CAPÍTULO I.III

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CAPÍTULO I.III

A la mañana siguiente Jay entró directamente en la carpa del Consejo de Guerra, había convocado a los altos rangos al igual que a Yeonjun y Soobin para compartir los descubrimientos que los muchachos habían hecho.

Observó entrar a los presentes con nerviosismo pues sabía que no todos estarían de acuerdo con su plan y necesitaba su consentimiento si quería seguir adelante con esta misión y así regresar lo más pronto posible a su hogar. Cuando todos los miembros del alto mando estuvieron reunidos, el muchacho miró con nerviosismo a los científicos, quienes le sonrieron en señal de apoyo.

—Damas y caballeros —comenzó el príncipe—. Les agradezco mucho a todos su presencia el día de hoy. Sé que ya han intentado pasar por la bestia múltiples veces, y les estoy agradecido por su sacrificio y entrega para cumplir con las órdenes de los reyes de Hypen —dijo mientras paseaba la mirada entre los presentes—. Posiblemente estén tan cansados y frustrados como yo ante esta situación, pero les aseguro que hoy les traigo un plan que aún no se ha intentado. Para esto le pediré a los especialistas, Choi Yeonjun y Choi Soobin, que nos hablen sobre sus descubrimientos.

El de cabellos rosas caminó al frente con confianza mientras que su compañero se acercó con timidez.

—Buenas tardes damas y caballeros del alto mando del Ejército de Pandora —comenzó Yeonjun—. Mi compañero y yo les explicaremos brevemente y con palabras claras y concisas, para que sus minúsculos cerebros puedan entendernos —dijo entre dientes lo último—, sobre la bestia y los importantes descubrimientos que hemos hecho gracias a la ayuda del galán del príncipe Jay. —Le guiñó un ojo, haciendo que las mejillas del rubio se encendieran—. Sin más preámbulos. —El de cabellos azules sacó una hoja grande con el dibujo de la bestia y la sostuvo mientras su compañero explicaba la anatomía de Iscale al igual que sus puntos fuertes y débiles.

Al terminar esto, comenzó a hablar sobre la planta mágica que habían descubierto y los poderes ensordecedores que ésta poseía.

—Gracias por la explicación —lo detuvo Jay—. Sé que es una locura el siquiera pensar en un plan donde la mayoría de nosotros no pueda oír. Pero es lo único que se me ocurre, y siendo realistas, se nos están acabando las opciones. —Paseó su mirada entre los presentes—. Así que acudo a todos ustedes por guía y consejo; en esta carpa se encuentran los mejores guerreros, herreros y estrategas de los ocho reinos, así que confío en que si trabajamos juntos, lograremos pasar a la bestia, ir a las Tierras Inhóspitas y encontrar algo que nos salve de la guerra. —Todos se mantuvieron en silencio.

—Es un plan descabellado que seguramente causará la muerte de muchos —habló Kuma con lentitud—. Pero es algo que no hemos probado y no tenemos el lujo de descartar buenas ideas en este momento. —Todos asintieron.

—Tendremos que hacer un plan de ataque muy elaborado si queremos que esto funcione —habló Cirrus.

—Necesitamos conseguir más de la hierba —agregó una mujer.

—Tenemos que forjar armas. —Poco a poco la conversación y los planes iniciaron a fluir sacándole una enorme sonrisa al rubio.

—Calma, calma. Todo a su tiempo soldados, debemos planificar esto con cuidado para evitar el mayor número de bajas posibles y lograr matar a la bestia —habló la teniente de forma autoritaria.

El orden volvió a reinar en la habitación y lentamente comenzaron a formular su plan.

Cross the Line {Cursed-Blessed} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora