32. Revelaciones

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Noah:
Vomitó encima de todo lo que había en el escritorio. Me angustia verla así, pero lo leí, es uno de los síntomas; estúpido embarazo. Sin embargo, no me importa, solo quiero verla bien, pero claramente no lo está.

La llevé hasta el sofá y su cuerpo estaba lánguido y frío; me dijo que se le hacía tarde, pero realmente miró su muñeca izquierda y su reloj lo lleva en la derecha. Puedo notar que está en shock, así que no seguiré con el tema por hoy, sin embargo, debo hacerle saber que tenemos una conversación pendiente; esperaré a que ella se acerque a mí.

Intenté ser amable y puedo entender su molestia y su frustración, pero, qué es esto? Las lágrimas que empapaban su rostro y las palabras que dijo en un principio se me clavan como agujas; por algún extraño motivo yo jamás evitaría el hecho de conocerla, pero al final, esos pensamientos son dejados a un lado, porque Zoe acaba de tocar un tema en el que ni siquiera Adam tiene permitido interferir: mi padre. Me ofusco y comienzo a perder los estribos. Definitivamente no se lo voy a permitir.

Pretendí estar calmado, pero terminé gritando y obviamente dije cosas que no debía y por esa razón escuché palabras que no quería... Zoe tiene una lengua bastante rápida y siempre logra hacer que algo dentro de mí se remueva. Además, qué es eso de no involucrarme? Eso que crece en su interior también forma parte de mí -de pronto, ese pensamiento hace que me de una pequeña punzada- Decido omitir esa extraña sensación y lo demuestro desquitándome y diciéndolo ofuscado. En serio, qué pasa por su cabeza? Quiere que la siga viendo durante los próximos 7 u 8 meses mientras pienso que se tragó una sandía?

La oficina queda en silencio por unos instantes y las palabras que Zoe comienza a pronunciar me hacen sentir como un completo imbécil. Es ella la que carga con todo esto, es ella la quien está embarazada por mí irresponsabilidad, sin embargo, solo he pensado en mí mismo. Por qué siempre encuentro una manera de cagarla con ella?

Tengo que pedir perdón, quiero que deje de llorar en este instante, quiero preguntarle cómo se ha sentido y qué es lo que piensa, qué es lo que siente y qué es lo que ella quiere hacer, quiero consolarla. Intento decirle lo que estoy pensando, pero ella me detiene. No, esa señal con su mano indicándome que no me quiere cerca... Esto ya sucedió una vez y no pretendo que se repita la historia. Zoe sigue hablando y no sé qué hacer ni qué decir... me está solicitando formalmente que la deje sola; no quiero, pero ya metí la pata hasta el fondo y quizás sí debería darle su espacio.

Qué es esto. No he terminado de pensar ni en una cosa y ella me sale con otra. Renunciar? Por qué? Solo está embarazada... Me va a dejar porque está embarazada. Me va a dejar porque está embarazada de mí. Zoe se va y me deja como un personaje completamente secundario en su historia y en la del bebé que lleva en su vientre -de pronto me encuentro nuevamente pensando en "eso" que crece en su interior, pero ahora acabo de llamarlo "bebé"- esto lo hizo muy real para mí. Estoy completamente angustiado, siento que mis ojos se humedecen y cubro mi rostro. No sé por qué estoy así, no sé si es por frustración, rabia, impotencia o quizás... pena?

Mi mente queda en blanco cuando escucho que la puerta se cierra. No! Por qué, por qué se fue!? La última vez no fui detrás de ella, pero no dejaré que eso vuelva a ocurrir. Mientras me dirijo hacia la puerta, escucho que alguien grita su nombre, entonces me apresuro y cuando abro la puerta veo al maldito mocoso que siempre está con ella, para este momento, ya me sé hasta su nombre y apellido: Milo Ford. Ella corre y él va detrás, pasa por mi lado y me regala esa mirada de odio con la que siempre se dirige a mí. No me voy a quedar atrás.

Cierro la puerta y los persigo. Los pierdo por unos instantes, pero él la sigue llamando, entonces sigo en la dirección de los gritos; de pronto logro alcanzarlos y los veo. Ella lo abraza fuertemente, están ambos sentados en el piso. Él acaricia su cabeza y Zoe está entera a su disposición; él es su cobijo y sin saber por qué eso me... sí, eso me duele. Apoyo mi cuerpo en la pared y aprieto fuertemente los puños por lo que estaba presenciando y también por no entender este extraño y abrumador sentimiento. Después de unos minutos, veo que él se levanta, se saca la chaqueta y la pone sobre la cabeza de Zoe, cubriendo y tapando su rostro por completo. Seguramente no quiere que nadie la vea en ese estado. Entonces se agacha y levanta a Zoe para ponerla de pie. Estoy lo suficientemente cerca para ver que la toma de la mano y para escuchar lo que le dice

Fruto del DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora