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Una de las mellizas despertó con miedo, miró a su alrededor notando que no seguían donde perdió la consciencia. Eso la aterró aún más. 

 Comenzó a sacudir violentamente a su hermana mientras temblaba y sentía como las lágrimas ya brotaban por sus ojos y humedecían el rostro de la contraria cuando le caían encima. 

 -¡Lisa, wake up! 

 La mencionada abrió los ojos al sentir la desesperación ajena, se sentó en la cama y miró a su alrededor notando lo mismo, comenzando a desesperarse de igual forma, ¿las habían atrapado?.

Miraron a un hombre entrar a la habitación con una bandeja en sus manos la cual llevaba dos tazones de sopa y dos vasos de agua, Lisa se aferró a su hermana tratando de que no entrase en un ataque de pánico, ver a un hombre entrar no ayudaba demasiado.

-Hablan inglés, parecen no ser de por acá.

El hombre trató de acercarse un poco más a ellas para dejarles la comida, por lo que en un acto de reflejo las hermanas se alejaron listas para usar sus pocas fuerzas para defenderse.

-Here speak spanish, here is not England. 

Ambas asintieron levemente.

-No se acerque.

El hombre pareció sorprendido, por un momento pensó que no lograban entenderlo.

-No planeo hacerles daño, solo quiero darles algo de comer, están en un horrendo estado.

Las mellizas miraron la comida con desconfianza, pensaban lo peor de todo. ¿Y si esa comida contenía drogas o similar? No sabían si aquel tipo era un actor o algo.

-No, esto no funciona.

El hombre de traje dejó la bandeja en el suelo y salió de la habitación, momentos después entró una mujer con un vestido azul, parecía ser un mandil sobre un vestido, las menores no estaban seguras puesto que no lograban reconocer nada a su alrededor, incluso la vestimenta les resultaba extraña.

-Niñas, mi nombre es Julieta, Julieta Madrigal. 

Julieta tomó la bandeja y la puso en la orilla de la cama procurando que no se cayese. Las mellizas no se inmutaron, si la mujer intentaba tocarlas atacarían, mientras solo permanecerían en esa posición.

-Están en Encanto, un pueblo de la bonita Colombia.

Los ojos de una de las chicas se iluminó por un momento, para después regresar a esa mirada llena de resentimiento y desconfianza.

-¿Cuales son sus nombres?

Lisa abrió la boca para decir algo, pero su melliza la apretó un poco mientras negaba y comenzaba a temblar de nuevo. Acarició su cabeza buscando calmarla y regresó su mirada a la mayor.

-Soy Alexa, ella es Miranda.

"Miranda" pareció relajarse, lucía resignada pero estaba aliviada en realidad.

Julieta se sorprendió por la belleza de su voz, ni la mejor cantante que haya escuchado antes se comparaba a ella, y eso que estaba un tanto áspera.

-Traten de comer y beber, les prometo que se sentirán mucho mejor después.

Esas palabras solo lograron hacerlas llorar de la desesperación, ya habían escuchado eso antes y no había terminado bien.

-Está bien, se los dejaré aquí. Las dejaré solas para que puedan calmarse y comer.

Dicho esto, la mayor salió de la habitación.

Las hermanas se soltaron y miraron alrededor, la habitación era sencilla y solo había un gran ventanal junto a la cama, Lisa decidió asomarse un poco.

Notó como el lugar estaba rodeado de naturaleza, miraba más casas y otra clase de sitios.

-We are in a village. 

Miraron la comida y después se miraron mutuamente, esa mirada les bastó para estar de acuerdo y dar una probada a la sopa. La mujer no mentía, con solo una cucharada se sintieron un poco mejor, sus ojos brillaron y comenzaron a devorar cada una un tazón de sopa.

Bebieron el agua y suspiraron aliviadas, se sentían mucho mejor aunque seguían hambrientas.

-Entonces ahora hablaremos español.

-En roma lo que hacen los romanos.

Miranda bajó la mirada a sus piernas las cuales apenas podían ser cubiertas por el vestido.

-No hay sangre.

-¿Te lavaste en el río?

-No estoy segura.

Palideció nuevamente ante la idea de que un extraño pudo tocar su cuerpo, no pudo evitar comenzar a temblar.

-¿Duele de nuevo?

-No, no.

-Entonces no pasó nada, relájate.

Miranda asintió con la cabeza y suspiró relajándose poco a poco.



Siren (Bruno Madrigal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora