Objetivos

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-¡Ya basta! ¡Tu no eres quien para decirme que hacer y que no!
-¡Soy tu madre!
-¡Que mentirosa!
Se quedo callada, las lágrimas corrieron por su rostro.
-Tienes toda la razón, entonces vete, haz lo que quieras ¡Que me importa pues lo que hagas o como estes! Solo te he criado por 17 años. No creo que sea de importancia.
-18
Miré al suelo con el sueño fruncido, ese número fue apenas un leve balbuceo entre dientes.
Ella dió un suspiro.
-Tienes razón. Empaca y vete, si ya tienes todo listo, no veo que te detiene.
No la miré, sabía muy bien que lloraría al mirarla, subí la escaleras y llené todas las maletas que tenía, el enojo llena mis venas una y otra vez llegando hasta mi corazón.
¿Odio a ella o a mi?
Cuando mis maletas estuvieron llenas de cosas que considere las más importantes, bajé con dificultad, al llegar a la puerta un joven me ayudó a subir todo a una pequeña camioneta.
-Espera.- Sandra me sujetó del brazo.-Felíz cumpleaños- me tendió una caja, apenas la tomé ella se dio la vuelta sin darme tiempo para decir nada.
Era un collar de perlas con algunas incrustaciones de diamante y zafiro, era completamente hermoso, lo había visto en la tienda aquel año, un año antes, pocos días atrás de mi secuestro. Comencé a llorar, tomé el collar y salí por la puerta con mi orgullo pesando una tonelada.
-¿Todo bien señorita?
Vi los ojos verdes del joven por el retrovisor mirarme con delicadeza.
-S..si.
-¿Segura? Puede contarme lo que sea, no volveremos a vernos y no conozco a nadie relacionado con usted.
Su tono era cálido y amable, algo que olvide que fuera posible en una persona, más aún desconocida. Pero tenía razón.
-Estoy embarazada.
-Oh, ya veo ¿Fue algo planeado?
-No
-¿Qué edad tiene?
-Mañana cumplo 18.
-Felicidades.
-Gracias.
-Pues veo muy curioso este asunto.
Creo que eso me ofendió.
-¿Curioso?
-si, digo, ya eres mayor de edad, supongo que tienes pareja, te estas mudando a un departamento en uno de los lugares más lujosos y seguros de todo el estado, aunque apenas debes estar terminando la prepa.
-Solo es una parte de la historia.
-Eso no suena muy alentador.
Suspiré.
-No lo es, no lo es.
La conversación se dio por terminada, su corto cabello negro se movía de manera chistosa con el viento que entraba por la rendija de la ventanilla.
Finalmente el viaje acabó, me ayudó a subir las maletas y me deseo suerte, nos despedimos y me quedé sola en el apartamento vacío.
Todos mis planes estaban cambiando, no logro comprender lo tonta que había sido.
No entiendo como Lucas había podido obtener un departamento tan bello en unas cuantas semanas, pero no importa, tengo que pensar en lo que voy a hacer.
Acomodarme aquí, cuidarme por el bebé y buscar una universidad.
¿Y Rin?
¿Que pasará con aquellos que siguen sin justicia?
En este mundo debe de haber ciertas prioridades.

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