Solo una copa

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Poco faltó para que me dieran el alta.
Le había pedido a Sandra que no le dijera nada de mi a Lucas, puesto que después de lo ocurrido prefería no verle.
La señorita me entregó mi ropa y el sobre que firmaba una terrible sentencia.
Así pues apague mi celular y me dirigí a casa.
No era donde quería estar, cada esquina de ese modesto apartamento era cortesía del afamado Lucas Granby.
Mi estomago estaba hecho un mar desde que salí del hospital. Dejé las llaves sobre la mesa y fui a mi ordenador.
¡450 e-mails!
Algunos eran spam, algunos eran de David preguntando si volveríamos a vernos, otros de Sam que parecía preocupado por mi, de Lucas, de Pau y mas amigos.
Respondí la mayor parte que pude, todos aquellos que no me llevarían a ver a Lucas.
Tras un corto tiempo de considerar lo que tenía que hacer, finalmente me armé de valor, después de todo me sentía encerrada y ya estaba harta, no tenía por que aguantar esto yo sola.
Pedí a Sam que viniese en cuanto leyera el correo, lo cual solo le llevo 2 horas y media.
Apareció en mi puerta felizmente, pero de pronto su rostro cambió a la completa confusión.
-Hola.
Sorbí la nariz y me froté mi irritado ojo.
-Hola.
Dijo él comprensivo pero con ápice de curiosidad tan fuerte como mi dolor.
Por un momento pensé en decirle todo, la verdad, sus ojos resplandecían con un extraño fulgor de quien espera las malas noticias, quería contentarle, que supiera la verdad.
Pero no podía arruinar todo.
Tenía que estar segura hasta del más mínimo detalle.
Me eché a llorar en sus brazos.
-La perdí, era una hermosa niña y la perdí.
Susurré una y otra vez.
El abrazo que me dió era cálido, lo había convencido.
-Tranquila, estoy aquí contigo, todo estará bien.
-No tienes idea, estoy hasta el carajo.
-No puede ser tan malo Els, mírame.-Tomó mi rostro entre sus manos, parecía estar a punto de llorar -Todo estará bien Els. -Dijo rápidamente, pero aún así logré notar ese ligero temblor de voz tan ajeno de mi buen amigo.
-Quiero un trago.
Volví a sorber.
-No creo que sea buena idea.
-Al diablo si lo es o no. Quiero un trago. Lo merezco.
-¿Qué te ocurre Els? No te reconzco.
Sin saber como, habíamos llegado al sofá. Me sentí enfadada.
-¡¿Y crees acaso que yo a ti si?! Quiero decir, vi a mi mejor amigo teniendo sexo con un tipo ¡Con un maldito hombre!
-Eso no fue mi culpa, además, y.. ¡Yo nunca seria pasivo!
-Yo nunca dije que lo fueras tontete.
De algún modo eso quiso hacerme sonreír.
-No es mi culpa que me quieras mandar a la Friendzone.
-No te quiero mandar a la Friendzone.
-¿ah no?
Sonreí.
-Nop, ya te mandé, lo cual es distinto.
Él solo puso los ojos en blanco mientras yo reía por lo bajo.
Un escalofrío irrumpió en mi corta alegría al notar un pequeño sonido en la ventana, el sol caía entre las casas. Miré rencorosa la ventana.
Una figura en la acera miraba directo a mi ventana, la calle estaba completamente vacía.
El brillo lloroso de unos hermosos ojos morados me perforaban el alma.
-¿Qué ocurre?
Preguntó Sam.
-Nada -contesté- tengo unas botellas en la alacena, sácalas en lo que voy al baño, ¿Vale?
-Ok.
Sam se levantó, yo fui al baño.
Abrí el compartimento del espejo y busqué un pequeño frasco de color café con un gotero.
Al llegar a la sala Sam ya tenía un destapacorchos, dos copas y una botella de vino tinto.
Sonreí, tomé el pequeño instrumento metálico y abrí la botella que tiró un poco de su contenido en la mesa.
-Rayos.
Susurré.
-Iré por un trapo, no sabia que se te subía de tan solo mirarla.
Sam caminó a la cocina.
-Cállate.
Le dije burlonamente.
Serví ambas copas de vino y con el gotero agregué una buena cantidad del somnífero esperando no matarlo.
Limpió para después sentarse.
-Que bueno que no era tanto.
Dije volviendo a sorber la nariz.
Me recargué en su pecho.
-Por la pequeña..
Empezó sin saber como terminar.
-Salet.
Dije con una pequeña sonrisa.
-Lindo.
-Significa princesa.
Sonrió con un poco de melancolía.
-Por nuestra princesa, Salet Western.
Sam parecía triste, chocó sin muchas ganas nuestras copas y bebió de un trago todo el vino, yo lo mire sin dar ni un sorbo.
Al poco rato ya estaba dormido.
-Salud.
Susurré juntando mis labios a la copa.

••••••

Nota de la autora.
CHAN CHAN CHAAAAN!
Espero que les esté gustando y me pongan en los comentarios su opinión.
¿Por qué Elinor durmió a Sam? ¿Qué contenía aquel sobre? ¿Qué pasará con Lucas?
¿Quieren que esta historia termine pronto?
¿Si, no, les da igual?
Comenten.

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