Fruto del Deseo

46. No fue un sueño

Zoe
Comienzo a despertar sintiendo el sonido de los pájaros; esbozó una sonrisa ya que después de mucho tiempo logré dormir bien y, aún con los ojos cerrados, disfruto y pienso sobre el extraño y... excitante sueño que tuve. Sonrío avergonzada

Planeaba disfrutar un poco más de aquel sueño, entonces un cuestionamiento vino a mi mente... Por qué no sonó la alarma? Es día de semana, no?

Me remuevo levemente para estirar mi brazo y buscar, con torpeza, mi teléfono móvil; pero de pronto, siento que una figura está a mi lado. Alarmada, abro los ojos y veo a Noah Duncan recostado a mi lado

Madre Santa! Muerdo mi labio y lo veo durmiendo plácidamente. No fue un sueño... NO FUE UN SUEÑO!

Quito con rapidez mi pierna, que está sobre la suya; retiro también mi brazo que reposa en su tonificado torso

Levanto las mantas lentamente y me dispongo a salir de la cama; con movimientos pausados me voy retirando y lo logro. Le doy un vistazo fugaz al adonis que duerme en mi pequeña cama y sin perder tiempo, busco mi teléfono móvil

Ato cabos y me percato de que jamás escucharía la alarma, ya que por supuesto, después de todo lo que ocurrió anoche, me olvidé completamente de programarla

Dios Sagrado de los atrasos, son las nueve de la mañana. Comienzo a moverme con velocidad; preparo unas tostadas y caliento el agua para beberme mi leche y tomar mis suplementos

- Zoe? -pregunta en medio de un bostezo- Qué haces?

Me giro para verlo incorporarse de manera torpe mientras se rasca la cabeza

- Estoy atrasada -dije con nerviosismo- Son las nueve con cinco

- Oh -mencionó sin siquiera exaltarse- Qué!? -exclamó a los segundos mientras se ponía de pie-

Observé que hacía lo mismo que yo cuando me levanté. Tomó su teléfono móvil y maldijo

- Tengo un montón de llamadas perdidas -se frotó las sienes con su mano- Seguramente vinieron los de la grúa -me observó- Pero me quedé dormido

- Tranquilo, es natural que tengas más sueño de lo normal en el embarazo -bromeé-

Nos miramos por un momento y de pronto, comenzamos a reír como idiotas

- caminó hacia mí- Buenos días -me abrazó y depositó un beso en mi frente-

Quedé aturdida con ese gesto y en silencio me alejé para comenzar a desayunar

- T-tienes hambre? -inquirí inquieta sin mirarlo-

- Zoe -dijo con seriedad mi nombre e instintivamente me giré- Te arrepientes de lo que hablamos y... decidimos anoche? -se acercó y tomó mi rostro con una de sus manos, acariciándolo-

- suspiré duro y negué con la cabeza- No... Es solo que esto es, es algo nuevo y debo-debo acostumbrarme

- juntó su frente con la mía y nos miramos a los ojos- Bien -sonrió y como acto reflejo, yo también lo hice-

Mi celular comenzó a sonar, sacándome de ese lindo momento y a toda velocidad fui a cogerlo. Era Julieta

- Dónde estás? Qué ocurre? Estás bien? Necesitas que vaya a verte? -invadió de preguntas-

Me hablaba susurrando, así que asumí que estaba en clases

- No! -respondí enseguida- Solo me quedé dormida. Llegaré a la próxima cátedra. Cálmate, si? Estoy bien, nos vemos -iba a cortar, pero puse nuevamente el móvil en mi oído- Y no hables por teléfono mientras estás en clases -reproché-