La RED

Pelea decisiva

Hubiese querido que Sam nunca se fuera, pero por desgracia así tendría que ser en algún momento del día, la culpa ya no me carcome, ya no pienso en eso como lo hice minutos atrás, ahora solo siento el sabor a queso de los chetos y el suave calor de Sam. De verdad lo quiero, quizá sea una tontería pensar en él y yo como una pareja... Pero no puedo dejarlo pasar, le gusto, me quiere y... Quizá me quiere como yo le quiero, no se como le quiero, en todos nuestros años de amistad nunca me puse a pensar en un gran y distinguido "nosotros" apenas me atrevía a pensar en un yo y alguien, pero aquí estoy, flechada de dos hombres como una especie de mala comedia de amor donde todo el mundo puede reír y los amigos siempre van primero. Me encantaría que fuera así. Se que debo hablar con Sam al respecto, pero es tan difícil, el suele dar las cosas por hecho, quizá esta dando por hecho que yo engañaré a Lucas con el por siempre, nada serio entre el y yo, el clásico Sam, debí suponerlo ya que el es así, se aburre tan fácilmente de las personas que tan solo llega a planear que ellas den por hecho una relación que no hay y que después no puedan quejarse. Eso simplemente me asusta, no podría creer que el me trate así, pero es una posibilidad.

-Sam- Comencé tartamudeado, sin saber cómo definir lo que pasaba entre el y yo, pero firme en terminar con ese apenas tangible "nosotros"

-¿Si linda?

-Bueno, yo me preguntaba...- No terminé cuando la cerradura de la entrada sonó, dejando pasar a Sandra y a Lucas riendo.

-Pero que buen chico eres- decía Sandra dejándome helada de pies a cabeza, pase saliva al tiempo que Sam me abrazaba con fuerza.

-¿¡Elinor!?- gritó Lucas confundido- ¿Qué rayos haces?

Sandra veía sin poder reaccionar. Trate de levantarme pero Sam no me lo permitía.

-Tranquilo Man, solo pasábamos un tiempo como amigos-

-¡¿A ti quien te hablo idiota?! ¿Quieres que me tranquilice? ¡Lo haré cuando se levanten y me digan que mierdas pasa aquí!

Me liberé del agarre de Sam y tomé los las mangas de Lucas quien me miraba con dolor y cólera, no podía soportarlo, comencé a llorar.

-Lucas, entiende, esto no es nada, solo somos amigos- traté de ¿mentir? No estaba mintiendo, ¿o si? Mi corazón no lo sabía, sé bien que quiero a Sam y que el me ama, pero ¿En verdad tenemos una relación más allá de la amistad?

-Eso dices- se soltó de mi agarre y salió, sus palabras entraron como un cuchillo en mantequilla por mi mente, cortando mi corazón y llevándose mi orgullo en contra. Sin pensarlo salgo corriendo tras él.

-¡Lucas! ¡Lucas espera por favor! Yo te amo- dije al salir de la puerta, aunque siento que esas palabras no tienen mas sentido, quien ama no traiciona y yo lo había traicionado, todo esto tiene que acabar. Llego por detrás y lo abrazo, el trata de apartarme sin fuerzas, le veo los ojos húmedos. Siento algo raro en el pecho, el aire comienza a faltarme.

-¿Por qué habría de confiar en ti Elinor?- no supe que responder, el niega con la cabeza- Esto se acabo- dijo tratando de alejarse, no podía hablar.

-Te amo- fue lo único que dije antes de desmayarme.

••••••••

Me desperté en mi habitación, Sam y Sandra estaban a mi lado.

-¿Lucas?- pregunto en un hilo cortado de voz. Todo me duele y la cabeza me da vueltas.

-Tranquila hija, él se fue- dijo Sandra susurrando, como tratando de que las palabras no me lastimasen, pero esas últimas tres palabras fueron una bomba de lagrimas que comenzaron a brotar de mis ojos.

-Sam ¿Puedo hablar contigo a solas?- digo sin mirarles. Sandra asiente y sale del cuarto, tengo que actuar, decidir entre Lucas y Sam, mi querido Sam, siempre estuvo conmigo cuando más lo necesite, me ama y yo le amo igual, ¿Qué más se puede pedir en una relación? ¿Qué más?.