Y así con nada más que momentos cortos y fugaces entre Bruno y Melissa, el montón de trabajo y nervios de Luisa terminó un día más para las mellizas.
-Mañana será un gran día, ¿no te emociona, Meli?
-El cansancio no me deja sentir algo en este momento.
Sin más que agregar, las hermanas durmieron hasta el siguiente día donde apenas terminaron el desayuno todos se dedicaron a comenzar todos los preparativos para la celebración.
-Pepa, ¿puedo ayudar en algo?
Para Melissa fue inevitable no prestar atención a Bruno ya que justo iba pasando con una caja de madera llena de botellas de alcohol para preparar las bebidas.
"Más ayuda el que no estorba"
La menor hizo una enorme presión con sus manos a la caja al punto en que sus venas se marcaron un poco. Escuchar ese pensamiento de la propia hermana del mismo la había puesto furiosa y aún no sabía como desahogarse sin gritar o golpear cosas. Trató de relajarse al tomar en cuenta que era su hermana y quizá no lo decía con mala intención incluso si a ella no le gustara la idea de que considerase a Bruno "estorboso".
-Brunito, no lo sé. Yo debo buscar a Luisa y arreglarla, no la encuentro. Ve por ahí a revisar si falta algo o no sé.
Bruno decidió solo asentir y buscar algo que hacer al ver la nube gris en la cabeza de su hermana, no quería un rayo sobre él.
Escuchar la voz de Melissa llamarlo con su característica suavidad lo hizo sentir aliviado, ¿por qué? Ni él lo sabía.
-Aún tengo que llevar dos cajas a la cocina y recibir dos más, ayúdame a llevarlas.
Regresó al almacén con el mayor detrás suya, le entregó una caja y cargó ella la otra. Emprendieron su camino a la cocina con cuidado de no tropezar con algo o alguien.
-¿No te duele la espalda cargando tanto?
-No soy tan débil, tú eres el mas delgado de los dos, esa pregunta debo hacerla yo.
-Respondiendo a su pregunta, jovencita. No, no me duele. No soy tan débil.
Melissa subió un poco la caja cubriendo con ella su rostro mientras reía un poco por haber visto al mayor sacarle la lengua al pronunciar la última frase. Bajó nuevamente la caja al haber recobrado la compostura.
Entre pequeñas bromas y deberes que completaban juntos el día pasó para ambos, hasta llegar al ansiado momento de la fiesta.
Las hermanas iban saliendo de su habitación con vestidos no muy diferentes a los que usaban diariamente, llevaban el cabello atado y pendientes con forma de flores de Belladona, junto a unos zapatos un poco altos.
Mientras Lisa saludaba a la gente en la planta baja y entablaba pequeñas conversaciones, Melissa solo respondía breve y sin dejar que entablaran conversaciones con ella, estaba concentrada buscando a Bruno.
"No sabía que mi nuera anhela tanto un cumplido de mi hijo."
"No conozco a nadie aquí, no quiero conocer a nadie y no tengo tanta confianza con los demás integrantes de la familia. Aparte quizá si quiero ese cumplido."
"Está un poco asustado de salir y que murmuren arruinando la fiesta de Luisa, dale unos minutos y ya lo verás. Se puso muy guapo eh, mucho cuidado con los suspiros."
"¿Un traje elegante?"
"No tanto, no es un evento tan formal"
Se dedicó a ayudar a Julieta con la atención a los invitados para poder usar eso de excusa y no hablar con nadie más de lo necesario, especialmente hombres.
Pasaron un par de horas hasta que la multitud se formó en el recibidor de la casa dejando libre un amplio pasillo con las lozas creando la ilusión de una alfombra roja que conducía desde la puerta hasta las escaleras, al inicio de ese pasillo se puso de pie la pequeña Luisa y fue apuntada por un par de reflectores. Se notaba ansiosa y temerosa, algo normal en esa situación.
La siguió con la mirada pero en cuanto divisó a Bruno entre la multitud fue inevitable que su atención recayera en él. No había hecho muchos cambios a su imagen pero los pocos eran suficientes.
Llevaba una ruana igual a la habitual pero mucho más cuidada, podía apostar que era nueva al igual que el resto del conjunto, camisa blanca básicamente perfecta, unos pantalones negros y zapatos igualmente negros los cuales no tenían ni un rastro de polvo. Además su cabello parecía más cuidado que de costumbre. Finalmente esa mirada cargada de orgullo que le dirigía a su pequeña sobrina le daban un toque extra.
Continuó mirándolo un poco más hasta escuchar sonidos de asombro haciéndola recordar en donde estaba.
Regresó su mirada notando como la menor sostenía el picaporte de una puerta y esta comenzaba a brillar formando la imagen de una Luisa adulta cargando unas pesas, su nombre arriba y un par de pesas a su lado. Algo simple pero encantador.
-¡Tenemos un nuevo don en la familia!
Todos comenzaron a aplaudir provocando que Melissa también lo hiciera mientras seguía mirando a la pequeña con algo de confusión, sentía que se había perdido de algo.
Mientras tanto la mirada de Bruno finalmente recayó en la castaña. Sus ojos brillaron mientras la miraba como si fuese lo más precioso de la casa, estaba más alta por sus tacones y esos pendientes le daban un toque especial. No se había arreglado tanto pero lo poco la hacía resaltar.
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Siren (Bruno Madrigal)
Fanfiction¿Las sirenas? Reales. ¿Mujeres con cola de pez, desnudas y en el mar? No, así no son. Ese mito las ofende. Las sirenas son mujeres comunes como cualquiera que conozcan, pero con un don muy poderoso. Los personajes no me pertenecen a excepción de las...