie inquieta y de pronto llegó Julieta prácticamente corriendo para sentarse a mi lado

- Estás bien? -interrogó-

- Claro, por qué no habría de estarlo? -respondí intentando sonar natural-

- bufó- No quería que él llegase antes que yo. No quiero dejarte sola con Duncan -susurró para que solo yo pudiese escuchar-

Si supiera que es lo único que yo quiero

- carraspeé- No le des tanta importancia Ju -elevé los hombros- Ni siquiera me importa

- Cuando estaba en el casino escuché que... -me miró de reojo- No tiene importancia -concluyó-

- Qué? -insistí queriendo saber- Qué escuchaste?

- rodó los ojos- Tal parece que Duncan se esta volviendo loco -lanzó y yo la observé expectante para que prosiguiese- Los estudiantes de segundo año acababan de tener una clase con él -conocía su itinerario y ya lo sabía, así que afirmé con la cabeza- Y dijeron que hoy dejó la puerta abierta durante toda la clase. Dejó entrar incluso a los que llevaban muchos minutos de retraso -alcé las cejas en asombro- Y no solo eso

- Hay más? -interrogué realmente sorprendida-

- Julieta asintió con la cabeza- Dicen que les pospuso la fecha para un examen y que incluso bromeó cuando a un estudiante se le derramó el café

- Qué? -pregunté más para mí misma que para ella, ya que estaba completamente atónita-

- Así como lo escuchas -meneaba la cabeza- Dicen que se está volviendo loco o que quizás se consiguió una... -abrió los ojos como plato- Olvídalo -zanjó-

- Anda, dime -intenté insistir, pero de pronto, toda el aula se silenció y las miradas se dirigieron a la entrada-

Mi corazón comenzó a latir con fuerza al verlo de pie en el umbral de la puerta. El calor subió a mis mejillas al observarlo. Cómo podía ser tan hermoso?

Nuestras miradas hicieron contacto e instintivamente aparté la vista. Reí sin querer solo de los nervios que me produjo la situación

Respiré profundo intentando calmarme, dirigiendo mi vista hacia el cuaderno que tenía en mi pupitre. Dios! Disimular no se me da para nada bien

Decidí no mirarlo, mas lo escuchaba mientras entraba y daba la introducción a la clase, indicando lo que veríamos hoy. Podía imaginar que estaba acomodando sus cosas en su escritorio y ambientando el aula para iniciar la cátedra

"Bueno, ya es hora de comenzar"

Observé mi reloj y efectivamente eran las una de la tarde en punto. Miré de reojo hacia la puerta y tal como mencionó Julieta, ahora tampoco la había cerrado

"No recibí todos los ensayos que solicité en la clase anterior. Vamos chicos, tienen que ser un poco más responsables" -rió-

Levanté levemente la vista para hacer una visión panorámica del aula y la cara de mis compañeros eran un poema

"Pero les daré plazo para que me los envíen hasta el día viernes, entendido? Ni un día más"

Involuntariamente levanté mi cabeza para mirarlo igual de sorprendida que todos los demás y, cuando nuestras miradas contactaron, en un pequeño y disimulado gesto, rió para mí achinando sus ojos. El corazón casi se me sale por la boca

Fruto del DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora