Derrota

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+ ¡Ahhhhhh! – Willow gritó en agonía cuándo sus piernas fueron cortadas, rodó por el suelo entre lágrimas mientras una gran cantidad de sangre era derramada. Esa vista aterró a Emira, lo suficiente para soltar un grito ahogado pero no lo necesario para detener sus manos.

Cómo es de esperar inmediatamente volvió a transformar a Willow en Edric, con eso se aseguró que el siguiente ataque del Abomatron no sea letal. Luego de eso le tocaba sobre esforzarse para rescatarla, o al menos eso pensó.

Cuándo se propuso usar algún hechizo riesgoso con el cual intentar salvar a Willow, su hermano puso manos a la obra. Haciendo tanto esfuerzo que su nariz empezó a sangrar creo un pequeño tornado en su dirección, captando el plan de su hermano Emira empezó a crear varios monstruos falsos para distraer al Abomatron, su padre seguiría aturdido unos momentos pero igual debían apurarse.

Haciendo un control preciso del tornado, Edric logró cargar y traer a Willow de nuevo con ellos. Lado malo, todas las vueltas hicieron que derramara más sangre pero al menos estaba segura, por ahora.

+ ¡Perdóname por esto! – en cuánto la tuvo enfrente Emira no esperó y cauterizó las heridas, no hace falta decir que Willow sufrió demasiado por eso, al menos se desmayó casi al instante, eso le permitió dejar de sufrir, de hecho era sorprendente que aguantara tanto.

El sobre esfuerzo hizo que Edric también sucumbiera del agotamiento, mantuvo su conciencia pero estaba hiperventilado, y dado que seguía en el piso significaba que Emira se quedó sola, sin ayuda, sin apoyo y con un pánico increíble.

Su preocupación fue tal que sin darse cuenta dejó de distraer al Abomatron, y para cuándo quiso retomarlo era demasiado tarde, su padre ya se había recompuesto de la tortura. Algo notable es que su expresión de cansancio no cambio en lo absoluto, eso te hace preguntar lo poco que duerme cómo para hacer que una ilusión tan potente no le haya dejado ninguna marca visible.

Ambos empezaron a acercarse despacio al escondite de los chicos.

+ Emira vamos, no... era mi intención que eso le pasara a tu amiga. Sal con cuidado y acabemos esto – aun en esta situación el intentaba ser amable, racional, completamente indiferente de que para este punto ya era demasiado tarde para eso.

Viendo todas sus posibilidades limitadas, Emira decidió arriesgarlo todo, su anterior apuesta salió mal pero de forma literal no tiene más opciones, es momento de hacer una última apuesta, de nuevo todo o nada.

Cuando faltaban pocos metros para que Alador y el Abomatron llegaran a donde se escondían, Emira salió corriendo, fue tan rápido que le costó al Abomatron atinarle, al final logró llegar a esconderse en los árboles cercanos. Él se asomó un momento al lugar del que salió su hija, viendo a una inconsciente Willow y a su hijo respirando con dificultad, se mostró un poco consternado con esa vista pero aun así siguió adelante.

Ya que ellos están incapacitados decidió perseguir a su hija, no debería llegar demasiado lejos.

Hizo que el Abomatron empezara a cortar todos los árboles, asegurándose de hacerlo a una altura en la cual no lastime por accidente a su hija, los cortaba uno por uno pero a una velocidad tan alta que parecía que cortaba varios a la vez.

Más pronto que tarde diviso la figura de su hija, ella saltaba de árbol en árbol, de alguna manera lograba escabullírsele del Abomatron, asumió que el miedo y la adrenalina le ayudaban a moverse así de rápido. Pero eso solo era retrasar lo inevitable, el Abomatron puede seguir sin descanso, ella no, en algún momento se quedaría sin energías.

Y ese momento era ahora.

Un árbol cayó encima de su pierna, dejándola expuesta y mostrando su rostro rojo de la frustración, con muchas lágrimas y llena de furia. Esa vista lastimó a Alador.

Nos OlvidasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora